CAPÍTULO 1

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NARRA ANA

Estaba en el aeropuerto esperando a que llegara Agoney, nuestro vuelo a Madrid salía dentro de 2 horas, pero quedamos con tiempo porque este chico es el típico que siempre llega tarde.
Estaba nerviosa, era la primera vez que viajaba fuera de las Islas sin mi familia, lo único que me tranquilizaba era que Agoney venía conmigo, él es como mi hermano, ya que lo conozco desde que éramos unos enanos. Los dos habíamos decidido después de acabar bachillerato, irnos a Madrid a estudiar Arte Dramático, ya que era nuestro sueño.
Estaba distraída haciendo una sopa de letras cuando de repente alguien me tapó los ojos por la espalda, con solo olerlo sabía que se trataba de Agoney y seguidamente le aparté sus manos de mis ojos y lo miré sonriente.

Ago: Alaaa, ¡me has estropeado la sorpresa!
Ana: ¿Sorpresa de qué? ¿Si siempre me saludas de la misma forma?
Ago: Qué tonta eres. Bueno, ¿estás nerviosa? Hoy empieza nuestra nueva vida.
Ana: Sí, un poco, pero tengo ganas de llegar ya.
Ago: Ana, ¿te pasa algo? Te noto poco ilusionada, o quizás son cosas mías.
Ana: Bueno, la verdad es que por una parte tengo muchas ganas de ir, pero por otro lado siento que voy a echar de menos a mi familia, pero en especial, ya sabes, a Hugo.
Ago: Ana te entiendo, a mí me pasa igual, pero con mi familia. Tranquilízate, estoy seguro que va a ser una de las mejores experiencias de nuestra vida, vamos a conocer a mucha gente.
Ana: Gracias, sabía que contigo me iba a sentir más segura.

Ago y yo siempre hemos tenido una conexión muy especial, con sólo mirarme ya sabía lo que estaba pasando por mi cabeza y viceversa, ni siquiera tenía que decírselo. Él sólo con un simple abrazo o unas de sus palabras me hacía sentir mejor.
Nos montamos en el avión y cuándo quise darme cuenta ya habíamos llegado a Madrid, el viaje se me pasó muy rápido en gran parte porque estuve casi todo el tiempo dormida.
Llegamos y directamente fuimos a por un taxi que nos llevaría a nuestro nuevo hogar. Ago se había encargado de organizarlo todo, eso sí, siempre contando con mi opinión, y al final decidimos alquilar un piso que no era muy grande pero la verdad es que estaba muy bien además de que nos pillaba bastante cerca de la universidad y eso era una gran ventaja.

Llegamos al piso a los 20 minutos y cuándo entré me sorprendió mucho, me pareció muy acogedor y la verdad que no me costaría nada hacer de él nuestra nueva casa.
Durante el resto del día estuvimos vaciando nuestras maletas y haciendo algunas compras, también fuimos hasta la universidad para saber bien dónde estaba y para irnos aprendiendo ya el camino.

Ya era cerca de la hora de cenar cuando Ago me dijo de avisar a tres amigas suyas que las conoció gracias a su hermano y a mí la verdad que no me pareció mala idea. Yo creía que allí no conoceríamos a nadie y tendríamos que empezar de cero pero no sería así ya que Ago durante el viaje me contó que conocía a tres chicas de la ciudad y que eran muy majas, por eso me mostré muy positiva a la hora de tenerlas como visita en casa.

Era las 10 de la noche y llamaron al timbre, la verdad que las chicas fueron muy puntuales. Fueron entrando de una en una, la primera fue una chica del pelo castaño que estaba todo el rato sonriendo, saludó a Agoney con un fuerte abrazo y dos besos y después de esto se dirigió a mí.
-Hola soy Amaia, encantada de conocerte!
-Ana : Hola Amaia, yo soy Ana y lo mismo te digo
-Amaia : Buah Ana eres guapísima, sé que acabo de conocerte pero te lo tenía que decir.

Yo la verdad que me quedé un poco sorprendida después de ese comentario, no me lo esperaba pero me gustó y Amaia me pareció una chica muy directa y sincera lo cual me encantó.

-Ana: Ala, muchas gracias Amaia, tú también eres muy guapa.
-Amaia : Gracias.

Después apareció otra chica con el pelo rubio, ella fue mucho más cariñosa, se nota que era la típica que te acaba de conocer y ya te trata como si fueras su amiga de toda la vida.

-Hola, soy Mimi, encantada de conocerte, Ago me ha hablado mucho de ti- me dijo
Ana: Hola Mimi, yo soy Ana, encantada de conocerte también.

Después de saludar a ellas dos me fui hacia la puerta del piso para cerrarla sin acordarme de que quedaba otra chica por llegar y me di cuenta cuando vi a alguien hablando por teléfono en el pasillo y supuse que era ella. Estaba de espaldas y sólo pude fijarme en que tenía un precioso pelo rizado y rubio que me encantó. La chica pareció darse cuenta de que yo estaba ahí porque colgó de inmediato y yo me fui corriendo al interior del piso para que no me viera y pensara que la estaba espiando. A los pocos segundos ella apareció en la puerta del piso y entró, Ago la vio y le dijo que entrara y ella se dirigió directamente a mí para presentarse.

-Hola soy Miriam, tenía muchas ganas de conocerte, Ago me ha hablado mucho de ti.
Yo me quedé embobada en su sonrisa mientras ella me miraba, se acercaba y me daba dos besos.
Ana: Hola soy Ana. - Eso fue lo único que pude decir, no sé qué me pasó pero no me salían más palabras de la boca.
El resto de la noche estuvo bien, cenamos unas pizzas y estuvimos todo el tiempo hablando y contando anécdotas que nos hacían reír. Al cabo de un rato Amaia, Mimi y Miriam se fueron y yo me quedé sola con Ago.

Ago : Bueno qué tal? Qué te han parecido mis amigas?
Ana: Pues muy bien, se nota que son muy buena gente y me han caído muy bien.
Ago : sí, sí que lo son, bueno sobre todo Miriam no? Que me he dado cuenta que no le has quitado el ojo de encima en toda la noche.
Ana: Qué dices Ago? Hombre claro que me ha caído bien pero al igual que Amaia y Mimi.
Ago: Bueno vale lo que tú digas pero no me podrás negar que es muy guapa y tú y yo ya sabemos que no sería la primera vez que te interesas en  alguna chica.
-Ana: Bueno si Ago es guapa pero ya está, no sé a qué viene tanta preguntita, además ya sabes que yo estoy con Hugo.
-Ago : Vale vale, no te enfades.
-Ana: Sabes que no puedo enfadarme contigo, bueno estoy cansada y quiero irme ya a dormir así que buenas noches amor.
-Ago : Buenas noches Anita, hasta mañana, descansa.

Después de despedirme de Agoney me fui a mi habitación, me duché, me puse el pijama y me metí en la cama. No sé por qué pero no podía sacarme de la cabeza la imagen de Miriam, su voz, sus ojos, su pelo, su olor... Y tampoco entendí la conversación con Ago, ¿tanto se me notó que no podía dejar de mirarla? Bueno Ana deja de pensar en Miriam e intenta dormir, además tienes novio y no puedes andar pensando en otras chicas. Me autoconvencí de que pensaba tanto en ella porque me cayó muy bien y me pareció una chica muy simpática pero una parte de mí sabía que no era por eso, que a lo mejor era algo más pero ni me atreví a pensarlo. Esa noche soñé con Miriam.

Bueno pues aquí tenéis el primer capítulo de la novela! La verdad es que estamos muy ilusionadxs con esta historia y esperamos que os guste! Dadle amor y así nos motiváis a seguir adelante! 💜💜💜

LÁGRIMAS INVISIBLES || WARIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora