CAPÍTULO 5

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NARRA ANA

Estaba decidida, lo iba a hacer pero justo cuando mis labios estaban a punto de chocarse con los de Miriam alguien abrió la puerta del baño corriendo. Era Amaia y al vernos en esa situación creo que se sintió culpable por habernos cortado todo el rollo.

Amaia: Buah lo siento chicas no sabía que estábais aquí, yo solo venía a ponerme una compresa porque me acaba de bajar la regla.

Miriam y yo nos miramos y empezamos a reírnos a carcajadas y es que era imposible no hacerlo con la espontaneidad de Amaia y lo directa que era diciendo las cosas.

Amaia: Chicas en serio siento haberos interrumpido, yo me cambio y os vuelvo a dejar solas.

Yo iba a contestarle a Amaia pero Miriam se me adelantó.

Miriam: No hace falta Amaia, nosotras íbamos a volver a la pista con los demás, verdad Ana?

Dijo eso mirándome con una sonrisa que yo no sabía a que se debía pero prefería seguirle el rollo y preguntarle después cuando estuviésemos a solas.

Ana: Si claro, no te preocupes, nosotras nos vamos ya.

Y después de decir esto Miriam y yo salimos juntas del baño de la discoteca en busca de los demás. Vi que ella no tenía la intención de hablar de lo que acababa de suceder así que lo hice yo porque ya me estaba empezando a comer la cabeza.
No sabía si Miriam le había dicho eso a Amaia para salir de aquella incómoda situación pero realmente si quería seguir allí sola conmigo y besarme que era lo que iba a pasar o no quería y la interrupción de Amaia le había salvado la vida.

A: Miriam un momento...

La agarré de la mano para que parase antes de reunirnos con los demás. Ella se dio la vuelta y me miró a los ojos.

M: Dime
A: Creo que tenemos que hablar de lo que ha pasado en el baño...
M:Querrás decir de lo que hubiera pasado si Amaia no hubiera llegado.
A: Bueno si Miriam, tú me entiendes.
M: Y qué hubiera pasado Ana?
A: No lo sé Miriam, dímelo tú, porque yo tengo muy claro lo que quería que pasara pero no sé si tú querías lo mismo. No me ha dado tiempo a descubrirlo.
M: Ana, solo te voy a decir una cosa y espero que te sirva de respuesta... Créeme que si no quisiera lo mismo que tú te hubiera frenado a tiempo pero no lo hice.

A Miriam parecía que le costaba decirme claramente que ella también me hubiera besado pero con esa respuesta que me dio me quedé más que satisfecha. Me bastaba con saber que ella también  tenía ganas de besarme.

A: Todavía estamos a tiempo de hacer lo que las dos queremos...

Le dije eso mientras me acercaba más a ella y le miré sus labios mientras que me mordía los míos tratando de aguantarme las ganas de besarla que tenía otra vez.

M: Creo que eso puede esperar canaria...

Y en cuanto dijo eso se marchó a la pista de baile junto con los demás.

Definitivamente a la leona le encantaba volverme loca y dejarme con las ganas de besarla y en parte ese juego me gustaba.
Quizás esa noche no fuera el momento pero iba a besar a Miriam y lo iba a hacer pronto eso lo tenía clarísimo.

Pasé el resto de la noche bailando con Mimi, Nerea y Aitana. Traté de no acercarme mucho a Miriam, no porque no quisiera sino porque si lo hacía no iba a poder soportar las ganas de besarla y ella había decidido que esta noche no era el momento y yo quería respetar su decisión aunque me costase trabajo.

Ya eran las 6 de la mañana y todos decidimos que era buena hora para volver a casa. Había que tener en cuenta que era sábado y ya el lunes empezábamos la universidad así que queríamos aprovechar el domingo para descansar.
En el camino de vuelta no iba con Miriam ya que su casa estaba lejos de la mía, me despedí de ella con un abrazo y con muchas ganas de que llegara el lunes para volver a verla.

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