Señor Jeong...
Si usted firma el contrato, le entrego los doce millones que necesita para salvar su compañía y a cambio solamente debe pasar seis meses a mi lado. ¿Qué dice?, fácil ¿no?...
ya veremos si sigue igual luego de seis meses.
Merry sonrió, las chicas que le ayudaban con su cabello hablan y hablan entre risas, de vez en cuándo le hablaban de que ese era un día maravilloso que eligió la mejor fecha para contraer matrimonio. Sólo quería decirles que se quedaran callados y que hicieran su trabajo que para eso las contrataron, al acabar se levantó y soltó un suspiro, aquél vestido era sumamente asustado y pesado, tuvo que colocarse maquillaje en los brazos para que no se notaran los golpes de JaeBum y un poco en el rostro, el muy desgraciado la golpeó un día antes de la estúpida boda. Se miró al espejo e hizo un rostro de desagrado, el vestido no era precisamente su estilo pero no podía negar que se veía bien en él
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Sentía que llevaba una cola enorme, nunca le han gustado los vestido así de grandes, soltó un suspiro y sólo aceptó que tendría que llevar eso por unas buenas horas. Se sentó y miró hacia el frente, el ramo de flores completamente blancos estaban en un florero con agua esperando a ser sacado.
Tocaron a la puerta y allí entró su padre, quién al verla sintió ganas de llorar pero se contuvo—es hora—la chica asintió, se levantó y tomó el ramo de flores, algunas chicas le ayudaron con la cola cuál tomaron, salieron del edificio dónde se preparó y subieron al auto cuál le llevarían a la iglesia. Su padre sólo le miraba e intentaba no llorar, ella reía y le comentaba algo para que no llorara pero el verlo con los ojos cristalinos solo sonrió, asintió y dijo que aún cuándo se metía al infierno, no negaría que el ver de aquel modo a su padre se sentís completamente feliz.
Llegaron a la famosa iglesia, salieron del auto y subieron las escaleras, las puertas fueron abiertas y comenzó a caminar a paso lento tomada del brazo de su padre, al fondo del pasillo estaba Jae Bum esperándola, de traje completamente gris con una sonrisa bastante sínica. Merry sólo rodeaba los ojos, la música típica de cuándo entra la novia y todos de pie, se aburría. Llegó al fin, su padre la dejó a manos de Jae quién le sonrió descaradamente, y allí estaba de pié frente al cura que hablaba de la biblia de el matrimonio, estaba cansada, el vestido pesaba y comenzaba a sentir sueño de tanto que hablaba el hombre miró hacia atrás y su padre le sonrió. Sulhyung estaba a su lado también sonriendo.
Al fondo entre todos los invitados, quiénes miraban atentos, algunos intentaba no dormirse, pero uno en especial, que se encontraba sentado mirando cómo la boda progresaba esperando a que llegara el momento para salir.
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