4: Chico lindo

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Fue hace un par de semanas cuando Dong Mi se dio cuenta del peligro que corría si no ponía manos a la obra a sus calificaciones. Un lunes. Odiaba los lunes. Y justamente fue un lunes el día en que reparo en el hecho ante sus ojos.

Estaba en la cuerda floja.

Sus notas eran pésimas, las peores. De hecho ella era lo peor, el último lugar en el rango de los de su generación en la escuela: el 300. Así que, asumiendo eso con todo lo que implicaba, era de suponer que estaría en la crítica situación de no tener un lugar en la universidad por más que lo intentara. Y a eso sumenle la decepción familiar.

Un futuro no muy lejano con ella viviendo bajo un puente pidiendo limosna a desconocidos, bañada de rocío y con los ineptos de sus compañeros burlándose de ella (creyéndose los mejores por un precario número) no parecía muy lejano.

Solo que, Oh Dong Mi no era una incompetente tonta sin remedio.

No presumía ni nada de ello pero sin lugar a dudas era mucho más inteligente que todos esos 299 lugares y por eso no caía en la trampa de la sociedad coreana de ser el número 1, porque ella era el número 1 en su mente, para solamente ella, no para todos esos burócratas que querían que fuese la mejor, que fuese un títere a manipulación libre, uno más de sus objetos/ trofeos vivientes.

Y se estaba exaltando.

Golpeó su cabeza con la banca provocando que todo el salón la volteara a ver, o al menos los que se encontraban aún dentro.

La verdad es que le enojaba muchísimo la escuela, si fuese por ella viviría del aprendizaje de la vida, con una mochila y su onni, viajando por todo el mundo.

Aghhhh ¡Odiaba esto!

El grupo en oposición a sus ideales estaba conformado por sus padres, familiares y la sociedad. Con las 2 primeras partes podría lidiar, eran muchos los jóvenes que vivían felices aún en contra de los que su familia quería para ellos; el problema radicaba en la tercera parte. Cuando toda la sociedad se pone la bandera de "Ella NO tiene la razón" se complicaba.

Era Oh Dong Mi contra la sociedad. Y ella siempre perdía, ya que nadie más que su onni demostraba estar interesado en su punto de vista, después de todo ¿Quién se quiere fijar en los deseos del último lugar?

Ughhrrr ¡Y eso no le interesaba en lo más mínimo! ¡Que todos se quedaran en esa posición le valía un comino!

¡Le enfermaba el último lugar! ¡¡Le enfermaban todos los números que "clasificaban" la calidad de la gente!!

Agggghhhhh....

Respiro para calmar su furia.

Solo debía subir sus notas. Fácil, solo trabajaría en clases. Cosa que nunca había hecho.

Y para completar su entrada a la universidad la matrícula que sin lugar a dudas sus padres no se atreverían a "pagar" (sacrificar) completamente, la solventaría exorcizando fantasmas.

En un intento por tranquilizarse rompió el par de plumas que sostenía por la mitad.

Solo requería de un socio que hiciese el trabajo.

Y por eso, solo necesitaba que Dong Si Cheng confirmara su participación en el grupo "salva almas de fantasmas"

Y de paso salvase la suya.

≈≈

-Win win-nie- habló Lee Taeyong.

El chico continuaba bajo su banca observando constantemente la ventana.

"¿Qué le pasa?" le preguntó sin emitir sonido alguno Taeyong a Jeno.

"No lo sé" respondió de igual manera el menor, resaltando lo expresado con sus gestos.

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⏰ Última actualización: Oct 04, 2020 ⏰

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Tu y yo viendo fantasmas- Win win (NCT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora