El chico de al lado.

El Enamoramiento

Quinn

Mi vida se basa en un problema con cara hermosa y un cerebro envidiado: Chris. Sí, mi gran problema era un chico, aunque mi vida también se basa en otra serie de problema como lo son mi familia, mi autoestima, mis amigas, etc. me ahorrare a decir que chris era quien se ganaba los momentos tristes y felices.

Mi gran encuentro con él fue al entrar a segundo de secundaria en una nueva escuela, debido a que acabábamos de mudarnos a la ciudad de San Francisco.

No me gusto de solo verlo, Christopher era lindo, pero había chicos aún más lindos en ese salón que atraían más atención, al menos físicamente sí. Recuerdo que uno de los días en los que me toco sentarme atrás de el pensé en el hecho de que estaba realmente lindo, pero era un momento de aburrimiento y tontez. Todo sucedió casi al final de el bimestre, cuando la maestra al yo hacer mucho relajo con mis amigas, las cuales adoro, Selena, alice y Anne, me cambio de lugar y me dijo que permanecería ahí hasta terminar el año (ya que estebamos a unos pocos meses de acabarlo) alado de él, no había cruzado una palabra con él durante mi estancia ahí, ni en inicios del año, ni en el intermedio, si no hasta ese momento, sabía que no era una mala persona, sobresalía al ser uno de los favoritos de los maestros por su inteligencia, llegaba a ser un poco engreído al juntarse con sus amigos, Justin, Ashton y Jeremy, los cuales tenían un serio rencor contra mí del cual yo no sabía el por qué, pero lo dejaba pasar.

Fue realmente incomodo los primeros días estar alado de el ya que no hablábamos, y yo acostumbraba hablar mucho con mis compañeros, no lo sé, simplemente era mi manera de no aburrirme, aunque acepto que a veces puedo llegar a estresar hasta el punto de que quieras taparme la boca con cinta y tirarme a un rio. Un día me sentía tan aburrida en la clase de Física ya que ya había entregado la tarea al igual que él, así que le hable.

- ¿Por qué no hablas? - le pregunté mirándolo un poco extraño y con pena.- Juro que no muerdo.

- ¿Tú no lo haces, así que por que lo haría yo? - Me respondió de una manera curiosa y a la vez cortante.

- Lo acabo de hacer genio- Al escucharme lo único que hizo fue verme, y luego voltearse a ver a otro lado. -Bueno, si no te agrado puedes decirlo y dejare de hablarte.

El volteo a verme de nuevo y se rio - No me agradas- A lo que yo de terca respondí:

- ¡Esta bien!, no te agrado, perfecto, entonces has como si fuera otra persona, realmente necesito distraerme de este aburrimiento y mis amigas están hasta el otro lado del salón. - Dije con la voz realmente irritada, ya que, ¿por qué no le agradaba? ¡El chico ni siquiera me conocía! además. Soy una chica genial, él se perdía de mi hermosa amistad JA.

- Dijiste que dejarías de hablarme si te decía que no me agradas, además no es como si el salón fuera muy grande Quinn, fácilmente puedes pararte e ir a verlas, y dejarme a mí dormir un poco, sin tener que escuchar tu voz tan chistosa pero demasiado chillona, si? gracias.

Yo solo me comencé a reír, raro lo sé, pero lo dijo de una manera tan dramática que no lo pude evitar, lo malo era que mi risa no era de princesa, así que sonó en todo el salón ya que todos estaban en silencio, se quedaron callados observándome al igual que el maestro y claramente Chris. Termine regañada y por poco me volvían a cambiar de lugar, lo cual hubiera agradecido, pero creo que el maestro vio mi odio al actual así que me dejo ahí. Después de ser regañada y burlada, volví a hablar.

- ¿Cuál es tu color favorito?, el mío es el rojo, aunque honestamente creo que me gustan todos solo que necesito escoger uno para que mi mente no se mate al no tener favorito. - Volteo a verlo con una sonrisa en la cara, hacer preguntas es algo que realmente me gusta, me distrae y a la vez me divierte, hace que conozca más a las personas, aunque no lo hago exactamente por lo último, solo se me hace divertido.