La gente cambia,quieras o no.

Difícil pero extrañamente satisfactorio

P.V. Marcos:
Después de desayunar, Flor se dispuso a contarme cual era la sorpresa porque al parecer, ella era la que mas sabía de todos.
Me contó que me tocaría ir a una ciudad cercana y matar a alguien, aunque yo negué, no me hicieron caso y para colmo, me tocó ir con Juan, uno de los miembros más brutos de la secta.
Me llevaron hasta una ciudad a 50 kilómetros de aquí y me llevaron hasta el hijo del presidente de ese pueblo, el cual me suplicaba,entre lágrimas,que no le matase y yo intenté otorgarle piedad, pero cada vez que lo intentaba, Juan me pegaba un puñetazo en la cara.
A pesar de eso iba a otorgarle piedad, aunque muriese en el acto.
Después de uno de los puñetazos me dio la sensación de perder el control sobre mí mismo y ya no era capaz de controlar mi cuerpo.
De repente le clavé el cuchillo que tenía en la mano en su cuello, y le desgarre el cuello con el, luego el pecho, luego los brazos y luego desde la cintura hasta los pies,pero no pude hacer nada para evitarlo, ni siquiera podía controlar mi cuerpo.
Después de degollarle, me empecé a reír sádicamente y después me tatué en el cuello con el cuchillo ensangrentado un escarabajo rojo.
Nada más terminé el tatuaje limpié la escena del crimen y cuando me subí al coche volví a poder controlarme.
Me sentía como un monstruo pero a la vez me satisfacía de una forma bizarra al matar gente, no entendía porqué pero decidí preguntarle a Huesos, luego a Cuchillo y luego a Soul, pero aun así no lo habían visto ni oído nunca, así que no me pudieron ayudar.
Para dormir me tuve que abrazar con fuerza a Frosty porque sentía el peso del asesinato en mi espalda.