-Hyung.- susurró Taemin luego de pasar sus dedos por la placa para limpiarle el poco polvo que había acumulado. -Estoy de regreso.-
Sonrió y se inclinó frente a ella para juntar sus manos y comenzar a orar.
El viento solpló, algunas hojas de las flores a su alrededor flotaron hasta caer al suelo, al tiempo que Taemin abría sus ojos.
-Hoy... yo deseo que estés bien. Nosotros lo estamos y trabajamos duro para mantenerte.- sorbió su nariz y volvió a sonreír.
Terminó por encender una varita de incienso, se percignó y luego de sonreírle de nuevo se giró sobre sus talones para regresar a donde su manager también oraba.