Tu y yo viendo fantasmas- Win win (NCT)

3:Seré tu nueva sombra, socio.

Claro, ¡alguien lo seguía! La sensación de que alguien lo seguía era muy intensa.

Y luego de un par de horas se dio cuenta de que ese alguien era Oh Dong Mi cuando sus miradas coincidieron.

Deseo no haberlo notado en ese entonces.

Dong Si Cheng le sonrió tímidamente pero el gesto se esfumo en breve al notar como Oh Dong Mi solo se le quedaba viendo. << ¿Por qué me ve así? >>. Se removió algo incómodo en la silla del comedor.

Regresó la mirada y nuevamente ella no dejó de observarlo fuertemente.

Se sintió algo asustado a pesar de que la chica midiera como máximo 1.55 m, y ese fleco y pequeña coletita la hicieran ver como una niña de primaria. Lo veía muy intimidante.

Tragó en seco. Dong Mi continuo observándolo desde la única mesa desocupada a tres mesas enfrente de donde estaba el con sus amigos; ni siquiera para comer su sopa desviaba la mirada. Era la única sentada allí.

-Si Cheng

-¿eh?- dijo él con un poco de sopa en la cara. Sus acompañantes se reían mientras Jaehyun le pasaba una servilleta.

-Parecías perdido- tardo un poco en terminar de procesar la palabra "perdido" en coreano, traduciéndola lo mejor que pudo al chino. Lo seguía mirando.

-Realmente me siento perdido- agregó poniendo una mueca de una combinación de nervios y miedo provocados por Oh Dong Mi.

≈≈≈

Win win sacó un libro de la estantería de la biblioteca encontrándose de repente con la cara de Oh Dong Mi al otro lado. Se llevo una mano al pecho, de verdad que no se lo esperaba.

-Usted puede ver fantasmas

-¿eh?- <<¿eh? ¿Le hablaba a él?>>

-Puedes ver fantasmas- le repitió ella apoyándose aun más en la estantería, de puntitas

-No...yo...no- complementó apresurado.

-Ni siquiera se atreva a negarlo- lo miro acusadoramente. Sobre ellos volaban una especie de pequeños fantasmas en forma de panditas y del tamaño de lapiceras.

Gracias a ello ya no habría forma de ocultarlo; al dirigir su mirada a los espíritus parecidos a panditas volando como con especies de rebotes de un lado a otro de la estantería le reveló a Oh Dong Mi que sus sentidos eran capaces de percatarse de su presencia.

-Ayúdame- dictó.

Aun no se atrevía acercársele. Miro a otro lado aparentando analizar la propuesta. En un movimiento rápido volvió a poner el libro tapándole la cara a la joven y salió corriendo de la biblioteca seguido por la chica.

"Shhh" Los presentes y la bibliotecaria les gritaron exigiendo el silencio del recinto.

Bajó las escaleras velozmente.

-¡Yah! ¡Deja de seguirme!

-¡No lo hare!

Si Cheng paró en seco, cosa que Dong Mi no noto llevando a que chocara contra su espalda y terminaran rodando en las pocas escaleras que quedaban.

Ya en el suelo, ambos, a al menos 1 metro de distancia, sollozaron por lo bajo. La más pequeña se limito a morderse la manga del uniforme para reprimir un grito. Qué golpe tan duro.

-¡Oye!- le grito a Win win dejando la formalidad a un lado.

-Ayyy- el chico se sobo la pierna.

-¡Ayúdame!

-¡No quiero!

¿Uhm? [¿Me dijo que no?]- ¿Por qué no?- pregunto con sorpresa y en un tono menor. Con los ojos más abiertos de lo normal y dejando de tocar su cuerpo adolorido, frenando de inmediato todo lo que hacía.

-Necesito dinero- repuso implorándole.

Ella aprovecho su posición para inclinarse hacia Win win como si de un rey se tratara; levanto su cabeza sobre sus manos juntas- Ayúdame por favor.

Win win se levanto y dispuesto a correr de nuevo sintió algo de culpabilidad- Podrías, levantarte, por favor- le pidió en un tono de suplica, bajito.

Mientras se levantaba miró como el chico le ofrecía la mano para subir. La tomó para apoyarse un tanto incómoda.

-Ni siquiera se tu nombre- dijo Si Cheng sin mirarla. Sí que lo sabía pero él no lo pensaba admitir.

Oh cayó en la cuenta de que no se había ni presentado, solo lo había espiado todo lo que pudo y perseguido cuando comprobó que el también notaba a los espectros. Que impulsivo de su parte.

-Me llamo Oh Dong Mi y necesito tu ayuda- levanto sus manos juntas sobre la cabeza como hace un instante. Win win ajusto su mochila al hombro-que dolía- cambiando su gesto serio- "lo..., lo pensare"- le dijo con todo su esfuerzo.

-¡¿De verdad!?- la chica sonrió satisfecha- está bien...- sonrió astuta- hasta luego socio.

<< ¡Pero todavía no había aceptado!>> La vio alejarse.