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(Rollf)- oye, te vez hecho un desastre, esa chica fue muy dura.
Wajk no quiero imaginar todo lo que hicie... Aunque podría imaginarlo je,je,je-

Ese gordo había notado que me veía fatal, ¡mierda!, no podía decirle a nadie lo que me había pasado.

-no e comido desde entonces.
Y no imagines nada puerco parlante.-

Subí corriendo por las escaleras, las heridas me ardían cada vez que subía un escalón.
Entre al cuarto y apresurado me quite la ropa que cubría mis heridas,me mire al espejo.
Me quede impresionado por lo que estaba viendo. Parecía un zombie, mi piel pálida, mirada cansada, ojeras y marcas, moretones, raspaduras y vendas en casi todo mi cuerpo.
Mi aspecto me causaba tristeza...

De repente alguien abrió la puerta, actúe rápido y me cubrí con un tapado que tenía serca.

(Darbo)- bien, ya no are chistes sobre nada.
¿Que te a sucedido?-

-me mordió por todo el cuerpo.-

(Darbo)- valla, lo normal es que el hombre sea el vampiro.
¡Ya estupido! Habló en serio.-

-¿recuerdas a aquel gordo al cual golpeaste? Bueno, el... No importa.
Es una tontería.-

(Darbo)- bien, no discutiré contigo sobre esto.
No quieres hablar sobre nada.
Pero, si notó que te comportas extraño entonces estarás en problemas.-

-¿de verdad? ¿No me obligarás a hablar?-

(Darbo)- lo siento, le prometí a mi chica que no te golpearía más.-

-¿Famla? Tunliel te prohibió que estuvieras con ella...

(Darbo)- si, pero luego llegamos a un acuerdo con algunas negociaciones...
Oh, mira la hora. Ya debo irme.-

Esa fue la conversación más extraña que tuve con Darbo...

Luego de ese día pasaron semanas.
Aveces me olvidaba por completo de lo que había vivido en la mansión de Fulgano, pero durante las noches, durante las malditas noches me levantaba con impulsos de sustos.
Pesadillas horribles, ese maldito fantasma no me dejaba dormir.
Tenía tanto miedo de dormir solo que me conseguí un gato al cual lo usaba como acompañante de sueños, también dejaba la luz prendida toda la noche y pensaba en cosas estúpidas antes de dormir para que el miedo fuera ignorado.
Recuerdo las noches, esas horribles noches, tube que voltear el espejo del cuarto porque el verme en el mientras intentaba cerrar los ojos para dormir solo me causaba pánico.

Seguían pasando los días.
Me decidí ir a la escuela.
Por alguna razón ya no sentia ganas de hacer maldades a nadie más...
Más bien tenía ganas de ser una persona callada y pasar desapercibido ante todos.
Recuerdo que ese día vi a Shiroja sentada sobre una banca alejada de todos sus amigos, ella leía un libro y sus expresión era de preocupación, se sentía insegura.

La ignore por completo y pase lejos de ella, no me detuve para mirar a nadie.

(Elia)- bonito día, ¿No lo crees?-

Elia me hablaba mientras caminaba detrás de mi, ella sonaba contenta.

(Elia)- oye, hace mucho que no te veo, quiero mostrarte una nueva obra que estoy escribiendo.-

Seguí caminado, no quería hablarle a nadie, como si estuviera cansado de hablar.

(Elia)- se llama "La mariposa sin alas"-

Me detuve y en un intento de no parecer diferente a lo normal le dije.
-¿mariposa sin alas? Suena absurdo.-

Ella soltó una pequeña risa.
(Elia)- si, suena muy tonto. La historia trata sobre una niña cuya vida era un desastre. Un día después de que su madre muriera y su padre la abandonara ella capturó una mariposa y le arrancó sus alas, la niña disfrutaba ver que el pequeño ser sufría y ella le preguntaba ¿como puedes seguir viviendo sin tus alas? ¿Como podrás seguir luchando si te arrancan la vida?
Bueno... Resulta que la niña encerró la mariposa en una botella con algunas hojas y a medido que iban pasando los días y la vida de esa niña iba de peor en peor ella notaba que aquella mariposa sin alas había sufrido un cambio.
Se convirtió en un gusano que se alimentaba de las hojas...-

-valla... No tiene mucho sentido.-

(Elia)- no debe tenerlo, son mis pensamientos y mensajes ocultos en lo profundo de mis sentimientos revelados ante enigmas que escribo.
No es para que cualquiera lo entienda.-

- eso suena bien...

(Elia)- si ja,ja,ja.
Por sierto...-

Elia se puso roja y miraba mis manos.

(Elia)- no recuerdo lo que sucedió después de que aquel tipo me ofreciera esas mentas en la fiesta, pero lo que recuerdo me pone muy feliz. De verdad nos divertimos bailando esa noche... Algún día de estos podríamos, bueno... Podríamos intentarlo de nuevo.-

-si.-

De verdad era una chica muy bonita y con una voz increíblemente suave.
Yo sentía algo extraño hacía ella, algo que me impulsaba a querer abrazarla, como si ella lo necesitará como si yo no estuviera completo sin hacerlo.
Pero no era amor... Era como un apego hacia algún familiar.

Camino ForzadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora