II. ❝Gladiator in arena consilium capit.❞

212 21 34
                                    

  ❝El gladiador toma su decisión en la arena.

Séneca (4 a.c)  

La distancia entre su pueblo y Yeongdeok era mínima, apenas veinte minutos. Pero en esa ocasión se hizo eterno, como si esos minutos hubieran mutado en dos horas encerrado en aquel bus parcialmente vacío. El viaje había sido silencioso, ni siquiera compartieron mirada desde que tomaron asiento. Estaba sumido dentro de sus remordimientos. Yoongi se debatía si fue buena idea en algún momento tomar la decisión de escaparse. Ahora quería dar marcha atrás. Incluso si eso significaba quedar como un idiota frente a Jimin. Porque ni siquiera se había planteado que ocurriría si salía a la luz que Min Yoongi y Park Jimin tomaron puerta y se habían largado juntos a paradero desconocido. Sonaba a un argumento de alguna película gay.

Además, la gente se preguntaría al instante de que sus nombres fueran pronunciados en una misma oración, "¿qué hacen esos dos juntos?" "¿entonces es verdad que Yoongi...?" "No, de Jimin se veía venir, con el pelo rosa que me lleva..." ¡Joder, era una maldita pesadilla! De solo imaginárselo, sus entrañas comenzaron a dolerle. Ya tenía suficiente con que todo el mundo fuera a estar al corriente de repente de sus gustos sexuales y de ese jodido video que prácticamente estaba arruinándole la existencia como para que un niñato le causase más problemas.

Cuando se bajaron en Yeongdeok, había ideado mentalmente el discurso que le daría a Jimin para cesar aquella disparatada idea que aún podía quedar en una simple anécdota de verano. Si era necesario, le pagaría el billete a Busan, le acompañaría a la estación y volvería a casa para enfrentar la realidad. Pero pese a estar tan seguro nada más pisar tierra, las palabras se atascaron en su garganta. Observó su perfil sereno, con la mirada perdida entre la costa que se erguía ante ellos.

— Llevaba mucho sin ver el mar.

— ¿En Busan no vas?

— A mi padre no le gusta la playa. Además, dice que es una tontería ir solo. — Su corazón se debía de haber rebelado contra sus verdaderas funciones naturales que se limitaban a bombear sangre y a mantenerle con vida, porque ahora se dedicaba a encogerse por cada pequeño gesto de aquel crío con el pelo pintado de un color extravagante. ¿Se trataba de culpabilidad o lástima? — Es la primera vez que vengo con alguien. Me alegro de que sea contigo, hyung. — A veces, cuando se paraba a escuchar su voz tan dulce (en los recitales de poesía donde participaba, cada vez que tenía la oportunidad de escucharle hablar con algún profesor en los pasillos...), creía que Park Jimin era demasiado bueno, demasiado irreal para pertenecer a un lugar tan injusto como aquel.

— ¿Quieres bañarte? — No podía reconocerse ni a sí mismo. Todo el plan de volver a casa junto a sus inseguridades se había esfumado de un momento a otro. — Después iremos a comer algo. — Cuando Jimin sonrió, se olvidó de tener remordimientos.

☽✩*ೃ

La última vez que notó la arena deslizándose entre sus dedos, el agua salada en sus piernas y llenándole del refresco que tanto ansiaba fue cuando su hermano aún vivía en casa. En ese entonces era pan de cada día escabullirse de la tienda de sus padres para pasar el día allí, los dos solos, tirados en la arena blanquecina de esa pequeña playa en un pueblo que ahora odiaba. Desde que se había marchado a hacer su vida adulta en la universidad de Seúl, no volvió a disfrutar de la playa de esa forma y de ninguna que no fuese acabar borracho después del cumpleaños de algún amigo — aunque, visto lo visto, nunca había tenido de eso —.

❝ vade mecum ❞ ✧ yoonmin ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora