Adexe Gutiérrez:

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Bajo al salón y suspiro. Estoy intentando dormir desde hace rato y me es imposible. Ella no sale de mi cabeza. ¿Qué me está pasando? No lo entiendo, no soy el mismo desde que la conocí. Tras beber un vaso de leche caliente decido ir a su casa. No se porque pero tengo que verla, lo necesito. Subo por un árbol que da a la ventana de su habitación y me acerco a ella.

Hola pequeñita-murmuró acariciando su cabeza-pero me estas empezando a importar y no se porque. Te has metido en mi cabeza y no dejo ni un segundo de pensar en ti. Es que como si fueras una droga pero de las buenas. De las que enganchan y no puedes dejar de consumir jamás. Se que no soy bueno para ti pero, joder, es que ya me resulta imposible alejarme de ti.

Beso su frente y suspiro levantando me cuando alguien me toca por detrás el hombro y me asusto.

Tranquilo, soy su tía-murmura.

Se que no debería estar aquí... lo siento-la miro.

Tranquilo-sonrie-se que tienes buenas intenciones.

Si-sonrio.

Ven, vamos abajo, si no la despertaremos-murmura.

Bajamos abajo, me sirve un vaso de agua y bebo un trago.

Cuéntame, ¿que te traes con mi sobrina?-me mira-espero que no sea nada malo.

Claro que no señora-suspiro.

¿Entonces?-mira su vaso.

¿Sabe esa sensación de que no eres bueno para alguien pero aún así quieres intentarlo porque de verdad esa persona te importa y quieres tenerla en tu vida? No se si me explico-murmuró.

Si-deja el vaso encima de la mesa.

Pues es lo que me está pasando con su sobrina-admito golpeando con los dedos el vaso de cristal.

Grita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora