Tamaki Amajiki X Nejire Hadou

Familia feliz - FINAL

¿Qué fue lo mejor de aún no tener un hijo?, Intentar tener uno, eso pensaban ambos mientras se amaban en la cama.
Lo habían estado intentando por cerca de una semana pero Nejire no quedaba embarazada, ninguno sabía el porque. Pero eso significaba que podían seguir intentándolo.
Ya había pasado cerca de 2 semanas desde que lo comenzaron a intentar cuando Tamaki al llegar a casa se encontró a Nejire sentada sobre el sofá.
No era lo habitual, comúnmente Nejire era la que llegaba más tarde pues ella no siempre terminaba su papeleo a tiempo.
Sin embargo aquel día Nejire había llegado temprano y esperaba a Tamaki en el sofá, Tamaki se le acercó rápido a preguntarle que había pasado, Nejire lo recibió con una sonrisa temblante.
Tamaki miró sus manos y ahí estaba, una prueba de embarazo que había resultado positiva, en cuanto Nejire noto que el se había dado cuenta, ella se abalanzó sobre el y lo abrazo mientras reía y algunas lágrimas se le escapaban.

Los primeros meses fueron tranquilos, Nejire fue cambiada de puesto, ahora ya no era una heroína de campo, en cambio ella se encargaba del papeleo en la oficina dónde trabajaba.
Pero mientras más tiempo pasaba, más crecía su panza y más complejo se hacía todo.
Nejire tenía los típicos antojos de embarazada a horas extrañas, casi siempre entre 3 y 5 de la madrugada Tamaki debía despertarse e ir a buscar alguna tienda donde comprar aquello que a nejire se le antojace, para Tamaki era completamente imposible negarse a las peticiones de su amada, menos aún cuando cada mañana veía a su reluciente esposa la cual a causa de su embarazo ahora se quedaba en casa.

La sorpresa fue tremenda, casi inaguantable por Tamaki cuando durante un chequeo con el doctor, se enteró de que Nejire estaba embarazada de gemelos.
Por unos instantes la antigua personalidad que se angustiaba por todo volvió a él y este sentía como quería apoyar su frente contra un muro, no era por tristeza, era por emoción. Pero en ese instante Nejire sujeto su mano y su mente se tranquilizó por completo.

La panza de Nejire ya era gigantesca, está solo podía usar vestidos holgados y cada mañana Tamaki se sentaba junto a ella a hablar con sus futuros hijos, acariciando y besando el vientre de Nejire.
Ocasionalmente algunas patadas se manifestaban en el vientre de Nejire y golpeaban a Tamaki cuando esté apoyaba su rostro en ella.
Podía decirse que era su instinto como madre, pero Nejire notaba como serían sus hijos, ya que uno solía moverse más que el otro, reía al pensar que serían una pequeña Nejire inquieta y curiosa, y un pequeño Tamaki callado e introvertido.

Una mañana como cualquier otra Tamaki salió a trabajar despidiéndose de su amada y sus hijos cuando al cerrar la puerta del departamento escucho como Nejire grito su nombre.
Resultó ser que justamente cuando Tamaki se marchaba Nejire estaba a punto de dar a luz. Aún era pronto, ella tenía 8 meses de embarazo pero en ese momento no podían preocuparse por ello ya que a Nejire se le había roto la fuente y ya solo era cuestión de tiempo para que tuviese que dar a luz.
Tamaki temblaba de miedo al ver a su mujer en el suelo pidiéndole que la ayudará, sin embargo el tenía claro que la protegería, a ella y a sus ahora hijos.
Tomo a Nejire sobre sus brazos y en el ascensor del edificio bajo hasta el subterráneo donde estaba su automóvil. Nejire no paraba de moverse, más que quedarse quieta por el dolor, está estaba inquieta y golpeaba a Tamaki. Le costo bastante llevarla hasta el auto pero una vez dentro este la llevo al hospital el cual para su suerte solo se encontraba a unas cuantas calles del departamento, de no haber sido así inclusive pudieron haber tenido un accidente automovilístico pues Tamaki iba tan nervioso que le costó mucho manejar.

Ya en el hospital ingresaron a Nejire para el parto y Tamaki no estaba preparado para acompañarla, tras algunos minutos llego Mirio y Ryukyu a los cuales Tamaki había llamado una vez en el hospital.
Mirio animaba a Tamaki para que fuese a acompañar a Nejire, ella no podía pasar por todo eso sola, pero Tamaki estaba demasiado nervioso, no podía siquiera respirar y tenia que apoyar su frente en el muro, tranquilizandose con aquel antiguo hábito.

En un instante apareció una enfermera la cual pregunto quién acompañaba a Nejire, quien era la persona que la acompañaría durante el parto, Mirio inmediatamente empujó a Tamaki para que caminace hacia la enfermera y la pudiese seguir para ir donde Nejire.
Tamaki casi por inercia siguió a la enfermera la cual lo llevo a una sala donde Tamaki debía ponerse un traje, mascarilla y algo para sujetar su cabello para que pudiese estar durante el parto.
A Tamaki le costó muchísimo colocarse todo pues estaba temblando en todo momento pero cuando al fin lo logró, entro a la sala donde Nejire estaba intentando dar a luz. Ahí Nejire en cuanto vio a Tamaki le gritó para que se acercara, una vez juntos, Nejire sujeto la mano de Tamaki con más fuerza que nunca mientras pujaba.

Todo estaba llevando demasiado tiempo y parecía que Tamaki sería quien se desmayaría en lugar de Nejire. Sin embargo tras unos largos minutos se logró oír un llanto tremendo, era el primero de sus hijos que ya había salido de Nejire, lloraba y se movía muchísimo sobre las manos del doctor que lo había recibido.
Era una niña, a la cual se le podían ver unos cuantos cabellos de color celeste lo cual indicaba que sería idéntica a Nejire de no ser por aquellas orejas puntiagudas que eran tal cual las de Tamaki.
Mientras está pequeña era preparada para ser recibida en los brazos de sus padres, llegó el segundo bebé.
Un niño del cual se notaban sus cabellos oscuros. Esta vez era un pequeño Tamaki el cual salió del vientre de su madre con un fuerte llanto pero sin hacer tanto escándalo como su hermana, este también traía aquellas orejas puntiagudas.

Ambos fueron preparados por las enfermeras y llegaron a los brazos de Nejire la cual los recibió con una sonrisa cálida la cual tras ver a sus dos pequeños voltio a ver a Tamaki al cual le brotaban algunas lágrimas de sus ojos. Esta era la mayor felicidad que lograrían experimentar en toda su vida, más allá de cualquier cosa, el haber traído dos seres al mundo era lo más placentero que podrían tener.

Al día siguiente del parto ambos pudieron distinguir como los ojos de ambos bebés eran de un color oscuro como los de Tamaki, e inmediatamente notaron como sus hijos serían el vivo reflejo de ambos.
La niña la cual llamaron Hanan era inquieta y hacia un gran escándalo para poder estar con sus padres, mientras el niño al cual llamaron Hisoka era calmado aunque como todo bebé lloraba, este no hacia tal escándalo como su hermana.
Ahora la familia estaba completa.

Durante los días siguientes, los cuatro miembros de la familia Amajiki recibieron muchísimas visitas, obviamente las primeras fueron en el hospital, de parte de Mirio y de los padres de ambos.
Pero en cuanto se instalaron en su hogar casi todos sus conocidos llegaron a su departamento con un centenar de regalos.

Ahora era la familia más feliz de todo el mundo.