"La chica de los libros"

"Amante de los pasteles"

Ese pensamiento me acompañó durante todo el trayecto de regreso al dormitorio de la universidad... los pensamientos se agolpaban en mi mientras miraba los niños jugar al baloncesto en las canchas... a los ancianos jugar al ajedrez en esos grises y polvorientos asientos, pero no era momento de pensar en ella, los exámenes finales serian en unos cuantos días y no podía confundirme algo tan poco relevante en mi vida de estudiante como una chica que encontré en la biblioteca

Todo se basaba en esos exámenes, definirían quien podría resaltar y llamar la atención de diversas compañías y organizaciones, y quien tendría que seguir con su rutinaria vida universitaria, sin una confirmación certera de si podría tener un trabajo en cuanto salga de allí... en todo caso, es una presión más "social" que otra cosa, aquel que no logre una calificación lo suficientemente buena seria rechazado de las hermandades y relegado a vivir una vida donde los estudios y obras literarias serian lo único que les haría compañía, era lo que se obtenía si ingresabas en una de las universidades más prestigiosas de Londres, donde el mas mínimo ápice de superioridad social o económica significaba una gran ventaja sobre tus contemporáneos.

- ¿Tu terminaste primero verdad abuelo? - preguntó Ted, que siempre se había sentido muy orgulloso de lo inteligente y perspicaz que era su abuelo

-Emm... no exactamente, déjame, te explico...

Recuerdo que faltaban unos... 2 días para el examen, cuando fui a la biblioteca de tom para seguir estudiando, "Algebra 1,2,3...", seguí así durante horas, pero lo complicado no era eso, mi problema era el no saber nada de esa chica... después de todo, debía devolverle algo que era suyo... tenerlo solo me incitaba a contemplarlo durante horas imaginando sobre su poseedora...

Cuando termine de estudiar, me dirigí a mi dormitorio, y me sorprendió al escuchar un zumbido en mi celular, es decir... ¿Quién podría ser?, con mis padres no hablábamos hace tiempo, mi hermano estaba de viaje y casi nunca llamaba, no tenía novia ni amigos...

¿Cuando revisé la gaceta de mensajes me encontré con un inesperado saludo que decía... "¿Hola... em... no sé cómo decirte esto, de casualidad tienes mi pin? :)".

Una sonrisa enorme se apoderó de mi rostro, de repente ese cuarto negro, oscuro, y sin vida, habría pasado a ser uno de los paraísos más grandes de los que puede ser testigo un hombre, donde cada poster, recuerdo, o nota, me hacían jactarme de la suerte que tenía por estar vivo..., pero debía responderle, así que luego de meditar por un rato... armé valor y le respondí...

"Si, bonito pastel, por cierto", luego de que lo viera... espere mirando fijamente a la pantalla durante unos minutos, deseando leer su contestación...

- ¿Y?, ¿Qué paso?, deja de ir por las ramas abuelo, ¿Respondió? - preguntó lisa, que desprendía brillo de sus jóvenes y celestes ojos porque siempre le habían encantado las historias del abuelo

-No... espere durante horas sin despejar los ojos de la pantalla, mi cerebro arremetía contra mí con pensamientos como... "¿En serio... bonito pastel?, ¿qué tienes... 12 años?" y así... cuestionándome una y otra vez los motivos por los cuales ella no respondía, no importaba cuando tuviera que esperar, esa cama de tallado abedul podría ser mi lecho de muerte, pero no me movería de ahí.

A eso de las 3am, cuando ya me rendía de mirar por la ventana la inmensidad del campus

Una veloz presencia paso alrededor de mi puerta y dejo una pequeña hoja de papel atravesando el umbral..., era una nota que decía, "Te espero a las 10:00 am en la biblioteca... no faltes "Amante de los pasteles"

No pude contener las carcajadas..., era muy hilarante el mote que ella me había puesto..., además de la euforia por tener una "Cita" con esa mujer de melodiosa voz. Así que me dispuse a terminar el día... extasiado, cerré los ojos para volver al recurrente sueño en el campo de rosedales...