Cap VIII - Recuerdos.

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Diana se encontraba en el baño de la academia Luna Nova. La rubia se miraba a sí misma en el espejo. Su expresión era de lo más serena posible.

No sabía exactamente si lo que había pasado era su culpa o simplemente era un castigo por andar cediendo ante las peticiones y demandas de personas sin modales o responsabilidad alguna.

Aunque más de la mitad era su culpa, bien pudo decir que NO.

Se tocó con delicadeza el ojo morado que tenía y los pocos rasguños que habían en su rostro. Al parecer había sufrido un terrible accidente.

—Ahhh... —Cerró sus ojos y suspiró por lo bajo.

No perdió tiempo y abrió la puerta del mueble de baño donde se guardaban los medicamentos. Tomó una lata de spray medicinal con el logo de un duende irlandés dibujado en la lata y procedió a aplicarlo en su ojo afectado.

Mantuvo sus ojos cerrados mientras se aplicaba dicho medicamento. Mientras lo hacía, los recuerdos de lo sucedido hace horas, no. Empezó a recordar lo que había pasado a lo largo del mes.

Debía saber donde comenzó todo.
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Era más de la medianoche y un par de chicas en pijamas, se encontraban en el jardín de la escuela de magia dónde vivían por mientras recibían sus respectivas clases para convertirse en unas brujas expertas en el futuro.

—¡Tía freyre! —Gritó Akko mientras saltaba de un lado a otro, montada en su escoba.

—Intenta calmarte, si lo fuerzas nunca podrás volar —le aconsejó Diana. La rubia se encontraba de brazos cruzados observando fijamente a la chica oriental mientras está intentaba volar.

—¡Tía freyre! —Repitió esta, se veía muy molesta.

—Señoría Kagari, obedezca —le pidió Diana de forma serena.

No lo demostraba pero esta chica la desesperaba un poco.

—Recuerde, concentrarse —volvió a aconsejarle.

Akko se enfureció muchísimo, así que sujetó con fuerza su escoba y se preparó para dar un gran salto.

—¡TIIIIIIIAAAAAAAAA... —Se preparó para saltar.

—Le recomiendo no hacer eso —Diana hizo un ademán con sus manos para que se lo tomará con calma pero la burra esa no escuchaba.

—¡FREYYYREEEEEEEEEEEE!

Al gritar el conjuro. Dio un gran salto en el aire, elevándose un par de metros, extrañamente su cuerpo empezó a brillar de color verde llamando mucho la atención de la chica Cavendish.

—"¿Y eso?" —Se preguntó Diana. Observaba a la castaña flotar en el aire.

—¡Lo hice! ¡Lo hice! ¡Lo hice! —Celebraba Akko alzando sus brazos al aire. Pero muy poco le duró su felicidad, ya que su cuerpo dejó de brillar y al instante dejó de flotar en su escoba. —Oh... Oh... —Observó a la cuarta pared por unos segundos para después empezar a caer. —¡AAAAAAAAAAAAAAAAHHH! ¡Aaaaaahh! —Empezó a gritar con una voz chillona.

Diana se apresuró a sacar su varita para lanzar un hechizo que amortiguara la caída de su compañera de cuarto.

—Oh no...

Pero recordó que la dejó en la habitación ya que solo iba a estar aconsejándola y eso no requeriría de usar magia.

*PLAAAAAAAAMMMMM*

La rubia cerró sus ojos y apretó los dientes al escuchar el estridente sonido provocado por el impacto de algo al chocar contra el suelo.

Lentamente los abrió y se giró para ver que fin había tenido la castaña.

La Elegida - Little Witch Academia Fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora