Lucy corría, por aquel sendero en el bosque, tan rápido como sus piernas le permitían. Había conseguido despistar a aquellos hombres vestidos de blanco que la querían secuestrar. A su corta edad aún no lograba entender por qué querrían secuestrarla, pero sabía que debía llegar cuanto antes a su casa.
Tropezó con una piedra y cayó tendida al suelo, el pánico la invadió, pues estaba segura que los hombres que la seguían no tardarían en alcanzarla. Se levantó lo más rápido que pudo, echándole un breve vistazo a sus manos y sus rodillas raspadas antes de seguir corriendo. Pero al fijar su vista al frente algo había cambiado, ya no veía el mismo sendero en medio del bosque que hacía unos minutos, una gran playa con arena blanca era lo que percibía a través de sus ojos. Se giró pensando que había llegado al final de aquel sendero sin percatarse por el miedo y la adrenalina que recorrían sus venas en ese momento pero, para su sorpresa, el bosque no estaba allí, de hecho podía reconocer el lugar, no estaba muy lejos de su casa.
Miró sus manos esperando que todo hubiera sido un sueño, pero la confusión se reflejó en su rostro al ver tierra en sus manos, lo cual era imposible a menos que realmente hubiera estado en el bosque, pero ¿cómo?
Mientras miles de preguntas ocupaban su mente, sin encontrar alguna respuesta, sus pies la dirigían a su hogar, donde esperaba poder preguntarle a su madre sin que ésta creyera que estaba loca. Pero el miedo volvió a presentarse cuando llegó a la esquina de su casa, una camioneta con un logo que reconocía de los trajes de sus secuestradores estaba estacionada frente a su casa.
Respiró profundamente antes de echarse a correr hacia la casa, si esa camioneta estaba ahí, sus padres estaban en problemas. Empujó tan fuerte la puerta que ésta golpeó contra la pared produciendo un gran estruendo. Allí, en el medio del salón estaban sus padres con las manos atadas y rodeados por los hombres de blanco. Sin esperar más y con lágrimas en los ojos corrió a abrazarlos. No le importaba nada más, quería estar con ellos y hablarle de lo ocurrido en el bosque.
Se sorprendió al escuchar el sonido del viento en los árboles y abrió sus ojos, sus padres se encontraban sentados en aquel sendero que reconocía, mientras ella los abrazaba.
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noche estrellada
ContoEste apartado contiene algunos de mis relatos. Las historias son autoconclusivas y no tienen conexión entre ellas.