2: colgando de una tela

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-¿me veo bien?—volteó a al voz de su novia y sonrió, un simple vestido blanco ajustado a su cuerpo más un cinturón café en su cintura, el sonrió, ese vestido él se lo regaló

-Estás hermosa, amor.

-igual tú—ella se colocó frente él y le comenzó a acomodar la corbata, un pantalón de tela negra y una camisa negra más una corbata del mismo color

-cualquiera que nos vea pensará que vamos a alguna boda o fiesta.

-es un lugar caro, de seguro todos visten así.

-espero que no nos vean mal por ir en tu auto...¿ves que deberías cambiarlo?-

-Ketty

-lo siento—sonrió- solo.. pensaba en voz alta¿si?

-bueno-suspiró- vamos, Nam dijo que podría ir a cualquier hora del día...

-espero que nos esté esperando, son recién las nueve de la mañana

-estaremos allá quizás a las once

-bien, vamos.

Se tomaron de las manos y salieron del departamento, una ves dentro del auto Jungkook se preocupó de igual modo sobre la imagen del auto, muchas veces se sintió discriminado por las amistades de su novia pero jamás dijo nada, aunque a él jamás le a importado aquéllo.

El viaje sería largo, hubieron silencios y algún que otro tarareo para cuándo ingresaron a la zona más rica de Corea comenzaron a notarlo solamente por los anuncios, propagandas de marcas famosas extranjeras, las tiendas tenían otros nombres y qué decir de los autos, todos últimos modelos o lujosos .

-es otro mundo-susurró Ketty y Jungkook asintió

Siguieron al Gps hasta que Kook notó que era más apartada de la central, cuándo llegaron abrieron os ojos, una enorme reja negra resguardad por guardias, quiénes pidieron sus datos para poder dejarles entrar, al pasar al fin la gran entrada principal llena de plantas y árboles y miles de jardineros se colocaron frente a la entrada de tal mansión

Siguieron al Gps hasta que Kook notó que era más apartada de la central, cuándo llegaron abrieron os ojos, una enorme reja negra resguardad por guardias, quiénes pidieron sus datos para poder dejarles entrar, al pasar al fin la gran entrada princi...

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-te juro que si es hombre me caso con él—bromeo Ketty

-ojala sea un viejo así yo soy tu amante y esperamos a que muera—le siguió el juego, nuevamente tomados de las manos subieron las blancas escaleras y allí los recibió un mayordomo

-señor Jeong, por favor sigame—

Ambos estaban con la boca abierta, mansiones así solamente ven en películas y doramas jamás habían estado en un lugar así, ninguna de las amistades de Ketty tenía tanto dinero como para tener una mansión de tal tamaño.

Ambos estaban con la boca abierta, mansiones así solamente ven en películas y doramas jamás habían estado en un lugar así, ninguna de las amistades de Ketty tenía tanto dinero como para tener una mansión de tal tamaño

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Seven years laterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora