Linec llevaba 3 días vigilando a los Skikru.
Estos hacían lo que pudieran para sobrevivir, no eran muy diferente a ellos.
Linec estaba tan pérdida mirando a aquéllos cazar, hasta que el sonido del cuerno que indicaba niebla ácida le hizo salir de su trance.
Esta bajo del árbol, y comenzó a correr, pero unos gritos le hicieron frenar.
- ¡Bellamy! -Aquel que parecia ser un hombre, gritaba una y otra vez.-
Linec se maldijo una y otra vez cuando comenzó a regresar por donde venía.
Cruzó entre la niebla sin ningún problema, su piel ardía, pero no como debería de.
Tomo al chico entre sus brazos y comenzó a correr.
Una vez estuvieron lejos de aquella.
Linec le saco la playera, el pantalón y boxer dejándolo desnudó.
Por otro lado, aquel muchacho sangraba y tenia ampollas.
Linec volvió a tomarlo, y continuó corriendo cargando casi todo el peso de aquel moribundo.
Una vez llegaron al lago, Linec se avento juto a aquel.
Este gritaba, pues aquello le dolía.
Linec puso su mano en la boca de este para evitar ser descubiertos.
Una vez este dejo de quejarse, esra retiro la mano de su boca y le miro.
Este tenía los ojos rojos y totalmente cristalinos, su cara y todo el se encontraban rojos con ampulas.
Ambos salieron del agua, Linec se saco lo que llevaba como gabardina, y se la extendió a aquel, quien la tomo mientras titiriteaba.
Linec regreso al agua con la ropa del chico en manos, asi enjuagandl y quitando cualquier rastro de la niebla ácida.
Al salir, aquel chico se encontraba desmayado en el suelo.
- Skikru débil... -Murmuró tomando el pulso de este.-
Y ahi estaba, casi inexistente, pero seguía vivo.
Linec le colocó la el boxer y pantalón, sin tomarle mucha atención, cargo con trabajo a aquel joven, y cuando estuvo a unos metros de aquella cueva, silbo.
Y en unos segundos, una mujer morocha apareció ante ellos.
- ¿Estas... -Pero la morocha se detuvo al ver a aquel joven inconsciente.- ¿Skikru? -Preguntó sorprendida.-
Linec asintió.
- Zeida, por favor. -Pidió Linec acomodando un mechón rebelde tras la oreja de esta.-
Zeida cerro los ojos el debatiendose si ayudarla o no.
- Lleva lo dentro. -Dijo caminando de regreso a su hogar.-
- ¿Una ayudita? -Bromeó Linec cargando nuevamente a aquel joven.-
- ¡No lo hago por ti! -Gruño Zeida.-
Linec carcajeo, y dejo a aquel en el suelo.
Zeida comenzó a revolver yerbas, mientras que Linec solo la contemplaba.
Aquella morocha era hermosa.
- ¿Disfrutando el panorama? -Bromeó Zeida untando aquel revoltijo en el joven.-
- No sabes cuanto. -Dijo Linec mordiendo su labio.-
Zeida se puso de un color rojo, y como era blanca, aquello se le notaba aún más.
- El estará bien. -Zeida evadio el tema.-
- Tengo que regresar. -Habló la rubia poniéndose de pié.- Vendre mañana, apenas salga el sol. -Explicó acomodando sus armas.-
- Después de todo, no estas tan podrida. -Hablo la morocha ganandose toda la atención de la rubia.-
Y en lugar de molestarse, Linec sonrió de oreja a oreja.
- Matas porque te place, y da satisfacción. -Habló Zeida.- pero... lo salvaste, decidiste salvarlo. -Habló mirando al inconsciente Skikru.-
Linec rodó los ojos, y Zeida soltó un sonoro suspiró.
Y antes de marcharse, Linec depósito un beso en los labios de esta, y desapareció entre los árboles.
...
De verdad, espero de todo corazón que les este gustando.♡