Es normal que al despertar por la mañana, le tome un poco de tiempo a
tu cerebro registrar el hecho de que necesita funcionar. A veces, el
gatillo para despertar es darte cuenta de que se hace tarde para el
trabajo, o la escuela, o algo así. Pero en mi caso, el gatillo fue darme
cuenta de que no estaba en mi cama. Los recuerdos de la noche anterior
se agolparon en mi cabeza como una ráfaga.
Me colé en una boda, la boda, rara cafetera, bodega de vinos,
desconocido.
Mierda. Mis ojos se abrieron como platos y me senté. Oh Dios.
Jaguar, recorrido por la casa, sexo, sexo y más sexo...Sehun.Me habría preguntado en qué demonios estaba pensando, pero me di
cuenta de que la pregunta más bien debería ser por qué diablos no
estaba pensando. Agarré las sábanas y miré bajo ellas. Phew, no estoy
desnudo. Recordé que Sehun me había vestido y entonces me di cuenta,
¿Dónde estaba él?
Miré la habitación y absorbí los desconocidos alrededores. Se sentía
como si estuviera viendo su recamara por primera vez y me pareció
demasiado fría - tonos blancos y negros sin brillo, modelados
sofisticadamente. No sirvió de mucho el recorrido por la casa, mis ojos
habían estado prácticamente pegados a su divino cuerpo todo el tiempo.
Me levanté y vagué en silencio. No había recuerdos personales - ni
pinturas, ni jarrones, ni fotografías - exactamente como lo esperaba. En
el lado derecho de la habitación, justo antes de la puerta del bar, había
una terraza adyacente, caminé hacia ella y me asomé por la pequeña
abertura de la puerta corrediza. Sehun estaba hablando con alguien por
teléfono.
"Hoy no." Su voz era dudosa, "No, no vengas. Yo iré hasta allá."
"No, no hay nadie..."
Dijo en voz baja, "Lo siento. No era mi intención-. Sí, estoy bien. No te
preocupes. Iré en cuanto pueda."
Una fuerte e irracional punzada de celos me golpeó. Me di cuenta por su
voz de que estaba hablando con alguien cercano. Podría ser su padre o
un miembro de la familia, pensé, pero ¿qué importaba realmente? Yo no
tenía absolutamente nada que ver con él. Pero eso no evita que pienses
en ello y lo sabes. De repente recordé nuestro encuentro en la bodega
de vinos ¿cómo pude olvidarlo? Él me confundió con alguien más, ¿y
estaba él dispuesto a besarse con esa persona? ¿Era alguna amante?
¿Una persona especial? El pensamiento me incomodó demasiado. Sin
embargo no me sorprendía. Con un aspecto como ese, probablemente
podía atraer a cualquiera con sus encantos.
Volví a entrar y busqué mi ropa. Pensé en irme sin que él lo notara,
temiendo que si veía su magnificencia de frente, mi resolución se
desmoronaría y no sería capaz de dar un paso fuera de la puerta. Puede
que fuera ingenuo, pero no era estúpido, los ligues de una noche
siempre terminaban mal. Y mientras más rápido pudiera irme, mejor.
Hice mi mejor esfuerzo para convencerme de que mi súbito arrebato no
tenía nada que ver con la llamada afectuosa de Sehun.
Vi mi ropa colgada en el perchero, bastante arrugada - una prueba de lo
que sucedió la noche pasada. Poco a poco deshice los botones del suéter
de Sehun y lo colgué en la percha. Antes de que pudiera ponerme mi
camisa, un par de cálidas manos rodearon mi figura desnuda desde atrás
y entonces supe que no había escapatoria.
Sehun enterró su cara en mi cuello, "No estarás pensando dejarme,
¿verdad?" Atrapó el lóbulo de mi oreja entre sus dientes, arrastrándolo
con el mordisco. Se sintió tan bien. Adiós resolución.
¿Quién ha dicho algo de dejarte?
Me dio la vuelta para mirarme a la cara y me detuve en seco - sus
rasgos ahora iluminados bajo la luz natural habían dejado mi cuerpo en
parálisis total, el botón de la cordura perdido en un mar de atracción. Me
pregunté si alguna vez sería capaz de superar su absoluta perfección. Él
tomó mi barbilla y levantó mi cara, rozando sus labios con los míos en un
cálido beso de buenos días.
"¿Has dormido bien?" Preguntó mientras besaba mi nariz, mi mejilla, mi
frente.
Mi corazón se hundía con cada toque, "Hmm..."
Cuidadosamente me puso de nuevo su suéter, obviamente me iba a
quedar."¿Qué quieres desayunar?" Preguntó.
A tí. "Cualquier cosa está bien."
Me sacó al despejado balcón. No me di cuenta antes, había estado muy
concentrado en su llamada privada, pero aparentemente había una
mesa de mármol con dos sillas tapizadas alrededor, ubicadas en el
extremo más alejado de la vasta terraza.
"¿Café o té?" Preguntó.
"Café por favor."
"Está bien, siéntate. Vuelvo en un segundo."
Me senté como me dijo, pero no por mucho tiempo. Me levanté y admiré
la exquisita vista hasta que me percaté de que ni siquiera sabía dónde
estaba. Aun estaba en Seúl, seguro. Pero más allá de las puertas
electrónicas de su casa lo único que podía ver eran otras residencias, lo
que significaba que estaba en una especie de villa de lujo.
"Es hermoso, ¿no?" Sehun apareció sosteniendo una bandeja con dos
platos de desayuno continental y dos tazas de café.
"Sí, es increíble aquí arriba." Me senté justo frente a él mientras colocaba
el plato ante mí.
Tomé un bocado de la rosquilla y un sorbo de café. Y me encontré
tragando tres veces seguidas. El café era exquisito, con un ligero tono
picante y un sutil sabor a canela - y me dejó alucinado. "Este
probablemente es el mejor café que he probado."
"Es bueno saberlo." Se rió para sí "¿Así que no es raro ni nada?"
Mis ojos se abrieron al recordar que había llamado a su padre ‘raro
inventor de cafeteras’. Naturalmente, el hijo del raro inventor de
cafeteras usaría la rara cafetera. No era de extrañar que su padre fuera
famoso, el café simplemente era de otro mundo.
Tragué con ansiedad, "lo siento por eso realmente no quise decir raro
anoche- quiero decir el café es verdaderam-"
"Cálmate, Luhan, sólo estoy bromeando." Y me dio esa impresionante
maldita sonrisa de nuevo.
Recuperé la compostura, "¿Así que tu padre era el novio?"
"Sí." Respondió sencillamente. Su tono plano y simple me intrigó, obvio
que no le estaba gustando la dirección de la conversación. Pero me
encontré con ganas de saber más sobre él. Presioné el tema con cautela,
"¿Y tu madre?"
"Papá se volvió a casar. No tengo madre." Respondió como si estuviera
hablando del clima.
No pude dejar de notar su total indiferencia sobre el asunto. Estudié su
rostro con cuidado - impresionante como siempre, pero muy neutral,
muy compuesto y muy distante. Me miró, mis cejas se juntaron, mis ojos
llenos de pesar. Él parpadeó estupefacto "Luces como si estuvieras a
punto de llorar," se rió con incredulidad.
Batí una mano "No es eso-yo-" Carraspeé, "Lo siento."
Él sonrió, "No lo sientas, tengo un padre estupendo. No podría pedir
más." Alzó las cejas "Hablemos de ti. ¿A qué te dedicas?"
"Me acabo de graduar, estoy estudiando ahora para mi CPA."
A él pareció hacerle gracia, "Así que eres contador eh? Eso es muy...
inesperado."
En realidad no. Siempre había sido bueno con los números. "¿Y tú?
¿Trabajas? "
"Trabajo en una oficina, más que todo papeleo." Dijo.Después de eso, no se me ocurrió nada más que preguntar - bueno, en
realidad, tenía muchas preguntas, pero decidí callármelas. Él parecía del
tipo de persona que valoraba su privacidad y le gustaba mantener su
distancia de los demás. El silencio que cayó entre nosotros los siguientes
diez minutos me tuvo removiéndome incómodo en mi asiento. Ambos
habíamos terminado nuestras comidas pero no nos habíamos movido ni
un milímetro. Me observó por sobre el borde de su taza de café, se la
llevó a sus labios carmesí, sin romper la mirada ni por un segundo. Se
puso cómodo, cruzó una pierna sobre la otra, y siguió desnudándome
con los ojos. Su mirada era penetrante y erótica - me estaba empujando
a la excitación. Jugué con las sobras de mi comida, desesperado por
evitar su mirada, mi panecillo lucía como si hubiese sido asesinado.
Cuando él dejó escapar una risa sutil, lo miré, y luché por mantener el
contacto visual, pero cuando se relamió los labios, madre míaLo estaba haciendo a propósito. Definitivamente.
"¿Qué te apetece hacer hoy?" Preguntó casualmente.
"No he pensado en ello." Dije, aunque cada fibra de mi ser gritaba 'Me
apetece follarte.' Gracias a Dios mi fibra no podía hablar.
"¿Te gusta nadar?"
"Sí, supongo."
Mientras bajábamos por las escaleras, tuve una vista básica de su casa.
Estaba enmarcada con techos altos y rodeada de enormes ventanales,
muy elegante y simplista, con paletas neutrales. Estaba tan ordenada y
limpia que casi me sentí culpable de caminar en ella. Sólo había dos
pisos, pero cada uno se extendía a una gran distancia y contaba con
comodidades y mobiliarios sofisticados. Era el tipo de casa que te haría
sentir cómodo e intimidado al mismo tiempo. Al igual que Sehunacogedor pero intimidante.
Él me condujo por la puerta trasera que llevaba a una extravagante
piscina interna y quedé en shock. La habitación entera estaba rodeada
de grandes ventanales, adornada con techo de cristal y una piscina de
compleja forma geométrica. No podía entender la figura, pero se veía
jodidamente bien. Él me dirigió hasta una silla y luego tomó el control
remoto de la mesa. Presionó algunos botones y rápidamente, cortinas
romanas comenzaron a deslizarse sobre todas las ventanas y vigas
blancas cubrieron el techo de cristal hasta que quedó tan oscuro como la
noche. Algunos botones más y tenues luces amarillas se encendieron en
cada rincón de la habitación, mientras olas artificiales comenzaban a
romper la tranquilidad del agua. Mi boca se abrió.
¿Quién es este tipo?
"Llevas demasiada ropa." Dijo, dando a entender que me la quitara.
El silencio envolvió la habitación mientras ambos nos desnudábamos
lentamente, botón tras botón, sin dejar de mirarnos. Nos deseábamos el
uno al otro, no había forma de negarlo. Los dos nos metimos en la
piscina, sin nada puesto, el agua estaba justo por debajo de mi pecho,
las olas golpeando suavemente mi piel. Esperé con impaciencia a que me
tocara, pero lo único que él hacía era permanecer inmóvil a unos metros
de mí, tan sólo mirándome- bueno, eso, y lucir como un Dios griego. Era
una tortura apartar la mirada de su pecho al descubierto, y aunque el
agua empañaba la longitud de su cuerpo, era apetecible a la vista. Pero
el peor tormento era el anhelo sexual en sus ojos, era como si estuviera
recordando lo que se sentía tener su erección dentro de mí, él se estaba
imaginando lo que podía hacer para darme placer.
Dios, la emoción.Era juego previo. Y ya no podía retrasarlo más. Si él no venía hasta mí,
yo iría hasta él.
Me acerqué poco a poco mientras una sonrisa aparecía en su boca, yo
estaba escudado con la confianza que mi deseo por él me había dado,
tenía que tocarlo.
Cuando finalmente estuve a una pulgada de distancia, se burló “¿Tanto
me deseas?"
Me sonrojé como una granada y dejé caer mi frente sobre su hombro
izquierdo, "Sí." respondí honestamente. En un segundo, mis manos
encontraron su miembro bajo el agua, y dejó escapar un melodioso
gemido lleno codicia. Acaricié su gruesa dureza delicadamente,
avergonzado por mi atrevimiento, hasta que mis dedos se cerraron sobre
el sensible miembro redondo debajo de su erección palpitante. Mi cabeza
se mantuvo fijada sobre su hombro, tomando largas respiraciones, mis
manos comenzaron a moverse por sí mismas llevándolo a la sumisión.
Los sonidos que hacía cerca de mis oídos parecían suplicar más. Feliz por
la respuesta que estaba recibiendo, me puse más audaz. Lo vi anticipar
mi próximo movimiento, luego deslicé mi lengua entre sus labios
entreabiertos. Lamí juguetonamente, nuestras lenguas arremolinándose
la una con la otra. Lo vi volverse loco cuando me detuve de repente.
"No-" Él tomó mi cara con sus manos, "juega conmigo."
Sus ojos ardían en desesperación, y me encantó el poder, "¿Tanto me
deseas?" Me burlé.
"Sí." Respondió muy muy rápido, con una expresión mortalmente seria.
Él hundió su dedo en mi parte trasera sin previo aviso, empujando una
vez, dos veces, y luego una tercera vez. Dejé escapar un gemido,
apretando mi agarre en su virilidad.
"Bésame." Las palabras escaparon de mi boca.
Él hizo lo que dije, consumiendo todo de mi, cuerpo y mente. Su aroma y
sabor dulce directamente en mi boca, más sensual de lo que podía llegar
a imaginar.
Susurró entrecortadamente, "Luhan. Vamos a hacerlo hasta que veas
estrellas."
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STRANGER (HunHan) Resubida
FanfictionLuhan nunca se imaginó que en el lugar menos esperado, el chico que lo miraba por encima de la copa, le hizo olvidar que eran totales desconocidos. #"¿De verdad me has seguido hasta aquí?" Sonaba molesto. Abrí la boca para decir algo, pero antes de...