Espuma de mar
Narrador omnisciente:
Su cabello se ondeaba lentamente con el pasar de la brisa que corría por el muelle, era agradable al tacto y llenaba el alma del joven rubio con un calor agradable. El sol estaba por ocultarse mientras que la marea seguía agitándose sin cesar.
Una inmensa soledad lo abrumaba en ese instante de debilidad que atravesaba, por más que tratara de dejarlo a un lado su mente le hacía una mala jugada haciendo que la ansiedad y la depresión recorriera cada fibra de su ser.
Por eso Katsuki cada vez que pasaba por un evento de ese calibre corría al muelle más lejano de su pueblo, para poder tratar de tranquilizarse y escuchar como las olas rompían en las rocas. Un sonido embriagador.
Esa rutina cambió un poco al conocer a esos ojos esmeralda y estrellas por rostro, pero esta vez era diferente. Estaba en ese muelle porque ahora huía de la inminente soledad que sentía por no ver a Izuku., que resultó ser un tritón muy especial, no me refiero a su situación jerarquica, si no porque ese pequeño había arrebatado su corazón sin ningún aviso o algún tipo de permiso.
Se le hacía tan irreal la idea de estar enamorado de un bello tritón, pero el amor como el destino no lo podemos manejar.
Katsuki llevaba la cuenta de los días sin ver a Izuku...un total de 23 días parase exactos.
Una brisa lo sacudió por completo, sus piernas que se encontraban colgadas a la orilla de muelle se estremecieron a sentir tanta melancolía en esa pequeña ráfaga de viento.
Al subir su cabeza para mirar por última vez esos rayos de sol, se encontró con ese cabello enmarañado y color alga.
Se levantó rápidamente, como si su cuerpo estuviera listo para correr. Se talló los ojos con ligera incredulidad para saber si era cierto que su amado estaba ahí y no fuera otra de sus ilusiones, pero afortunadamente para él no lo era.
Iuzuku se encontraba a unos metros del muelle, sonriendole, como si tratara de decir en esa sonrisa que todo estaba bien ahora.
Sin pensarlo dos veces Katsuki se lanzó al mar, sin ningún miedo de regresar. Porque al fin después de tanto tiempo veía con sus propios ojos a la persona que le quitaba suspiro día tras día sin descanso.
Izuku:KACCHAN.
Logró gritar Izuku al ver como el rubio caía al mar en frente suyo. Al poco tiempo de sumergirse Katsuki asomó su cabeza, riéndose para mostrar lo feliz que sentía en ese momento.
Katsuki: DEKU.
Decía con gran entusiasmo mientras nadaba rápidamente hacia él. Después de mucho tiempo por fin esas almas se volvieron a encontrar.
(...)
Dos jóvenes se encontraba charlando sentados en las rocas, mientras que la luna bañaba de luz con gracia sus rostros. Esta misma delataba cuanto se añoraban ambos.
Katsuki: ¿Dónde te habías metido?
Izuku: Tuve algunos problemas con mi padre y algunas visitas inesperadas estuvieron un tiempo con nosotros.
Katsuki: Ya veo...
Izuku: Todos los días pensaba en verte Kacchan.
Katsuki: Yo también Deku.
Un silencio atravesó ese momento tan único, el peliverde quiso interrumpirlo pero alguien se le adelantó.
Katsuki: Creo que es hora de irme, mi madre debe estar loca al no verme a esta hora en la casa.
Izuku: Está bien Kacchan, mañana vendré a verte.
El rubio cenizo se levantó lentamente de las rocas y volteo una vez más hacia su amado mientras que se acercaba lentamente a él.
Con su mano derecha agarró su cuello y unió sus frentes como un pequeño acto de despedida, al mismo tiempo unas palabras se escaparon de sus labios.
Katsuki: Te extrañé Deku.
Izuku: Yo también Kacchan.
No necesitaron decir algo más, ambos sabían que se pertenecían.
Hola, perdón por no actualizar en un tiempo pero al fin sé a dónde va encaminada esta historia.
Espero que les haya gustado el capítulo, no olviden dejar su voto y algún comentario que quieran hacer.
Los tqm.
Nos leemos luego.
Kai Kai.
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Acqua ▪Katsudeku▪
Fanfiction¡Vamos! Deja que el océano te abrace y las olas te consuelen.