Tamaki Amajiki X Nejire Hadou

Vida de esposos (Lemon)

Era su primera noche como esposos, la ceremonia habia terminado y ahora ambos se encontraban en su nuevo hogar.
Apesar de que no sería su primera vez juntos, ambos se encontraban nerviosos, estaban viviendo a solas en su nuevo hogar, pero los nervios no los distraían, tenían en claro lo que deseaban para aquella noche.

Nejire mientras tanto correspondía el abrazo metiendo sus manos atravez del traje de Tamaki para tocar su espalda, ambos se besaban con ternura y lentitud difíciles de describir, parecía como si no existiera nada más que ellos y lo que necesitarán de la habitación.
Nejire comenzó a quitarse los guantes, aquellos largos guantes que casi llegaban a sus codos, y los tiro al suelo, ahora con sus manos desnudas, sólo con su ahora anillo de casados en su mano izquierda comenzó a desabotonar la camisa de Tamaki.

Por toda la habitación se podía sentir la pasión que ambos irradiaban, Nejirei tocando el firme abdomen de Tamaki mientras esté sólo la continua besando y acariciando su espalda y cuello.
Nejire se volteó, dándole la espalda a Tamaki y señalándole que le ayudará a quitarse el vestido, pues obviamente ella no iba a poder sola.
Tamaki tenía un desafío frente a él, sonrojado en todo momento le tomo una verdadera eternidad lograr desabrochar el vestido de Nejire, pero en cuanto lo logró, este pudo apreciar la espalda y la hermosa figura de Nejire, inmediatamente este también desabrochó el sostén de Nejire y acariciando la cintura de esta, Tamaki comenzó a besar el cuello de Nejire mientras está solo se relajaba.

Ahora Nejire solo tenía sus bragas puestas y está pensaba que era injusto que solo Tamaki la pudiera apreciar por lo que inmediatamente comenzó a acariciar el cuerpo de Tamaki y a desvestirlo con rapidez.
Tamaki ya solo tenía sus pantalones y Nejire comenzó a desabrochar su cinturón, sin embargo Tamaki la detuvo y la invitó a entrar a la cama.
Nejire de una manera lenta, abrió la ropa de cama y comenzó a introducirse en esta, tomando la mano de Tamaki e invitandolo a entrar a esta.

Tamaki por su cuenta se quitó los pantalones y su ropa interior mientras Nejire hacia lo mismo dentro de la cama.
Ahora ambos se encontraban en su cama, desnudos y abrazados mientras se besaban con pasión.

Aunque ambos estuviesen casados, no debían ser irresponsables, Tamaki había dejado unos condones en la casa en una de las visitas que había hecho al lugar cuando ya lo habían comprado.
Extendió su brazo y en el cajón del velador este sacó uno de los tantos condones que tenía.
Nejire al verlo soltó una pequeña carcajada en voz baja y dijo "No sabía que estarías tan preparado Tamaki", Tamaki solamente se sonrojo y miro a otro lado cuando decidió comenzar a ponerse el condón, mientras se lo ponía Nejire lo ayudó tocando su pene y ayudándole a ponerse el condón en su totalidad, esto le provocó una gran erección a Tamaki con la cual tocó la vagina de Nejire la cual ya estaba lista para que Tamaki entrace.

Ambos comenzaron a amarse, sería la primera de muchas veces en las cuales esta pareja se lograría amar en su nuevo hogar.
Tamaki le tenía una sorpresa inesperada a Nejire, sin dirigirle la mirada en su totalidad a Nejire, Tamaki transformó sus manos en tentáculos y comenzó a tocar a Nejire con estos.
Sujeto ambas manos de Nejire con solo 2 tentáculos de una sola de sus manos y las puso sobre la cabeza de Nejire, provocándole unos gemidos intensos a esta la cual se exitaba más a cada momento.
Tamaki comenzó a tocar todo el cuerpo de Nejire con los tentáculos, era un éxtasis total en esa cama la cual cada vez se empapaba más con el sudor de la apasionada pareja.

Sin embargo apesar de todo el placer Nejire quería detener un momento a Tamaki el cual estaba desenfrenado, no parecía el, pues era obvio, cuando Tamaki estaba a solas con Nejire, este ya no era el chico tímido, el hacia cualquier cosa, había dejado todas sus inseguridades de lado.
Nejire entre sus gemidos le pidió a Tamaki que se detuviera un momento, Tamaki reaccionó un momento y soltó los brazos de Nejire, Nejire sujetando el rostro de el, le pidió que dejará de usar sus tentáculos, en este momento solo deseaba sentir el cuerpo real de su amado.

Tamaki ahora solo usando sus manos acariciaba a Nejire mientras continuaba penetrandola sin parar.
Habían llegado a tal punto en el que Nejire estaba tan complacida que nisiquiera podía besar a Tamaki por lo que este sólo continuaba y a veces besaba a esta en la frente o en el cuello.

Aquella noche no tenía fin, parecía que ambos tenían la energía suficiente para amarse por toda la eternidad en aquella cama, sin embargo de manera inconsciente ambos se corrieron, y más de una vez sin siquiera darse cuenta.
Ambos, después de todo, solo estuvieron abrazados susurrándose cuando se amaban, y así estarían por el resto de sus noches.

La vida de casados fue mucho más emocionante de lo que ambos pensarían, pues ahora cada vez que salían por la mañana a trabajar como héroes ambos tenían más cuidado de lo habitual pues ahora el otro los estaría esperando cada día en su hogar. Esto los emocionaba de sobremanera y los hacía ser más cuidadosos en su trabajo, además de que cada noche al llegar a casa ambos se amaban con pasión en todo lugar.
A veces cuando por la noche alguno de los dos, o quizás ambos, llegaban muy cansados a casa, solían hacerlo por las mañanas o durante el baño.
Era la pareja perfecta en todo sentido, pero mientras más pasaba el tiempo, Nejire más notaba como aún les faltaba algo, algo que ella comenzaba a desear.

Era el día libre de ambos, no ocurría tan a menudo como desearían pero para su suerte, de vez en cuando ambos lograban acomodar sus agendas y tener un día libre en medio de la semana juntos.
Aquel día por la tarde, ambos se encontraban recostados sobre el sofá mirando algunas fotografías de cuando estaban en la academia y de su boda, inclusive había fotos de su primer año donde Tamaki aparecía apartado del grupo mirando hacia una pared.
Ya había pasado casi un año desde su boda y Tamaki había tenido un avanze tremendo en su actitud, el trabajar como un héroe e interactuar con personas a diario le habían generado mucha más confianza en sí mismo, aunque debes en cuando seguía poniéndose nervioso cuando había una gran multitud aclamandolo.
Nejire cada vez se reía más de este pues en las fotografías este siempre estaba apartado, pero mientras avanzaban en el álbum donde miraban las fotografías comenzaban a notar como ambos se acercaban, cada vez a medida que miraban las fotografías notaban como ambos se hacían más cercanos hasta llegar a las fotos de su boda, era un ciclo hermoso de apreciar.
En un instante Tamaki beso a Nejire detrás de la oreja y comenzó a provocarla, ambos se acostaron sobre el sofá y estaban comenzando a acariciarse cuando Nejire detuvo las manos de Tamaki.
- Tamaki, espera - dijo sujetando las manos de este
- Que ocurre? - pregunta Tamaki, pues Nejire no acostumbraba a detenerse en tal punto
- Quiero preguntar... Algo importante
- Por supuesto, dime - continuo Tamaki ahora completamente curioso
- T-Tamaki, quería saber, si... Piensas que nos falta... Algo - Decía Nejire mientras pasaba lentamente sus manos por su propio abdomen
- Oh claro los condones están en la habitación - exclamó Tamaki
- No tonto! - dijo Nejire sujetándolo del brazo antes de que este se levantace del sofá
- Más que algo, me refería a... Alguien
Tras estas palabras Tamaki finalmente lo comprendió, su rostro se tornó en una expresión de miedo y algo de felicidad al, al fin comprender que Nejire se refería a tener un hijo.

Tamaki rápidamente contestó
- Te refieres a que estás...?
- No, aún no - dijo Nejire - hemos sido muy cuidadosos con eso
"Aún" retumbó en la cabeza de Tamaki
- Entonces quieres que...
Ambos se enrojecieron, obviamente el que Tamaki dijese "Quieres que te embaraze" o ella pidiendo "embarazame" se escucharía muy brusco y por el momento a ninguno de los dos se les ocurría alguna mejor manera de decirlo, por lo que desde un silencio incómodo, ambos avanzaron a intentarlo.
Ahí ambos comprendieron, lo mejor de que ambos iban a tener un hijo, era que podían intentarlo, y esta vez, no necesitaban usar protección.