(SUSPENDIDA) "To The Moon" ♡ Malum

Calum Hood 15 años.(Parte 1)

Hacía mucho que no sabía nada de Michael, mi madre aún es amiga de la suya, pero evita mencionarlo, auque hace mucho que no duele, hace mucho que el espacio que él dejó dentro de mí se llenó, o al menos eso es lo que me digo todos los días.

Solía encontrarlo por los pasillos de la escuela entonces le sonreía y saludaba con la mano, pero él hacía como si no estuviera allí.

Después del primer año sin él comprendí que las cosas jamás volverían a ser lo mismo.

Luke y yo nos habíamos vuelto muy amigos, practicábamos con la guitarra juntos, claro que no se comparaba en nada con practicar con Mike, aún así las cosas se sentían naturales con Luke, de verdad creo que puedo ser yo mismo con él, sea lo que sea que eso signifique.

-Cal, deberíamos hacer un proyecto musical, algo como un cortometraje, tú y yo podemos tocar y... lo demás se me ocurrirá después- Los ojos de Luke brillaron con impaciencia, a veces se comportaba como un hermano pequeño al que hay que cumplirle todos sus pequeños caprichos, esa carita siempre me convencía.

-Creo que es buena idea, pero una guitarrista y un bajista no son suficientes- comencé a reír y él hizo un pucherito, este chico sí que sabía manipularme. -Pero si tantas ganas tienes, busquemos a alguien más, pero debes tener una idea concreta para mañana.-

Su cara se ilumino con alegría, me dedicó una sonrisa y salió corriendo.

No quería decepcionarlo, pero sólo quedaba una semana de vacaciones y un proyecto raro no sonaba como el mejor plan.

Volví a casa como a eso de las 9pm como hacía siempre, pero por alguna razón mamá se veía molesta y preocupada, podías ver como debatía en su mente si hablar o no.

-¿Qué pasa ma?- Su respuesta tardó unos minutos, pero pareció una eternidad.

-Michael vino a buscarte.

-¿Michael?- Traté de sonar lo más despreocupado posible, pero por su expresión me di cuenta de que no lo logré -¿Y le pediste que se fuera?

-No, su madre está muy preocupada por él, cree que hablar contigo le hará bien, te espera en tu habitación.

Me quedé totalmente sin palabras, caminé a mi habitación, mientras subía comencé a planear todo lo que le diría, lo mucho que lo odiaba, lo poco que me preocupaba lo que le estuviera sucediendo, lo mucho que dolía su abandono estos años...

Abrí la puerta y él estaba parado allí, tan perfecto, todas las ideas se revolvieron en mi cabeza, mi estomago se llenó de mariposas, sentí una gota de sudor rodar por mi frente y entonces se giró hacía a mí, sus perfectos ojos verdes dejaban en evidencia lo mucho que había estado llorando, sentí como mi corazón se rompía en pedazos, pero debía ser fuerte.

-Debes irte

-Calum yo...- antes de que terminara tan sólo una frase su voz se quebró y comenzó a llorar, Instintivamente me acerqué a él y lo rodeé con mis brazos, olía a alcohol, humo de cigarrillos y sudor.

-Michael, ¿Qué has estado haciendo?

-Cal, por favor no me odies, tú no, eres él único que aún cree en mí, sin ti no tengo nada.

-Por favor calmate, todo se va a arreglar.

Ahora que sabía que estaba ebrio no podía tomarme todo en serio.

Le quité la ropa y lo obligué a meterse en la ducha, no protestó. Al terminar le puse una pijama, le pedí que se metiera en la cama y lo arropé.

Se quedó dormido bastante rápido, me quedé observandolo durante toda la noche, se veía tan perfecto e inocente.

Después de un rato no pude resistir y lo besé, sus labios se sentían tan cálidos y familiares... Sentí como despertaba, traté de alejarme rápidamente pero me tomó del brazo y comenzó a besarme, pensé en alejarme, pero la sensación de su lengua contra la mía me estaba haciendo perder la cabeza, sentí sus manos torpes recorriendo lentamente mi espalda, lo cual me provocó un pequeño escalofrío. Tomé valor y empecé a tocarlo también, su pecho marcado que daba a notar que ya no era ese pequeño que solía conocer, tomando eso como una invitación me jaló hacía la cama y comenzó a desabotonar mi camisa, sus manos quemaban mi pecho. Decidí recorrer el resto de su cuerpo con mis manos, noté como su miembro comenzaba a endurecer con cada nueva caricia.

Me armé de valor y metí mi mano dentro de sus pantalones, los besos se volvieron más intensos y de vez en cuando se separaba de mí para soltar pequeños gemidos...en un momento, como si recobrara el sentido me empujo con todas sus fuerzas, se acomodo la ropa, tomó sus cosas y salió corriendo.

No entendía nada, todo se sentía muy irreal.

Me quedé dormido en el suelo donde había terminado después del empujón, de vez en cuando me sorprendía a mi mismo soltando pequeños sollozos de dolor.

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(: Gracias por leer, disculpen la poca coherencia y esas cosillas. ♥