Habían pasado ya dos años desde la horrible discusión que las había separado... de haber dejado de verla... Y para ese momento Fate que iba a la mitad del onceavo grado podía notar que le faltaba muy poco para terminar esa etapa e ir a la universidad. Signum ya estaba en doceavo y aunque pronto la secundaria terminaría para ella e iniciaría con sus clases de la universidad ella seguía diciendo que continuarían con su amistad sin ningún problema... Al fin y al cabo el campus quedaba cerca del área donde vivían y no era necesario abandonar sus hogares para ir a clases así que la rutina continuaría siendo la misma aun con aquel cambio. Fate se sentía un tanto aliviada ante esa situación pues el no perder su amistad más valiosa era importante para ella. Contar con Signum así como con Shamal la hacían notar más tranquila ante la futura realidad que la llevaría a afrontar su próxima adultez. Apenas había cumplido los diecisiete y a veces se sentía extraña al notarse menos niña con el paso del tiempo muchas cosas cambiaban en su vida de forma diaria pero había algo que no parecía hacerlo o por lo menos no disminuía como ella había deseado... Ese amor que sentía por Nanoha seguía intacto en su corazón o tal vez había seguido aumentando con el paso del tiempo... No lo sabía a ciencia cierta... No tenía idea de cómo definirlo, pero el vivir frente a ella solamente la hacía sufrir más y no podía olvidarla al verla a diario al salir o al llegar a su casa no ayudaba. Cada día era más hermosa y algunas veces obtenía información de Hayate cuando la llegaba a encontrar con su hermana o cuando visitaba a Signum en su casa... Ella era algo de lo que necesitaba saber, que necesitaba sentir que tenía cerca para poder continuar y aunque hubiera tenido algunas relaciones bastante efímeras con algunas chicas nada ni nadie la sustituía en su corazón. Nunca podía durar mucho tiempo con ninguna chica y siempre utilizaba la excusa de no tener un permiso total de sus madres para una relación más formal incluso aún sabiendo que Nanoha también había tenido varias relaciones con otros muchachos de manera totalmente formal ella no podía odiarla o sacarla de su mente. Nada podía remplazar el vacío que la pelirroja había dejado en ella, estudiar, jugar soccer, practicar boxeo e incluso salir a fiestas donde podía tomar alcohol y divertirse no le parecían nada comparado a los recuerdos del tiempo que pasó con ella. Con el paso de los meses todos se habían acostumbrado a aquella tristeza fijada en sus ojos y a la normalidad de verlas no dirigirse la palabra se había vuelto una costumbre para ambas familias. Nada había cambiado en su comportamiento, ni siquiera aunque Hayate fuera la novia formal de su hermana desde hacía un año, aunque sabía perfectamente que esas dos tenían más tiempo juntas y que debido a eso en algunas ocasiones llegarán a encontrarse por causalidad nada las había vuelto a acercar y aunque eso le doliera demasiado no había mucho por hacer, ambas habían tomado su decisión y ella no la cambiaría sobre todo porque Nanoha realmente parecía haber dicho la verdad sobre su falta de amor romántico hacia ella. No debía seguir lamentándose por aquello... lo sabía perfectamente así que siempre despertaba con la idea de olvidarla aunque fuera solo un poco... Pero no podía... de cierta forma su corazón no se lo permitía.
Sabía perfectamente que estaba mal el seguir sentándose en la ventana de su habitación que daba hacia el frente de la casa Takamachi mientras tocaba la guitarra y miraba las estrellas esperando que ella apareciera por un breve instante para poder ver su hermoso rostro para después inmediatamente pensar en sus hermosos ojos azules, recordar su sonrisa y las travesuras que alguna vez habían hecho... Sabía que eso no ayudaban en nada a su plan para olvidarla mucho menos cuando su mente la llevaba a recordar el único beso que habían compartido y que nada lograba apagarlo este se mantenía como fuego incendiando su boca incluso aún después de haber probado otras bocas, sabía que lo mejor sería seguir los consejos de Signum para poder lograr olvidarla... Debía buscar una chica hermosa y amable que la quisiera de la misma forma con la cual pudiera tener algo formal distrayendo así su mente de recuerdos tontos que no la llevaban a nada en particular. Tenía que llevar a cabo esa solución pronto o aquello la llevaría a terminar más desolada y sola de lo que muchas veces llegaba a sentirse y sobre todo más enamorada de la única persona que jamás podría tener.
ESTÁS LEYENDO
Siempre te he amado
RomanceNanoha y Fate se conocen en la infancia formando asi una entrañable amistad que con el tiempo se convierte en amor, aunque Fate lo aceptara rápidamente y se lo dira a Nanoha, está por miedo no lo aceptará aunque sienta lo mismo, alejándose hasta que...