V. ❝Venus.❞

211 15 59
                                    

Helios despertó mucho después de que él mismo lo hubiera hecho. Los rayos de sol matutinos se colaron por los grandes ventanales de la casa mientras él continuaba removiendo la taza vacía de café instantáneo observando el dibujo tapado por un plástico protector en su dedo anular. ¿Había hecho bien? Ya no tatuarse el dedo en una noche de desfase en una ciudad nueva, no escaparse de casa, no tintarse el pelo de un color tan diferente, era pues otra cuestión diferente; ¿había hecho bien en corresponder a Jimin? Entre sus pensamientos nublados por capas de neblina mañanera, apareció la voz de una mujer. Supuso que era la novia de su hermano que conocieron esa misma noche, la famosa Yang. Era una chica agradable, eso le había parecido aunque apenas hablaron media hora antes de acostarse. Entendió perfectamente por qué su hermano estaba enamorado de ella. Realmente era una mujer bella.

— Buenos días. — Saludó con una enorme sonrisa antes de darle la espalda para derramar el café sobrante que restaba en la cafetera en una nueva taza. Yoongi musitó un "buenos días" antes de continuar enfrascado en su tatuaje. — No te lo dije anoche pero qué bonito tu tatuaje. ¿Te lo hiciste ayer?

— Sí. Aunque... no sé muy bien si es buena idea. — ¿Por qué estaba diciendo aquello a una auténtica desconocida? La mujer se sentó con cuidado en la silla frente a él y le observó esperando a que continuase hablando. — Creo que me arrepentiré.

— ¿Del tatuaje? Es bonito y sencillo. Tu amigo también tiene uno, ¿no? Es precioso compartir algo así con una persona especial para ti...

— No me refiero al tatuaje realmente.

— Oh. ¿Entonces...? — Odiaba esa cocina. En cierto modo, odiaba esa casa. Había algo en el ambiente que le ablandaba el alma y conseguía volverle vulnerable y extremadamente sincero. En otro lugar jamás habría abierto la boca después del "buenos días" inicial.

— No sé si está bien amar a alguien al que en un pasado has dañado.

— ¿El tatuaje representa eso para ti? Creo que me he perdido.

— Sí, digamos que es eso. Siento que he tomado la decisión de amar a alguien porque también me ama. ¿Y si esa persona me quiere más al final? ¿Y si no consigo darle lo que merece...? ¿Y si terminamos mal y vuelvo a dañarle?

— Yoongi, cariño... — Las manos delicadas de la mujer se aferraron a las suyas sorprendiéndole. La miró durante unos segundos algo avergonzado por la repentina confesión que había hecho a pesar de que ella no tenía por qué escucharle. — El amor no es una cosa de porcentajes. Con que sea recíproco es más que suficiente. El amor se construye...

— Pero, ¿y si termina mal?

— Míralo de esta forma; la vida es algo así como una estación de tren gigante. Algunos trenes terminan en paradas en las que no deseas bajarte pero te subiste pensando que esa era la mejor opción, tal vez por miedo a lo desconocido o por temor al fracaso. Otros ni siquiera llegas a tiempo para pararlos y se marchan para jamás regresar, dejándote con la incertidumbre de saber qué hubiera pasado si hubieras despertado antes o si no te hubieras retrasado. Y, después, hay otros trenes donde el destino pasa a un segundo plano. No importa el lugar que tengan de meta porque ni lo sabes y acabará dándote igual. Por lo que te subes es por el viaje en sí. La vida, Yoongi, está llena de cientos de decisiones igual que esa estación gigante de trenes. ¿Entiendes? Sé que suena muy idealista, muy cursi, pero debes ir donde el corazón te lleve y tus decisiones, tanto buenas como malas, desemboquen. — No supo exactamente qué decir ante el pequeño discurso que, por mucho que su pesimismo le obligase a pensar lo contrario, era completamente cierto. No podía rebatir ninguna de las palabras de Yang. La mujer apretó su mano en un gesto cariñoso mientras hacia una mueca en intento de sonrisa cómplice antes de volver a agarrar su taza humeante.

❝ vade mecum ❞ ✧ yoonmin ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora