4. Locura

1.2K 104 89
                                    

José nunca tuvo conocimiento de aquel diario, era tal la tentación de leerlo que sus ojos se secaban al no parpadear por ver la pasta del libro. Este quizo abrirlo, pero un pequeño candado lo impedía, este, furioso, aventó el diario a la pared provocando que el pequeño candado se rompiera.

Este tomó el diario con una sonrisa macabra, este libro podía ser las respuestas a sus preguntas. Este rápido lo abrió y empezó a leerlo sin tomarse la molestia de limpiar el desorden.

[...]

Rosinha estaba acariciando la cabeza de Panchito mientras este estaba acostado en las piernas de la cotorrita. Rosinha se sentia muy mal al ver a su amigo destrozado, ya había pasado media hora y este seguía aferrado a ella.

–...Panchito, te vez bastante cansado, ven, te mostraré tu habitación...– Dijo Rosinha mientras trataba de levantarse.

Panchito solo la miró y asintió, este se levantó y la miró indicando que ya estaba listo. Rosinha se levantó y lo tomó de la mano para apoyar su cuerpo en su brazo izquierdo para empezar a caminar.

Mientras Rosinha lo guiaba a la habitación de huéspedes notó como Panchito tenía la miraba en blanco, esta se separó de él para darle unos pequeños golpes en su brazo izquierdo para hacerlo reaccionar.

–Hey, galo. Sabes, eres el primer hombre que viene a mi caso para solo quedarse a dormir, tu sabes.– Dijo para terminar con una risa tonta. Al ver que Panchito no le tomaba interes su risa fue bajando de volumen hasta desaparecer.

Rosinha posó su mano derecha en su frenteretirsndo algunos mechones de cabello tratando de pensar que hacer, nunca se había sentido tan nerviosa cercas de un chico.

–(¡Rayos, Rosinha! Solo lo estás aburriendo...)– Pensó mientras cubría su pico tratando de que no se le escapara alguna palabra.

Sin darse cuenta llegaron a la ficha habitación, esta un poco nerviosa tomó la perilla para abrir la puerta, Panchito pudo ver una hermosa habitación con una gran cama. Ella invito al gallo a sentarse en la cama para que pudiera comprobar la comodidad del colchón. Al hacer contacto visual, Rosinha solo volteó a otro lado para evitar ver esos bellos ojos azules.

–(Raios, como vou evitar isso?...)– En ese momento Panchito tomó las manos de Rosinha para poder volver a verla a los ojos. Rosinha tenía un sonrojo bastante grande, Panchito al notarlo solo sonrió un poco.

–Sabes Rosita, nadie había hecho esto por mi. La verdad...eres una persona muy portante para mí. Y me gustaría agredecertelo...–

–P-panchito, yo...– Dijo la cotorrita mientras sus mejillas se calentaba, ella solo se alejó un poco.

Panchito solo tocó las mejillas de Rosinha para poder llamar su atención otra vez. Cuando lo logro le sonrió.

–Me gustaría llevarte al centro comercial a comprarte algo que te guste, ¿Mañana estás libre?– Dijo con una gran sonrisa, Rosinha solo se sintió un poco...¿Decepcionada de alguna manera? Ella solo asintió de una mala gana y sacó su teléfono para  ver la hora.

Panchito esta muy confundido, no sabía que decir...

–¿Acaso hice algo malo...? –

[...]

Ya era la tercera vez que José leía del dicho diario y aún no lo podía creer, ¿Su amigo enamorado de el? Este solo aventó el libro para poder analizar todo lo que había leído.

Esclavo   ̶L̶u̶j̶u̶r̶i̶o̶s̶o̶ ̶ ̶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora