Inservible par de ojos pertenecientes
a un hombre cansado y ya dormido.
A ratos despierto pero no consciente.
Que de tan ciego parece cínico.
Rico es el pobre hombre desganado.
Que de pobre no entiende su cartera.
Quién querría financiar a un ciego falso,
cuando la dioptría no le causa la ceguera.
Hombre cruel sin empatía,
esa misma le será devuelta.
¿Quién ahora le creería,
y quién merece que le crea?
Si es un buen hombre rico,
que se quede las culpas y la renta.
La que sea mía, yo se la dedico
y él que la guarde sin tenerla en cuenta.
A día de hoy aún conserva la excusa
de que no le llegan los pies al suelo.
Pobre hombre, con esa invidencia suya.
Que de tan cínico, parece ciego.
