Luego de ese momento quede profundamente atontado, a decir verdad, estaba nerviosísimo, mi corazón latía con rapidez y todavía no acababa de comprender lo que había pasado, recuerdo que no podía emitir sonido alguno, y solo me quedaba mirando al techo con gesto de estupefacción..., luego de un rato, di un rápido vistazo a mi reloj de bolsillo y vi con cierto apuro que ya era hora de irme, cuando me acerque a tom para despedirme él dijo unas palabras que hasta ahora recuerdo...
- ¿Mi biblioteca es la mejor del mundo verdad? - profirió esbozando una leve sonrisa
-Ciertamente que lo es..., gracias "Señor bibliotecario"- le dije, y nos estrechamos las manos en un saludo fraternal que dio pie a una duradera amistad...
- ¿Abuelo... Volviste a verla? - dijo lisa, mientras enrulaba su pelo
-En... déjame explicarlo, fue algo extraño, a decir verdad- dijo el abuelo intentando mantener el misterio
Los días siguientes fueron muy movidos... la temporada de exámenes se acercaba, y yo había estudiado poco realmente... es decir, poco para lo exigente que son dichos exámenes, recuerdo que siempre tuve la tentación de enviarle un mensaje a ella, una carta, algo, como para poder siquiera entablar una conversación, pero no debería, si me distraía perdería tiempo de estudio... y no era tan "Buen alumno" como para permitirme desaprobar alguno de los exámenes..., así que me era de suma urgencia ponerme a estudiar.
Pasaron los días normalmente... mientras que mi cabeza solo tenía dos pensamientos: el célebre "¿Le hablo?, y el imperativo, pero "Sabio" consejo de "No, debes seguir estudiando", a veces por mi memoria recurren pensamientos sobre esas discusiones, como un ángel y un demonio disputándose una acción, y yo siendo participe cuando en realidad lo que trataba de hacer era poder concentrarme en la cantidad sobrehumana de libros que colmaban mi mesa.
Y luego... llego esa semana, donde todos los días dispute una lucha con mi memoria para intentar sacarle respuestas certeras, en donde mi lógica y razón daban todo de sí para poder resolver los ejercicios... y en donde el nerviosismo hacia que más de uno colapsara y renunciara a la vida universitaria, aun cuando eso les significaba malgastar el dinero de sus padres...
Me siento con suerte de decir que me fue "Bien", no desaprobé nada en realidad, y pude sacar buenas notas (8 o 9 con suerte... tampoco era la gran cosa) en las materias relacionadas con la física y las matemáticas...
Todavía llega a mi memoria ese momento... ese maldito momento...
- ¿¡Qué momento abuelo!?- profirió lisa
Al terminar la semana, percibí un leve zumbido de mi celular, como no podía ser otra persona, era ella, intentando comunicarse conmigo..., era un mensaje que decía...
- "Ya no podremos vernos jamás... recibí buenas calificaciones en los exámenes, me llamaron de Harvard porque me titulaban como una "mente brillante", perdón... pero tendré que viajar a Cambridge EE. UU mañana... perdón, "Amante de los pasteles""
Luego de leerlo quede atónito... no podía creer lo que estaba pasando, ella, la chica con la que por fin había podido encontrarme... se iría del continente... y yo no podía hacer absolutamente nada
Incurrió en mí una profunda depresión... la impotencia de no volver a ver a esa bella muchacha con la que había compartido uno de los días más felices de mi vida... era una tortura indescriptible... que carcomía todo esbozo de felicidad en mi interior, pase de ser un hombre feliz... a un zombi, sin corazón... sin razón de existir, así que reuní valor y me dije... "Ok, no podrás verla, pero tranquilo, todavía existen los mensajes, es decir... podrás "hablar" con ella, aunque no sientas su calor, no puedes permitir que esto te desanime, debes continuar tus estudios"
Luego de intentar motivarme... le envié un mensaje tímido, no quería perder contacto con ella... creo que realmente me estaba enamorando...
- "Ok... no importa, pero antes que nada... ¿Podrías decirme tu nombre?"- le texteé, con la esperanza de obtener su nombre, el cual extrañamente... jamás le había preguntado.
Pasaron semanas en las que recurrentemente miraba a la pantalla... y solo podía ver el signo de "Visto", que me producía cuestionarme todo, si había dicho algo malo... si había tocado algún trauma o algo... era un pensamiento tan recurrente que me resultaba hasta molesto
Luego de 3 semanas... finalmente respondió
- "Me llamo... Nicole"
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"La chica de los libros"
RomanceUn longevo abuelo contando sus memorias a sus nietos al calor de la chimenea, un romance... Un joven habitante de la ciudad de Londres se choca con una bella muchacha en su biblioteca de confianza..., luego, el no puede parar de pensar en esa chica...