[Capitulo 2]
Las cosas se pusieron extrañas desde entonces. Si Cheng veía como mínimo a 2 o 3 reporteros colándose a las instalaciones en busca de alguna otra "muestra fantasmal", el sentía como le pisaban los talones en busca de una entrevista.
En determinado momento estuvo a punto de darle una a un señor con una barba larga y canosa y que tenía pinta de motociclista por la chaqueta de cuero y lentes oscuros que usaba. Si Cheng estuvo confundido, creía que en Corea del Sur no había motociclistas, ni siquiera adultos con una barba tan larga. El tema fue que su amigo y compañero de asiento Jeno logró sacarlo por poco de ahí.
Después Haechan le mostró videos acerca del suceso publicados por todo Internet. El no quería verlos, no se sentía cómodo con el asunto.
Y agradecía que su coreano todavía no fuese tan bueno porque si no hubiese notado más cosas raras a su alrededor.
En cambio, Oh Dong Mi comenzó a seguir a Winwin a todas partes, a todas horas.
El vato debía de estar muy tonto como para no notarlo o sencillamente no replicaba, ella no tenía tiempo para seguirlo así por siempre; pero se sentía un poco ansiosa por el hecho de que el viese fantasmas, aquello ya estaba más que asegurado.
Prueba número uno: cuando caminaba y se encontraba con uno el simplemente lo rodeaba, los notaba pero no hacía nada con ellos, ni siquiera los miraba mucho menos entablaba una conversación con ellos.
¿Qué rayos le pasaba? –pensaba constantemente la chica. -Tal vez era uno de esos payasos que fingían ser normales. ¿Enserio? Era la primera persona que conocía que tuviera la misma capacidad que ella, no podía ser así. Se aferró firmemente a la idea.
Cuando lo vio entrar al baño paró por un momento. Bien no lo seguía a todas horas, de ninguna manera entraría allí, había cosas que sabía eran incorrectas en todos los niveles de privacidad de su conocimiento.
Se recargó en la pared entre la puerta del baño y los casilleros, mirando la punta de sus botines mientras los movía frente a ella.
-¡Ya! Oh Dong Mi- reconoció la voz al instante. Una sonrisa sincera se formó en su rostro.
-Hola onni- le dijo a la fantasma frente a ella.
La mayor la miro un poco extrañada. Regreso a su expresión habitual.
-¿Dónde has estado últimamente? Realmente pensé que te había pasado algo malo- Oh Dong Mi solo hizo un puchero evitando responderle.
-Estudiando
-Jajaja claaaro- menciono irónicamente Tae Hee. Dong Mi la miro indignada ¿acaso no le creía? Bueno obviamente no había estado estudiando. Después de todo su Onni realmente la conocía, adoraba tenerla como amiga.
-Claro que estudio, solo que lo hago cuando nadie me ve.
-Aja si, como no- se rio la mayor- ¿Cómo para qué harías eso? ¿Siquiera te pagan?- le preguntaba moviéndose hasta que paro por que vio que la menor no la seguía, eso sí que le extraño- ¿Por qué no vienes? ¿Acaso estas esperando a alguien?
La miro picara, por algo estaba afuera del baño de hombres.
-No es lo que piensas- le replico Oh antes de que dijese algo, como si le hubiese leído la mente- hay algo que necesito resolver, es un poco raro.
-¿Te gusta el chico?
-¡Que no!
-¡Ya! Ese lenguaje, recuérdame quien es la mayor aquí.-Oh Dong Mi se quejo internamente.
-Aish es usted onni
-Eso pensé- Tae Hee le froto la cabeza con su puño cerrado para molestarla más. ¡Hay pero que pesada era su onni!
-A parte de ello, mi corazón solo le pertenece a Lee Min Ho oppa. Es algo realmente importante.
Tae Hee doblo su cabeza hacia la izquierda con curiosidad.
La puerta de los sanitarios se abrió dejando salir a un chico que media como 1.80 m y que la miro unos segundos antes de que saliera a toda prisa del lugar. Tae Hee no podía dejar de abrir los ojos.
-¿Él puede..?-le cuestiono a la chica. La cual solo le asintió en respuesta.
{Esto se pondría realmente interesante}-pensó la fantasmita de Tae Hee.
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Tu y yo viendo fantasmas- Win win (NCT)
Fanfic[너 나를 위해 유령을 보았다] Tu viste un fantasma para mí. -¿Oh Dong Mi?-comento Si Cheng sonriendo- sin duda alguna ella es ... la persona más extraña que conoceré en toda mi vida. La historia de una loca y un aburrido que buscan ayudar a salvar las almas d...