Único

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Sus caderas se movían al compás de la música electrónica que resonaba en el establecimiento

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Sus caderas se movían al compás de la música electrónica que resonaba en el establecimiento. Podía sentir el frió calar sobre su espalda su torso semi-desnudo, ya que seguía con el brasier puesto. A su alrededor había hombres, en su mayoría jóvenes, alentándola a seguir con aquel baile sensual.

Para su suerte nadie en el establecimiento parecía conocerla y es que para aquella chica llamada Katsuki Bakugo de poco le importaba que alguien le reconociera y observara el espectáculo que ofrecía sin ningún remordimiento.

Dio gritos cargados de emoción, y fue correspondida del mismo modo por aquellos hombres que le veían no con buenos ojos. No sabia cuanto alcohol tenían en sus venas pero eso no impidió que aceptara otro trago que el cantinero le ofrecía.

Katsuki era conocida por su temperamento lleno de enojo a la menor provocación y según ella se catalogaba en el grupo de mujeres que no se dejan llevar por un nombre. Pero si eso era así ¿Como había acabado así?

Entre la bruma provocada por la alta cantidad de alcohol ingerido, la hija única del matrimonio Bakugo logro recordar una conversación, voces de sus compañeros de agencia,y la voz del que era su amor secreto  pronuncia una respuesta que le partió el corazón.

No me gusta las cicatrices que tiene  Kacchan en su cuerpo.

Pensaba que aquel dicho de "una acción vale mas que mil palabras" era una completa mierda. Aquel peliverde le había dado entender en múltiples acciones que se preocupaba por ella,pero,al escuchar aquello,pudo entender lo que realmente le producía ella a Izuku Midoriya.

Asco.

Eso era lo que le producía.

Reteniendo sus lagrimas continuo con su baile enfrente de aquellas personas que no le importaba en lo mas mínimo su seguridad.

Total si a ella no le interesaba ¿Por que debería a otros preocuparle?

                     — ¡Kacchan!

Aquel grito rompiendo el ambiente tomo toda la atención de las personas del establecimiento hasta de la chica rubia que paro su baile abrupta mente al reconocer aquella voz cargada de autoridad y seriedad.

 Enfrente de ella y con una mirada de pocos amigos, se encontraba la razón de su borrachera; Izuku Midoriya.

Debía admitir que en otro momento el ver al chico le habría provocado un golpeteo insistente de su corazón, pero ahora simplemente no le generaba lo mismo, podía que estuviera bajo el efecto del frenesí pero solo sentía decepción.

Decepción de seguirlo amando.

                        — Kacchan. Nos vamos.

Ella dio una sonora carcajada y de un salto se encontró frente aquel joven.Tomo con cierta rudeza el cuello del suéter azul que el chico tenia y acerco sus rostros sin importarle el que el olor a alcohol  fuese insoportable para Izuku.

¡Shots De La Katsudeku Week 2018!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora