La semana se la pasó normal, sin nada que contar, aparte de que su madre le habló sobre la Universidad y dijo que tendría que buscar un empleo para conseguir su propio dinero, lo cual, entendió a la perfección; ella tiene que cuidar a las cuatro hermanas menores del ojiazul, sola. Su padre vive en Canadá y no han sabido de él en ya quince años, pues se separaron cuando era muy pequeño como para entender que era tener padres separados.
La manera de pasar los días no fue fácil, Harry estaba en la mente del castaño las venticuatro horas del día, y le contó a su madre sobre el tema, lo único que le dijo era que se estaba enamorando perdidamente de un chico, ya que Jay siempre observó que su pequeño tarde o temprano se iba a enamorar, y podía jurar que sería un puro y magnífico amor, pues deducía que Louis era enamoradizo, pero esos amores del pasado fueron pasajeros tal cual lo describe el tiempo, nunca le contó sobre ello hasta ahora.
Ella entendió que no le gustaran los hombres, y por eso sonrío cuando vio que su hijo estaba confundido. También le dijo que no importara de que sexo o que apariencia tuviera, el amor venía y te cegaba. La última parte no la encontró más que una simple frase de madre, pero las madres siempre tienen la razón, le hizo caso y admitió que se enamoró de un recién conocido y que tenía que decirle como se sentía, por lo cual le agradeció a la mujer y se fue a su habitación, esperando a que fuera viernes para ver al rizado.
Que el rizado estuviera confundido era poco decir, estaba realmente perdido, ¿qué pasaba entre ellos? Tenían una cita... el viernes, y apenas se dedicaban la mirada en los pasillos.
Como el tiempo pasa, el esperado día llegó. Se quedó acostado hasta que su madre le llevó almuerzo a la cama, la verdad no se lo pidió, pero ella lo hizo igual, Anne es un amor de persona a pesar de que su hijo sea un perezoso. Se levantó, vistió unos skinny jeans negros, camisa blanca, abrigo gris, gorro de lana del mismo color y los zapatos negros que nunca dejaba de usar por cualquier extraña razón. Era temprano, daban recién la una de la tarde cuando terminó de arreglarse, y marcó el número de Zayn para ver si estaba en casa.
– Hola, ¿Zayn? –habló con el celular en la oreja.
– Diga rizos, ¿qué pasa? –respondió un casi dormido Malik.
– ¿Estás en el departamento? Necesito hablar contigo...
– Estaba durmiendo mi siesta... claro que puedes venir Harry, te espero en diez minutos. –contestó el amigo.
– Bien, gracias, ahí nos vemos. –cortó la llamada y bajó al primer piso en seguida.
Va llegando a casa del morocho y de repente ve a Louis salir de las escaleras.
– ¡Harry! Hola...
No sabía que decir aparte de – Uh, hola Louis –vaya, así es como saludas ahora.
– ¿Qué haces aquí? Pensé que nos veríamos a las cinco –siguió el ojiazul, pensando su diálogo luego de segundos sin hablar.
– Bueno, eh… venía a hablar con Zayn, también vive aquí.
– ¿Zayn no había quedado con alguien para salir? Creo que era un tal Liam –dijo el castaño, juntando sus manos un tanto nervioso.
– Me lo tendría que decir... –golpeó la puerta del apartamento de Zayn y nadie atendió, abajo había una nota que decía "Harry: se me olvidaba que le prometí a Liam salir con él esta tarde y me quedé sin saldo para marcarte. Lo siento rizos, otro día me cuentas lo que te pasa :) Zayn.
Harry hablaba en su mente: bien hecho Malik, te olvidaste de tu amigo, la próxima estás muerto.
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Finally Say It | Larry AU (M-PREG)
Fanfiction"Espere todo este tiempo para finalmente decirlo..."
