Bajo el Agua [Klance]

Presente

Lance

Me había despertado con un horrible dolor de cabeza, la noche anterior me había excedido con el alcohol, aunque no me arrepentia de nada.
Como pude, me levante de mi cómoda cama y me dirigí al baño. Mi reflejo era un desastre, pero nada que no se pueda arreglar.
Mientras la tina se cargaba y llenaba de espuma, por los químicos que le había puesto, me aplicaba una de mis mascarillas y un par de pepinos cortados sobre mis ojos. Necesitaba una recompensa luego de lo de anoche y esto era mejor que nada.
Luego del baño opté por vestirme casual y comenzar a ordenar la casa. Hace poco que había heredado la casa de mi abuelo y todo estaba hecho un desastre. El hecho de vivir solo me inquietaba un poco, suelo extrañar cada cinco minutos la presencia de mi familia, pero supongo que con el tiempo me voy a acostumbrar.
Lo de limpiar fue totalmente un fracaso, ya que a la primera caja que levanté lo que llevaba en su interior llamó mi atención y terminé en el suelo con todo su contenido esparcido a mi al rededor. Se trataba de mis libros y mapas, sobre aquella isla que mi abuelo siempre comentó, nunca llegó a darme la exacta ubicación, pero siempre me hacía dibujar parte de un mapa.. Eso me hizo pensar y extrañar mucho, y aún con aquel libro y pequeños mapas en mano, me levanté del suelo y salí de la casa. Apenas había abierto la puerta y una encantadora y refrescante brisa golpeó mi rostro, ese olor a puerto y pescados me traía muchos recuerdos de la infancia.
Con mucha confianza me encamine hacia el bote de mi difunto abuelo, era hermoso. Uno más grande al que solía tener, qué digo?, es enorme, digno de un pirata y obviamente heredado por mí.
Todo estaba en perfectas condiciones. Al dirigirme a lo que podría llamarse "cámara de capitán" algo llamó mi atención. Era un bello cofre, algo diminuto, pero bellísimo. Al abrirlo, con toda la emoción note que este contenía una carta y un papel viejisimo doblado en cuatro. La carta era del antiguo dueño de barco, mi abuelo.

"Mi Pequeño Lance

Sé que no pude cumplir con mi promesa respecto a ir contigo a la tan deseada isla. Pero no sabía que tenía el tiempo contado.
Te dejo ésto, sabrás como usarlo, todo lo que necesitas ya lo tienes, eso y tu confianza. Sé que la encontrarás y cumpliras con tu promesa. Porque como dije, es real
Recuerda: "cree en todo, hasta en lo que no ves. Solo hace falta sentir para saber"
Con mucho cariño, tu viejo abuelo"

El hecho de que sea corta y sencilla no me impedía el soltar lágrimas y abrazar aquel pedazo de papel como si se tratase del mismísimo viejo querido. También soltar una risilla por aquella rara frase que me repetía siempre, nunca la entendí.
Secando a aquellas gotas que se resbalaron sin permiso, tomé el viejo papel y lo abrí. Juro que si comparaban mis ojos con dos huevos fritos no iba a haber diferencia. En ese papel, se encontraba parte del mapa con la ubicación exacta de las isla.
Con muchos nervios abrí mi libro sacando aquellos numerosos dibujos que me había hecho hacer. Los posicione todos en el suelo y me sorprendí más si era posible.

Un rompecabeza- Logré formular aún impactado.

Dos horas, dos horribles horas llevaba intentando armarlo Y NO HABÍA CASO. Cómo se le ocurre a ese viejo cascarrabias dejarme un juego de mesa en el que sabía muy bien lo malo que soy. AGHH.
Si seguía pasando mis manos por mi bello rostro de esa manera seguro desaparecía. Así que dejé de hacerlo y dije :
Recuerda Lance, la tricentésima vez es la vencida- Intenté convencerme. Y sí que tenía razón.
Juntando aquellos tantos mapas del diablo logré dar con el mapa que contenía la ubicación exacta de la isla. Eso me hizo soltar una carcajada de felicidad. El viejo lo tenía planeado, todo.

Creo que me volveré a mudar- Dije con una sonrisa única y los ojos cristalizados. Será la aventura de mi vida.

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Bueno pequeños, hasta aquí. Espero les guste, poco a poco la historia irá tomando forma.
Les quiero mucho <3
Número de palabras :718