La mañana siguiente me levanté rápidamente. En el baño pude notar la hinchazón de mis ojos por llorar toda la noche. Decidí utilizar más maquillaje que de costumbre para ocultarlo.
En el Instituto traté de evitar a Nathaniel lo máximo posible aunque significara perderme algunas de mis clases.
Mientras buscaba un lugar para esconderme, me topé con Castiel.
— ¡Eh, tabla! ¿Qué haces por acá a estas horas? tenemos química — dijo alzando una ceja.
— ¡Tabla tu trasero! — bufé. No tengo tiempo para él, tengo que esconderme. — No tengo que darte explicaciones a tí. Tu también deberías estar en esa sala, así que si me disculpas tengo que irme.
Me dirigí hacia el segundo piso para seguir mi búsqueda pero ningún sitio me convencía.
— ¡Su, espérame, sígueme! — apareció de nuevo Castiel.
Me lo quedé observando sin responder a su ... ¿invitación?
— Vamos, confía en mí.
— ¿Confiar en tí? ¿Por qué debería?
Sorprendido por mi respuesta soltó una pequeña sonrisa — Sí, confía en mí. Sabes que tengo experiencia en saltarme clases, en cambio ...
Antes de que terminara la frase sentimos como una puerta se abría. Como por acto reflejo el pelirrojo agarró mi muñeca y me condujo hasta un lugar que no sabía que existía: la azotea.
Una vez allí soltó mi muñeca y nos quedamos quietos para recobrar el aliento. La vista era preciosa.
— Gracias — musité digiriendo mi vista a Castiel, quién había prendido un cigarrillo.
— A veces soy bueno — mencionó botando el humo de su boca. — Pero me llama la atención que una niña como tú se salte clases. Eres casi como Melody y Nath.
Al mencionar sus nombres mi cara cambió.
— Entiendo. Siempre pensé que el delegado te elegiría a ti en vez de Melody —
— No quiero hablar de eso. Solo quiero que desaparezca.
— Tranquila. Quedan 7 meses de clases, después no tienes que verlo de nuevo. No tienes por qué volver a pisar esta ciudad de mierda.
Sus palabras retumbaron en mi cabeza, era cierto, en siete meses me podría ir de esta ciudad y dejarlos a todos atrás.
Una mezcla de melancolía y alivio invadieron mi corazón.
Me acerqué hacia donde estaba sentado Castiel y me puse a su lado, no pude evitar poner mi cabeza en su hombro.
Castiel sonrió.
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¿Cómo dejar de amarte? {Fanfic Corazón de Melón} [Sucrette x Nathaniel]
FanfictionSucrette era una joven de 17 años que estaba enamorada de Nathaniel, el amistoso y guapo delegado del curso. Todo parecía ir viento en popa pero cuando se decide a confesar sus sentimientos ve algo que derrumba su mundo y rompe su corazón. Esta es...