Faltando algunos días para que Regina cumpliera 14 años, los Mills fueron invitados a un almuerzo en casa de unos nobles, Cora había hecho de todo para que su adolescente hija asistiera a tal almuerzo, pero los cólicos que Regina había dicho padecer esa mañana lo impidieron, más no impidieron sus planes de buscarle pretendientes.
La Bella princesa morena, dueña de unos ojos preciosos color chocolate y cabello tan negro como el ébano estaba feliz, había esperado demasiado este día y lo había planeado muy bien pero a la vez había rezado para que saliera como ella quería, porque si su madre se enteraba le iría muy mal. Eso ella lo sabía muy bien.
Oculta detrás de las cortinas de la ventana de su habitación, observó como el carruaje que transportaba a sus padres se perdió en el camino y fue ahí, en ese preciso momento en que una hermosa sonrisa acompañada del brillo de sus ojos, apareció en su rostro. Todo había resultado como lo había planeado y hoy sería un día genial.
- ¡Sí! ¡Todo el día para mí! – dijo dando un brinquito por lo emocionada que estaba.
En un cerrar y abrir de ojos se quitó el camisón que usaba para dormir, fue hasta su closet, se puso sus pantalones de montar, una blusa blanca y su chaqueta celeste, trenzó su cabello, se colocó las botas, alistó a toda velocidad una pequeña maletita con lo necesario y salió corriendo de su habitación, no podía desperdiciar ni un minuto de su día de libertad.
El camino desde su habitación hasta la puerta principal de la casa nunca le había parecido tan largo como hoy, algunas empleadas que llevaban consigo ropa limpia para cama y otras que ya terminaban con el quehacer la vieron correr feliz e intuyeron lo que haría, pero se hicieron de la vista gorda y sólo rieron.
- ¡Niña... Tu té de orégano! - dijo una de las empleadas apenas vio a Regina bajar corriendo las escaleras y pasar a toda prisa por su lado. La adolescente, que ya se encontraba abriendo la puerta principal de la casa se giró a ver a su nana y regresó corriendo hasta ella.
- ¡Ju, ya estoy bien! – Guiñó un ojo mientras sonreía traviesa y la abrazó - Iré a cabalgar con Rocinante, iré al lago, traeré las mejores manzanas para preparar mi pastel favorito y luego tal vez a...
- Regina, mi niña, pero tus padres...
- No te preocupes nana, estaré de regreso antes que ellos. Lo juro – Dijo la joven morena levantando su mano derecha mientras prometía y sonreía. La amable señora sonrió también, quería mucho a Regina, la había visto desde que era una bebé y la había cuidado mientras Cora salía a reunirse con la nobleza, para ella Regina era la hija que nunca había podido tener.
Julieta la observó unos segundos, la gran sonrisa en el rostro de su niña era algo que no veía hace mucho. Cuando Cora estaba en casa, Regina vivía asustada, temerosa de todo lo que hacía, ella quería agradar a su madre, pero para aquella mujer todo lo que hacía su hija estaba mal, nunca estaba conforme con su manera de actuar, su manera de vestir, sus modales en la mesa, los libros que leía, su forma de montar, su comportamiento, su maquillaje, todo. Para ella siempre había algo que mejorar y que superar, pues su hija tenía que ser una dama perfecta, digna de alguien a su altura, un noble, un rey.
¡Es una niña por Dios!
Regina era aún una niña y Julieta no entendía por qué su madre la trataba como si fuese ya una mujer. Ella debía divertirse, vivir su niñez y disfrutar de la vida como cualquier niño de su edad lo haría en vez de pasar días completos con institutrices y libros de historia, música y clases de pintura y etiqueta con el rostro lleno de maquillaje y corsés ajustados.
- Nana, no te preocupes ¿sí? – dijo la princesa despertando a Julieta de sus pensamientos – Escuché a mamá que ese almuerzo incluía un baile después, ellos estarán todo el día fuera y yo sólo quiero salir a montar y pasear un ratito – dijo casi en súplica - ¿Verdad que puedo ir Nanita hermosa? – dijo y se acercó para besar una y otra vez las mejillas de la buena señora. Julieta sonrió ante la actitud de Regina y sólo asintió.
ESTÁS LEYENDO
La Historia Jamás Contada de la Reina Malvada
قصص عامةLa Reina Malvada ha sido capturada y encerrada en las cuevas subterráneas del pueblo, le han quitado su magia y pretenden hacerle pagar todo el daño q causó. Todos y cada uno de los habitantes de Storybrook tienen ahora una vida nueva y feliz. Todos...