Capítulo 4

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Es la primera vez en mi vida que siento las clases están en modo rápido. Chronos, por favor ven y detén el tiempo. Sin darme cuenta ya era el momento de ir a buscar a Nath a la sala de delegados. Antes de ir a su búsqueda, Alexis y Rosalya me hablan sobre lo maravillosa que soy, que sobreviviré a este día, y por cualquier cosa ellos estarían en el centro comercial.

Resignada a la situación, salí del aula directo a encontrar a Nathaniel, si sólo hablamos del proyecto de ciencias sería como estar con cualquier otra persona de la escuela, no tenía que ser tan terrible.

Toco la puerta y abro.

Ahí estaba de nuevo, como si ya no había sufrido lo suficiente. Nath besando a Melody. ¿Qué tipo de historia es esta?, ¿Por qué no me podría tocar con cualquier otra persona para no volver a verlos jamás en la vida?, ¿Pedir cambio de instituto a esta altura valdrá la pena?

— Eh... Disculpen, te espero en la parada de autobuses Nath — dije segura de mi misma. El dolor de mis entrañas no sería evidente esta vez. Solo espero que todo este esfuerzo me traiga a un príncipe de carne y hueso como premio.

— ¡No! descuida, voy contigo. — Abraza a Melody y le susurra algo al oído, lo suficientemente bajo para que yo no escuche.

Camino a la casa de Nath no digo ni un palabra, no tengo ganas de humillarme, no me importa saber lo que pasa en su vida aunque sea obvio.

Me había imaginado yendo por las calles a solas con él un millón de veces, estaríamos nerviosos y en medio de la caminata me daría la mano, yo sólo lo miraría y tomaría aún con más fuerza su mano para que sepa que no lo iba a dejar jamás y que lo amaba por sobre todas las cosas.

— Su, espera — escuchó un grito a lo lejos. Antes de que mi cuerpo logre entender que debo detener la marcha siento como una mano toma la mía.

Su mano haciendo contacto con la mía era una sensación inexplicable pero siendo consciente de mi situación, esto me generaba un dolor insoportable, ardía como hierro hirviendo. Era todo mi cuerpo que lo buscaba, su mano encaja en la mía como un pieza de puzzle. Él es todo, es mi todo.

¿Cómo se puede sentir tanto hacia una persona que no siente nada por ti?

— No corras, ya llegamos, aquí vivo — menciona el chico soltándome.

— ¡Oh!, lo siento, estaba pensando sobre el tema del proyecto — mentí. Subimos a su piso, el cual, reflejaba perfectamente la personalidad de Nathaniel, no era muy grande pero era muy ordenado. Cada objeto estaba estratégicamente puesto de tal forma que se creaba un ambiente muy estético.

El departamento tenía dos ambientes, una habitación y la sala de estar que estaba unida a una pequeña cocina americana. Dos grandes ventanales de esta última, daban hacia el lado del parque que no se veía desde mi casa. Las paredes de todo el lugar eran blancas y el piso era flotante. En el centro de la sala de estar había una alfombra gris rectangular, sobre ella un centro de mesa y a los costados dos pequeños sillones.

Mientras observaba detenidamente el espacio siento en mi pierna un ligero roce y un pequeño ronroneo. Blanca, su gata.

— Mira, creo que te recuerda, eres la única persona aparte de mí a la que se muestra cariñosa— Ríe.

Maldita sonrisa.

Maldita Melody.

Todos los momentos felices que viví con él, son ahora un amargo recuerdo. Recuerdo como si fuera ayer el día que fuimos a buscar a Blanca a la tienda de mascotas. A pesar de todo me alegra que se hayan podido hacer compañía.

— Seguro le dices lo mismo a Melody. — Inmediatamente me arrepentí de las palabras que salieron de mi boca ¿Cómo podía ser tan estúpida?

— Bueno, en realidad eres la primera chica que viene a mi departamento, aparte de Ámber y mamá — mencionó mientras se podía notar claramente su nerviosismo.

— Vaya, entonces no puedes decir que Blanca odia a todo el mundo si sólo conoce a tu mamá y hermana — sonreí. Por primera vez sentía un poco de luz en estar tormenta. Si bien no tiene sentido, me ha hecho recordar los momentos muy importantes que he vivido con Nathaniel y nadie me los puede quitar, mucho menos Melody.

Aunque sea por este momento déjenme imaginar que éramos nosotros dos contra el mundo, que estos días pasados no sucedieron y que existía una remota posibilidad de que en vez de hacer este proyecto, nos besaríamos. Me robaría mi primer beso y me llevaría a las nubes.

Obviamente, eso nunca pasó.

Estuvimos las siguientes horas decidiendo qué haríamos. Descubrimos que la cantidad de aves del sector han disminuido abruptamente, por lo cual, nos dedicaremos a su protección. Lo sé, suena aburrido pero ayudar a la comunidad es el objetivo y creo que será un buen aporte a la comunidad.

Después de escribir nuestra propuesta para la tarea, Nath se ofreció para preparar la cena. Recordé que Alexy y Rosa estaban en el centro comercial pero que diablos, nunca más tendría esta oportunidad. Yo lo ayudé cortando algunos vegetales y ordenando para que podamos comer. Estaba en el séptimo cielo, sinceramente no sé cómo rayos no estamos juntos.

Comenzamos a comer y hablamos trivialidades de la escuela. Nos reímos sobre algunas anécdotas del pasado.Ya comenzaba a pensar que era hora de irme así que me levanté para recoger los platos. Nathaniel me para en seco.

— Yo, yo, quería preguntarte algo — extrañada por el nerviosismo del chico me dí cuenta que las siguiente palabras que diría me podrían llevar al cielo o al infierno

Denme fuerzas.

¿Cómo dejar de amarte? {Fanfic Corazón de Melón} [Sucrette x Nathaniel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora