El cielo de un violeta medio celeste, las últimas estrellas y el último momento de la luna, y una voz
-"Ella está bien, prometo que la voy a cuidar más que a mi vida, no te preocupes, se lo importante que es para ti, la verás pronto te lo prometo."
Estaba tendida en el suelo, giré mi cabeza hacía la derecha y había una chica parada, de un metro y 60 centímetro más o menos, su cabello color chocolate largo por los hombros, llevaba puesto un un pantalón color azul oscuro que se veía súper cómodo, y una campera rosada, se dio vuelta y me miro a los ojos.
*Llegue a imaginar que no te despertarías jamás.
Me ayudó lentamente a sentarme y me dio un poco de agua, confiaba en ella, la conocía aún que jamás la había visto en esta vida, con solo mirarla a los ojos sabía que ella conocía a Shean, que venía para ayudarme y que me conocía, pero ninguna de las dos sabíamos de donde nos conocíamos, su presencia me transmitía paz, tranquilidad y amor, pero no ese amor que le tenemos a la persona de la que estamos enamorados, era un amor tan puro como si ella y yo estuviésemos conectadas a través del mundo.
*Soy Isabella, vieja amiga de Shean, él quería que nos conociéramos, supongo que has escuchando hablar de mi, si no es así Shean tendrá una larga charla con migo (dijo mientras sonreía al decir la última frase)
-Soy Sara, supongo que también has oído hablar de mi, creo que vas a tener una larga charla con él (sonreí)
*Bueno.. tendremos que conocernos, tenemos tiempo. Ahora tenemos que seguir nuestro camino.
Me ayudo a levantarme y cuando mire hacia donde estuve recostada, había una piedra que brillaba tenía un color violeta viejo, la recogí y la piedra vibraba, mire a Isabella que estaba de espaldas y pronto al sentir mis ojos voltio a verme, miro la piedra y la toco con el dedo índice.
*Esta piedra esta llena de energías que vienen de la tierra, llévala con vos, te va a dar suerte. Primero iremos hasta mi departamento que queda a unas cuadras que aquí, y luego emprenderemos camino.
-A donde vamos a ir?
*Tenemos que encontrar a Sehan.
Empezamos a caminar y luego de varias cuadras que parecían eternas escuchó su voz "Es aquí" saca una llave de su bolsillo y habré la puerta, entramos y estaba la cocina a mi derecha y a mi izquierda, a unos 6 metros, una puerta que supuse daba a su dormitorio.
*Siéntete como en casa, por allí (señaló a la puerta de la izquierda) tienen la habitación y el baño, aquí la cocina (abrió los brazos refiriéndose a todo) pasa, sentite libre que esta es una casa para eso, para relajarse, disfrútalo.
-Por que confías tanto en mi? Digo, podría ahora mismo matarte..
*Por que se que vos lo sentis, y sabes la respuesta a esa pregunta, te conozco hace mucho tiempo, pero nunca en mi vida te había visto.
Cerró la puerta y me miro con una sonrisa en la cara.
*Sara, no te asustes por las cosas nuevas que estás experimentando, se que lo nuevo asusta, pero vos podes controlar tus miedos.
Me abrazo, fuerte, me transmito lo que sentía, y deje de hacerme preguntas estupidas como "¿y si en realidad ella es mala? ¿Confió de verdad? ¿En serio sara, vas a dejarte guiar por un par de ojos? Todo eso se respondió con tan solo su abrazo.
*Pasa Sara, ponete cómoda si queres mira una película, lee un libro, lo que sea.
Y entramos a su habitación al frente había una cama que estaba en forma de sillón, a mi derecha una tele, al lado de la tele la una puerta que daba al baño, entre la tele y la cama había una mesita, tenía desparramado un poco de marihuana y un vodka lleno.
*Me iré a dar una ducha si queres toma o ármate un cigarro, mi casa tu casa.
-Bueno gracias
Cuando era más chica solía fumar marihuana muy seguido, estuve internada en rehabilitación por unos 6 meses, ahí fue donde conocía a Shean, él estaba igual que yo, metidos ahí por obligación y equivocación. Me arme un porro, hacia tanto tiempo que no armaba que casi se me había olvidado, antes de prenderlo tomé un trago de vodka, luego fume y me senté en la cama a ver Rick and Morty, me hacía recordar a los viejos tiempos, cerré los ojos y sentía como mi alma se despegaba de mi cuerpo, abrí los ojos y vi una mirada, su mirada.
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El viaje de Sara
Avventuratome su mano y caminamos por el largo barranco que llevaba hacia el lago