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Taehyung debería llevar el yeso por tres meses y después recibir rehabilitación, por el momento le habían pedido que evitará caminar y si lo hacía tenía que ser con la ayuda de unas muletas. Jungkook escuchó  cada palabra e indicación que el médico proclamaba profesionalmente.

Por esa razón Taehyung permanecía en la habitación de ambos con todas las comodidades habidas y por haber.

Estaba recostado leyendo uno de los tantos libros que su pequeña Irene había llevado para él de la extensa biblioteca perteneciente a la madre de Jungkook. Era una novela clásica "Orgullo y prejuicio" en donde se retrataba el amor nacido de un sentimiento fuerte como lo era el desprecio; pero ¿Elizabeth realmente alguna vez odio al Sr. Darcy o sólo era su manera de disfrazar la atracción que sentía? Porque la atracción  era peligrosa, Taehyung lo sabía, desde que llegó del hospital su "relación" con Jungkook se había acrecentado, las muestas de afecto ya no eran nerviosas como en un principio, se besaba sin el menor remordimiento y por las noches dormían abrazados dándose calor mutuo, tal y como lo hace una pareja de recién casados y ellos lo eran, aunque las condiciones no sean las mismas su cariño mutuo no estaba fuera de lo normal y común.

Irene estaba dormida a los pies de su cama mientras que  Won su bebé lo hacía en la alfombra del piso,  ellos eran su vida y extrañaba tanto a su padre, eran su única familia porque aunque deseara decir que se la pasaba muy bien al lado de Jungkook y su tío SeokJin, ellos se irían después de que el contrato expirara.

Las tres noches consiguientes al accidente con miedo y asombro quiso pensar y analizar lo que vio aquella mañana pero simplemente no pudo darle sentido ¿Por qué alguien quisiera hacerle daño? ¿Por qué a él?  Y ¿Debería decirle a Jungkook sobre el culpable? ¿Le creerían?

-Toc Toc -se escuchó que alguien llamaba en la puerta

-Pase -respondió no tan alto para no despertar a los niños

De la puerta emergió Hoseok con una enorme sonrisa y un ramo de flores, Taehyung sonrió con alegría, le agradaba la compañía de Hoseok, siempre era un placer hablar con él, era como si sus problemas disminuyeran con sólo recibir sus características palabras de ánimo.

-¿Cómo te sientes TaeTae?

El nombrado sonrió ladino

-Atropellado-río- Pero bien

Hoseok se sentó a su lado mirando a los niños

-Son muy lindos-luego lo miro a él- Pero no mas que tú, realmente me preocupaste

Taehyung no sabía cómo responder a eso, a penas y se conocían

-Gracias Hobi, no te tienes que preocupar yo estoy bien

Su mano fue tomada por otra más cálida

-Cuando acabe el año ¿Qué harás?

-No lo sé, supongo que volver a mi vida, espero que Yoongi libere a mi padre pero aún así no me haré falsas ilusiones con eso

Hoseok asintió sintiendo más empatía de la que debería ¿Qué pensaría Jungkook si pudiera ser capaz de mirar lo que con astucia trataba de hacer? Seguro nada porque aquello que ambos tenían era un simple acuerdo, no había sentimientos entre ellos

-Cuando este año termine ¿Quisieras salir conmigo al menos una vez?

Taehyung observó al pelirrojo y se mordió el labio inferior, no deseaba pensar en que aquel contrato terminaría y que él se quedaría sólo con esos sentimientos confusos que se acrecentaban día con día, con cada caricia, besos amables y palabras dulces.

Comprado  (KookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora