Chill ; nct lucas

Cumbres Borrascosas

Me encontraba mirando al chico nuevo, el cual estaba sentado en la cama mientras la enfermera le trataba el labio. Sí, le había partido el labio, y sí, me sentía fatal. Le había pegado por acto reflejo, pero aún y así, el chico solo hacía que sonreírme.

—Ya está desinfectado, solo tienes que tener cuidado de no golpearte. Si se llegara a poner peor, ven a verme.— dijo la enfermera con una sonrisa hacia él. Estaba a punto de salir por la puerta cuando me habló en tono de reprimenda.— Y HyeSun, ten más cuidado y trata bien al pobre chico. Ah, y enséñale la escuela, yo os haré un pase para el profesor.

Solté un bufido cansado y me dirigí al pasillo comenzando a caminar. Al segundo ya tenía al chico a mi lado, mirándome con una sonrisa de oreja a oreja como si no le hubiera agredido hace como media hora.

Genial, me toca enseñarle la escuela al nuevo que al parecer está loco.

Hice como me dijeron, le iba enseñando las estancias sin conversación de por medio. Tampoco es como si quisiera hablar con él. Pero como no, el silencio tuvo que ser interrumpido cuando llegamos a la biblioteca.

—Es enorme.— dijo él al entrar. Dado que las clases transcurrían solo éramos él y yo en esa espaciosa biblioteca. Mientras aquel chico parecía estúpido con la boca abierta mirando el lugar, yo decidí ir a coger un libro, dirigiéndome a las estanterías con paso ligero. Localicé "Cumbres Borrascosas" en uno de los estantes más altos, y aunque intenté alcanzarlo no pude. Resoplé y me puse de puntillas, pero escuché una risilla al lado de mi oído.—¿Este?

Me giré bruscamente para encontrarme el amplio pecho del chico delante de mis ojos, ya que yo era como un enano. Me miraba desde arriba con una bonita sonrisa adornando su rostro mientras tenía un brazo a mi costado tratando de coger el libro, y por lo que pude percibir también llevaba un perfume dulce, casi tanto como él.

—Eh, sí.— dije sintiendo como seguramente mis mejillas se encontrarían rojas e intentando alejar de mi cabeza los pensamientos que había tenido hace un momento. Sin apartarse ni un centímetro de mí me tendió el libro y se me quedó mirando fijamente, cosa que aumentó mi nerviosismo.—Gracias, pero ¿podrías moverte?

Al darse cuenta de la situación, asintió rápidamente y se alejó con un pequeño sonrojo en sus mejillas, lo que me hizo soltar una pequeña sonrisa al momento.

¿Qué rayos estoy haciendo?

Carraspeé y me senté en una de las grandes mesas, para después abrir el libro que tenía entre las manos. No levanté la vista, pero el tal Lucas se sentó frente a mí, con un libro escrito en chino. 

Nunca había hecho esto con nadie, pero extrañamente, la compañía de este chico no me molestaba en lo absoluto. Levanté la vista y mis ojos se dirigieron a su labio partido, mordiéndome el labio inferior dejé el libro sobre la mesa y llamé su atención.

—Oye...—dije suavemente evitando su mirada, la cual se había posado sobre mí al segundo de abrir la boca. Él también dejó su libro sobre la mesa y me regaló una sonrisa invitándome a hablar.— Lo siento. Me sorprendiste con el abrazo y te pegué como acto reflejo, lo siento mucho, de verdad.— dije apenada. De verdad que odiaba mi temperamento a veces.—

—No pasa nada, lo entiendo.— dijo sin dejar de sonreír. No entendía como podía tratarme tan amablemente después de haberle propinado un puñetazo sin siquiera conocernos.—

—Dime si hay algo que pueda hacer por ti, como disculpa.—dije con una pequeña sonrisa.—

Después de aquello no hablamos más, cada uno volvió a su libro y se volvió a instalar el silencio. Al rato sonó el timbre que indicaba el final de la clase, y me levanté dejando el libro ahí para caminar hacia la salida. Justo cuando alcanzaba la puerta, una enorme mano se enredó en mi muñeca, sujetando firmemente. Aún sabiendo de quién se trataba decidí girarme, para encontrarme con Lucas mirándome fijamente con expresión nerviosa.

—Ya sé lo que quiero que hagas.— dijo aceleradamente y con una pequeña sonrisa. Asentí para que continuara y no me molesté en decirle que soltara su agarre. Extrañamente no me molestaba.—Quiero que seas mi amiga.

Volví. Espero que os esté gustando ya que hoy subiré otro capítulo y voy a actualizar más seguido!

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