Cap 11

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"Te extrañé." Dijo él en un susurro débil, suave… pero yo nunca había
escuchado nada más fuerte.
No podía creer sus palabras. Después de hacerme de todo por dos días,
dejarme, y luego seducirme de nuevo, realmente tenía las agallas de
decirme que me extrañaba. No sabía si reír, llorar o golpearlo hasta
matarlo. Y lo peor de todo era que aun me sentía terriblemente atraído
por él. Decidí vengarme un poco por lo que me había hecho pasar, "¿En
serio?" Pregunté inocentemente, "¿Qué tanto?"
Un tinte de arrogancia se formó en su rostro, "Un poco..." su voz era
profunda, "A veces un poco, a veces demasiado."
Por supuesto, él y sus frases. Me incliné hacia él. Sus manos se
apretaron alrededor de mi cuerpo cuando le susurré al oído, "No lo
suficiente para llevarte a la cama."
Con un silencioso gemido de rendición, dejó escapar una risa ligera. Me
levanté casualmente y volví a mi cama. Dos pueden jugar a este juego,
me dije.
Cuando desperté al día siguiente, Sehun ya no estaba en mi habitación y
el colchón en el suelo se había ido. Caminé hacia el baño, frotándome los
ojos. Todavía había sombras en las ventanas y no se escuchaban ruidos
en ninguno de los pisos. Cuando estaba a punto de abrir la puerta,
Sehun salió con nada más que una toalla, con su musculoso pecho al
descubierto. Tragué saliva con nerviosismo ante la vista, y me sentí
increíblemente incómodo, pensando en lo que había sucedido la noche
anterior.
"¿Qué?" Una sonrisa retorcida se dibujó en sus labios, "No es como si
nunca me hubieras visto desnudo."
Me entró el pánico, moví la cabeza de izquierda a derecha. No podía
creer lo atrevido que era cuando estábamos en la casa de mis padres, a
pocos centímetros de su habitación, "¿Por qué estás corriendo por ahí
así-" moví mis manos arriba y abajo señalando su cuerpo, "¡Vístete!"
"No te preocupes. Tus padres se fueron, están recogiendo a los niños."
Se movió más cerca.
Lo empujé sin tocarlo, temeroso de que si sentía su cuerpo desnudo
contra el mío me derrumbaría, "Voy a tomar un baño."
Lo aparté de mi camino y lo escuché decir traviesamente, "¿Es eso una
invitación?"
Rodé los ojos y rápidamente cerré la puerta detrás de mí. Tomé una
larga ducha y lo que hicimos en su baño, durante el supuesto recorrido
por su casa, llegó a mi mente de pronto. Me eché agua fría en la cara,
era como si no tuviera escapatoria, cada lugar me recordaba a Sehun. A
este paso, ni siquiera sería capaz de venir a la casa de mis padres y estar
en paz.
Cuando salí de la ducha, mis padres ya estaban de vuelta, charlando con
Sehun en la mesa del comedor. Me puse el uniforme del fútbol - jersey,
shorts y zapatillas- y luego fui a desayunar con ellos. Sehun me envió
una mirada de diversión, y me di cuenta de que llevaba puesta mi ropa.
Supuse que mi madre se la prestó mientras lavaban la suya. No pude
contener la risa cuando lo vi usando una camisa simple y bermudas
grises, definitivamente no era su estilo. Pero aun así, se veía bien, y lo
odié. Sehun le dijo a mamá que volveríamos juntos a Seúl y como mis
dos padres pensaron que era buena idea, ya no podía convencerlos de lo
contrario.
con muchas personas...
Al llegar a la cancha de fútbol, despejé mi mente y disfruté de mi tiempo
con los niños. Él se sentó en un montículo cerca de la cancha, con los
brazos tendidos sobre la hierba, instalándose cómodamente, sus ojos
fijos en nosotros. Los rayos del sol bañaron mi piel ardiente, y no pasó
mucho para que los niños y yo goteáramos sudor. Habíamos dividido los
equipos, de manera injusta en realidad, eran ellos cinco contra mí. Pero
como había estado jugando al fútbol desde pequeño, siempre ganaba
nuestros juegos. Después de treinta minutos de juego, el marcador
estaba a 2-0. Me moví con rapidez, asegurándome de que los niños se
divirtieran, los esquivé juguetonamente, alcanzando la meta con patadas
precisas. Durante uno de nuestros descansos de cinco minutos, sentí el
cansancio y la felicidad apoderarse de mí, estaba jadeando
pesadamente, tenía el cuerpo encorvado y lo único que me sostenía eran
mis manos colocadas firmemente sobre mis rodillas.
"Yo también quiero jugar." Dijo Sehun detrás de mí. Antes de que
pudiera decir que no, los niños lo estaban rodeando, gritando como si
hubiesen encontrado un nuevo compañero de juegos. Es como si mis
palabras ya no importaran aquí.
