Want you to make me feel like Im the only girl in the world

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Me di la vuelta. Ahí estaba. Su sonrisa mata. Estaba sonriendo. Estaba más guapo de lo normal, seguramente cada vez que sonríe se desmaya una chica. Cuando sonríe le salen hoyuelos en los mofletes, perfecto. Sus ojos miel tirando a verdes enganchan, podría pasarme el día mirándole a los ojos. Y su pelo digamos que es como el que tenía Justin Bieber cuando empezó su carrera de cantante, pero en castaño. Su piel es bastante más clara que la mía. Todo esto además de que esta buenísimo. No le veía desde la primavera.

- Hola Carlos, gracias por invitarme de verdad. Tu también estas muy gua...o sea, que tu ropa...digo que no estás mal. Quiero decir todo lo contrario. Pero que no...

- Para mí es un placer que hayas venido.- Me dijo sonriendo. Joder si supiese lo que es para mí estar allí ahora mismo...Le respondí con una sonrisa. Otra cosa que me enamora es que siempre te mira a los ojos, estés hablando, o no. Te hace sentir único en este mundo.

Se acercó a mí. Me estremecí. Empecé a tener mucho calor.

- O...Oye Carlos, ¿Podemos salir al ático? Hace mucho calor.- Dije a la vez que me abanicaba con la mano.

- Claro, ven.- Me cogió de la mano. De verdad que este chico te hace sentir la persona más feliz del mundo. Llegamos arriba. Manu, Beltrán y Jaime estaban con la Barbacoa, y Meri ayudando. Porqué lo hará. Cuando me vio me puso una cara que expresaba lo siguiente: «¿What? ¿Tu y Carlos? Desde cuando... ¡Tenemos que hablar! »

Y yo le respondí con otra cara que decía:

«¡No! Ojalá. Ya se que me está cogiendo de la mano, pero no significa nada. Tranquila»

Y luego ella me respondió mentalmente diciéndome:

«Ah, vale. Que susto. Ven para acá que no se como hacer para que Beltrán hable conmigo».

A lo que yo la dije:

«Espera, voy para allá ».

Me encanta María. Congeniamos genial. Entonces avisé a Carlos para ir para allá.

- Carlos, ¿Por qué no vamos allí a ayudar? Seguramente necesiten nuestra ayuda.- Rogué que aceptase. Me miro fijamente a los ojos, luego me sonrió. Aceptó. Me soltó de la mano y fuimos con María y los chicos. Mientras ellos la terminaban, aproveché para contarle todo a Meri, que porqué yo, que porque me habría invitado, que si no había muchas más chicas en el mundo, que porqué se habría fijado en mí... A lo que ella me respondió con tres palabras.

- Simplemente, le gustas.- Admito que se me puso una sonrisa en la cara muy boba. Terminaron de cocinar y comimos todos. Luego a uno se le ocurrió la idea de jugar al limbo, y quién tocase la barra, tenía que beber medio vaso de cerveza con alcohol. Acabaron varios borrachos. Yo no, por suerte soy muy ágil. También todas las chicas acabamos por quitarnos los tacones. Se los pusieron los chicos. Todos nos reímos un montón. Tanto, que me estaba meando. Fui a Carlos a preguntarle donde estaba el baño.

- Carlooos.- Le llamé alargando la "O"

- Oh, dime Candela.- Me dijo sonriendo.

- ¿Donde está el baño?.- Me estaba mirando a los ojos fijamente. Cada vez estaba más enamorada.

- Segunda puerta a la izquierda, ¿Te acompaño?.- Joder. ¿Si o no? Sabía que lo iba a encontrar perfectamente, pero quería estar con él. Aunque tenía miedo...al fin y al cabo es un tío.

- Em, no, no gracias. Creo que sé ir.-

- Está bien. Te esperamos arriba.

- Va...Vale.- Intenté sonreír.

Al volver del baño me encontré con una sorpresa. ¡Sabía que caerían!

Estaban tan monos...Aunque me resultó muy extraño. María y Beltrán besándose. Bueno, más que eso. Os podéis imaginar. Comiéndose la boca. Me hizo sonreír. Pero no quise interrumpirles así que me alejé. Subí otra vez al ático. Cuándo estaba andando me tropecé con una maceta. Justo cuando estaba apunto de caerme alguien puso las manos debajo y me cogió al vuelo. Jaime.

Un beso y catorce deseos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora