Señor Jeong...
Si usted firma el contrato, le entrego los doce millones que necesita para salvar su compañía y a cambio solamente debe pasar seis meses a mi lado. ¿Qué dice?, fácil ¿no?...
ya veremos si sigue igual luego de seis meses.
Al llegar al destino, Jungkook solo estaba curioso habían bajado demasiado de los barrios altos y ahora estaban cerca de los barrios donde Jungkook vive.
-por aquí-dijo señalando un pasaje dentro de pequeñas tiendas y casas,--acá puedes estacionarte—Jungkook se estacionó, Merry salió del auto y el con ella, se sentía un poco incómodo en ir de traje y ella no. La miró y solo la observó la polera negra con estampados de calaveras grises ancha para su talla aún así se notaba la curva de su cintura y se notaba que iba sin brasier, los jeans ceñidos a sus piernas y trasero cuál era completamente redondo. Vestida tan simple y se ve igual de hermosa, su cabello ondulado libre al viento.
-¿vamos?—el asintió, subieron una calle y ella se detuvo frente una cafetería pequeña, entró y la campana de la puerta sonó, pocos clientes estaban allí, el aroma de café inundó las fosas nasales de Jungkook quién miraba todo al alrededor sonrió al sentirse cómodo en aquél ambiente
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-Kookie—sintió algo en su estomago al ser llamado de manera tan tierna por ella, la miró y levanto las cejas—ven—a pasos lentos pasó por unas mesas llegaron a la vitrina de los postres y la caja registradora allí de pié estaba un chico mirando hacia abajo
-hey—Merrry dijo de manera suave el rostro del chico se alzó y sonrió, Jungkook lo vió dar la vuelta y al salir corrió hacia Merry para abrazarla.
-¿cómo éstas?—susurró la chica, Jungkook lo miró detalladamente, estaba rubio, jamás pensó verlo de ese color estaba más alto y más hermoso.
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-¿Jin?—el nombrado alzó la vista abriendo sus ojos sin poder creerlo, soltó a Merry quién se hizo a un lado sonriente, Jin abrazó a Jungkook sin problema alguno apretándolo a su cuerpo.
-¡JUNGKOOOK!—gritó haciendo reír al menor. Lo tomó de los hombros y alejó de su cuerpo para mirarlo.- oh Dios mío estás enorme ¿de traje? Jamás pensé verte así ¡estás hermoso! Espera—Jin se volteó y miró hacia Merry quién se estaba sentando tranquilamente en un pequeño banco detrás de la vitrina de los pasteles