"¿Podemos tenerlo en nuestro equipo?" Preguntó Kim. Y entonces me di
cuenta, si Sehun estaba en el equipo enemigo, estaría justificado
patearlo, taclearlo, derribarlo, y en general - lastimarlo físicamente. Me
reí con malicia, "Claro Kim." Dije.
La puntuación se restableció a 0 cuando empezamos el nuevo juego. Los
otros chicos se tomaron un descanso, observaban el espectáculo. Sehun
era el delantero mientras Kim era el portero. Yo, por otro lado, tenía
multitarea como delantero y portero al mismo tiempo. La historia de mi
vida. Propuse las reglas, el plan era que debía meter un gol en su
portería en menos de diez minutos, lo cual era usualmente fácil, pero
esta vez mi obstáculo era Sehun. Achiqué mis ojos sobre él como si
estuviéramos en una especie de guerra, mientras él sonreía
calmadamente, la pelota plantada en el suelo entre nosotros. Cuando
Kim sonó el silbato, no perdí ni un segundo. Enganché la pelota con la
punta de mis zapatillas y la lancé hacia la izquierda, y con la misma
rapidez, corrí tras ella. La atrapé, tomándola desde el aire hasta la tierra.
Pero antes de que pudiera patearla cerca de la meta, Sehun apareció
ante mis ojos y me bloqueó por todos los lados. Me sorprendí por su
velocidad y competencia, ¿hay algo que él no pueda hacer? Durante un
largo rato, mantuve el balón, pasándolo de izquierda a derecha,
haciendo todos los trucos que me sabía, pero fue en vano mientras él
defendía la meta perfectamente. Me bloqueó sin esfuerzo, su cuerpo a
pocos centímetros del mío. Tuve que sacar mi arma secreta.
"Sehun," susurré acercándome a él, "Cuando juegas fútbol," Me lamí el
labio ligeramente, de la forma más seductora posible, "Me excitas."
Él se congeló completamente, con los ojos bien abiertos y en shock por
mis palabras. Lo perdió entonces, y aproveché la oportunidad para
patear la pelota con fuerza, y al cabo de unos segundos, entró en la
meta. Una cucharada de tu propia medicina, Sehun.
Terminamos el juego luego de eso y los niños se volvieron locos con el
balón. Sehun y yo nos sentamos en el césped, un poco alejados del
campo, observando a los niños dividir sus equipos y pasársela en grande.
Saqué los bentos que había preparado mi madre y le pasé uno a Sehun.
"Tu mamá es muy agradable." Dijo Sehun mientras se daba un festín
con la lonchera. Era la segunda vez que lo mencionaba, y me encontré
compadeciéndolo por repetirlo una y otra vez. Pensé en el montón de
cosas que él sabía sobre mí, joder que incluso había pasado una noche
con mi familia. Y sin embargo, se sentía injusto, porque yo no sabía nada
de él.
"¿Puedes contarme sobre tu madre?" Le pregunté con cuidado,
manteniendo la mirada en los niños.
Como si quisiera retrasar su respuesta, tomó una cucharada entera de
arroz y masticó, "No hay mucho que contar. Ella murió cuando era niño.
Papá se volvió a casar un par de veces después de eso."
La misma frialdad que vi en su casa regresó a su rostro. Fue difícil saber
si estaba fingiendo que no le dolía, o si realmente no le importaba en lo
absoluto. Él vio la gama de emociones pasar por mi cara y adivinó las
preguntas que estaba formulando.
Sonrió, "Odio contarle esto a la gente esta porque tienden a pensar que
tengo algún tipo de trauma." Hizo una pausa, "Pero ellos simplemente
no saben lo genial que es mi padre. Él es mi jefe, sí, pero es más que
eso. Es mi mejor amigo, es mis dos padres - mi familia."
Después de que lo explicó, no pude evitar sentirme más cerca de él, "Tu
padre es muy afortunado también, sabes?" Puse mi bento en el suelo,
"Por tenerte, quiero decir."
Miré hacia los niños sintiéndome feliz y ligero. Se me ocurrió que tal vez
si Sehun y yo no éramos posibles, al menos podríamos ser amigos. Pero
en un instante, sentí su mano posarse suavemente sobre la mía en el
suelo, y supe que era un sueño imposible. Me volví hacia él y su mano se
deslizó por mi brazo, hacia mis hombros, y luego hasta mis mejillas.
Temblores de alarma se encendieron en mí, y a pesar de estar
completamente desorientado, sabía que estaba pensando besarme. Me
quedé quieto mirando sus labios rosados y sensuales acercándose
lentamente hacia-
"¡Ahjussi!" Kim y los otros niños aparecieron frente a nosotros, "¿Qué le
estás haciendo a Luhan hyung?"
Empujé a Sehun y no pude evitar reír porque le habían llamado ahjussi.
Estaba rodando de risa cuando Sehun fingió estar enojado, se llevó a
Kim y los otros niños con él al campo, y los tacleó salvajemente. Lo
observé mientras llevaba a Kim sobre sus hombros, haciéndolo volar en
círculos, y me di cuenta de que me gustaba su lado gentil. Me sentí
cálido por dentro como si nunca hubiese visto nada más admirable.
Cuando es así, ¿cómo se puede luchar contra el sentimiento? Me
pregunté.
A alrededor de las dos de la tarde, decidimos que era hora de partir
hacia Seúl. Mi madre preparó algunas recetas para mí y Lily, y para
Sehun. Sehun las aceptó de todo corazón con una sonrisa de
agradecimiento, diciendo que vendría a visitar cuando pudiera, pero
sabía que estaba mintiendo. Mi papá le estrechó la mano mientras yo me
despedía de los niños y les prometía volver el próximo mes. Cuando me
preguntaron si traería a Sehun de nuevo, sentí un vacío en mi corazón, y
no pude hacer nada más que fingir una sonrisa.
Tan pronto como entramos al auto, le pedí a Sehun que me dejara en
Adze, ya que todavía tenía que preparar una presentación para la
reunión del próximo día. Me quedé dormido durante el viaje y cuando
desperté, estábamos a unos cinco minutos de la compañía. Me moví un
poco y sentí el cálido abrigo de Sehun envuelto alrededor de mi cuerpo.
Sonreí ante su consideración. Cuando el coche se detuvo en el
estacionamiento, le entregué su chaqueta.
"Gracias por llevarme a Busan," sonreí, "Y por dejarme aquí."
Me di cuenta de cómo apretaba su agarre en el volante, manteniendo el
silencio. Abrí la puerta del coche, pero antes de que pudiera salir, su
mano atrapó mi muñeca.
"¿Qué?" Pregunté, sorprendido.
Era obvio que tenía algo que decir, pero en vez de eso, apretó los labios,
"Nada."
Cuando entré en el lobby, escuché el motor del Jaguar desvanecerse
lentamente. Saludé al guardia y me fui directamente a mi oficina. Tan
pronto como vi mi lugar de trabajo, sentí un inmenso peso caer sobre mí.
Una hora, dije en voz alta. Una hora de descanso, luego comienzo a
trabajar. La luna que brillaba a través de las enormes ventanas era la
única fuente de luz en la habitación. Me senté en mi escritorio y puse
mis pies sobre la silla de cuero, y dejé perder mi vista en la ventana,
admirando las luces de la ciudad. Había sido un fin de semana muy loco,
e incluso hasta ese momento, mi cabeza aun no podía asimilar todo lo
que había pasado. Si tan solo hubiese sabido lo difícil que sería, nunca
habría trabajado-
"Sehun." Dije con incredulidad cuando lo vi entrar de pronto por la
puerta, jadeando pesadamente como si hubiese corrido una maratón.
"¿Qué estás-"
Empujó lejos la silla y se colocó entre mis piernas. Se movió tan rápido
que no tuve tiempo de pensar en cómo reaccionar. En un instante,
sostuvo mi cabeza con ambas manos, con la frente apoyada en la mía.
Una sensación intensa se desencadenó dentro de mí, una mezcla de
miedo y rabia - y, por increíble que parezca, de deseo. Había silencio
excepto por el sonido su respiración entrecortada, pequeñas gotas de
sudor se deslizaban por su impecable rostro.
Presionó más fuerte nuestras frentes, y me miró ardientemente a los
ojos, "Di que no," jadeó con dificultad, "Y me detendré."
No, era lo que gritaba en mi cabeza una y otra vez. Pero no pude abrir la
boca. No pude conseguir que mi boca pronunciara palabra alguna,
porque aunque cada parte de mí quería escapar, la mayor parte quería
ser consumida por él. Segundos, minutos, perdí la noción de cuánto
tiempo nos quedamos en esa posición. Cuando vio la duda en mi rostro,
se dio por vencido y dejó caer las manos a los lados, su frente se apartó
de la mía mientras se alejaba. Me sentí vacío e impotente.
"Esta probablemente será la peor decisión que tome en mi vida," dije en
voz alta y al carajo las consecuencias. Lo atraje hacia un apretado abrazo
y lo atrapé entre mis piernas. Uní mis labios temblorosos con los suyos y
nuestras bocas entraron en pánico juntas, igual de hambrientas. Él
respondió con besos desesperados, sus manos buscaron cada pedazo de
piel que pudieran tocar. Su olor, su tacto, su sensación se habían
apoderado de mi raciocinio. No importaba cuántas veces calculara el
riesgo, el resultado siempre sería el mismo, saldría herido de una forma u
otra...pero me di cuenta de que dolería más si no lo intentaba.

STRANGER (HunHan) ResubidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora