Diez cosas que odio de vos. [Blasnior]

Plan.

Simona POV.

Simona se encontraba en la biblioteca de la escuela en la cuál había organizado encontrarse con Dante para ayudarlo con inglés.

El plan para preguntarle al morocho si quería su ayuda en la materia había sido relativamente sencillo.

Simona y Ailín se sentaban en el banco que se encontraba a la derecha del de Dante y su amigo Ciro.

Ailín quien era muy buena en inglés se encargó de hacer los ejercicios que la profesora les había pedido que realizarán y le pasó las respuestas a Simona. Ésta esperó a que Dante mostrará señas de necesitar ayuda.

Cuando éste comenzó a bufar y a agarrarse la cabeza, la rubia se mandó y preguntó.

- Che, ¿necesitas ayuda?
- Eh, la verdad que si. - Dijo Dante entre risas.
- Tengo las respuestas si querés.
- ¿No te molesta?
- Nah, ni ahí, toma. - Dijo Simona extendiéndole sus hojas a Dante.
- Bueno, gracias che, sos una genia. - Le dijo Dante tomando las respuestas, rozando levemente sus dedos contra la mano de Simona, logrando que ésta se ruborice.
- De nada. - Suspiró la rubia junto a una risa nerviosa.

Cuando la profesora pasó a corregir la tarea y le pusó un diez, Dante quedó fascinado.

- Simona, ¡Sos una genia! En serio, nunca me saqué un diez en esta materia, me va re mal.
- Si querés te puedo ayudar a estudiar, ¿Te va?
- Sí, de una, pasame tu número así arreglamos. - Simona emocionadísima arrancó un pedazo de papel de su carpeta y rápidamente anotó su número de teléfono en el.

Ese mismo día Dante le mandó un mensaje para coordinar su primera cita de estudio. Habían quedado en juntarse el miércoles después de la escuela en la biblioteca, la cual quedaba abierta y disponible a los alumnos durante la tarde.

Y allí estaba Simona en una bella tarde de miércoles, esperando pacientemente por el chico que la tenía flechada.

- Hola, perdón por tardar, el tarado de mi hermano se llevó el auto sin avisar, así que tuve que venir caminando.
- No pasa nada, por lo menos viniste.
- No te iba a dejar acá colgada con los libros hablando en inglés sola, explicándole al aire, mira si piensan que sos una loca y te llevan. Me iba a sentir muy responsable.
- Que bueno que viniste entonces, sino te iba a carcomer la culpa. - Dijo Simona riéndose, ambos se estaban riendo.

La chica quedó hipnotizada con la hermosa sonrisa del muchacho y con la melodiosa risa que la acompañaba.

Así, comenzaron a charlar, Simona no pensó que iba a poder hablar tan fácilmente con Dante, pensó que la conversación iba a ser más difícil de llevar pero el tiempo demostró lo contrario, ya que sin darse cuenta habían estado hablando de cualquier cosa por quince minutos.

- Bueno, dale, arranquemos de una vez, ¿Qué te parece si empezamos con pronunciación?
- Uff, no, mi pronunciación es horrible.
- Bueno, hay una alternativa.
- ¿Si? ¿Cuál?
- Podés ver una película en inglés conmigo este sábado a la noche.
- ¿Contigo? Simona Sánchez, ¿Usted me esta invitando a salir? Sos una tierna. - Dijo Dante enternecido por la propuesta de Simona pero viéndola como una amiga.
- Ya me contaron lo de que tu tío no te deja salir, pero pensé que como es para estudiar no iba a haber pro-
- Pará un segundo, mi tío acaba de cambiar la regla, puedo salir cuando lo haga mi hermano.
- Ah, listo, genial entonces. Estaba pensando en que podíamos ver Titanic porque ya tenemos una idea de lo que pasa así que no nos vamos a perd-
- Eeeeh, pero tenemos un problema Houston. Mi hermano no habla ni con las piedras así que está complicado.
- Sí, noté que es medio antisocial.
- Medio si lo miras con un solo ojo.
- ¿Por qué es así?
- Ni idea, antes se llevaba bien con todo el mundo pero después de algo que pasó en una fiesta todo el colegio se enteró que era gay, sus compañeros medio que lo empezaron a aislar y a rechazar así que empezó a empujar a todo el mundo lejos de él, la única a la que no alejó fue a Agus. Hasta a mí y a mi hermano Romeo nos alejó.
- Bueno, igual estoy segura de que alguién debe querer salir con él, hay gente a la que le gustan los chicos difíciles.
- ¿Decís que podés encontrar a alguién a quién le gusten los chicos extremadamente difíciles?
- ¡Sí seguro que sí!

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- Es imposible Simona, nadie va a salir con él. Hay muy pocos chicos gays o bi acá en el colegio y ya la mayoría dijo que no bancan a Junior así que no hay mucho más que hacer. - Le dijo Ailín a Simona mientras revolvía los fideos en su plato con un tenedor.

La atención de la chica rubia se desvió de las palabras de su amiga hacia el chico de rulos que había visto en la oficina de la directora en su primer día de clase, quien estaba pinchando con un cuchillo el churrasco en su plato, de una manera tan agresiva que pareciera que estuviera apuñalando a alguién.

- ¿Y ese pibe? - Preguntó Simona, señalándoselo a su pelirroja amiga.
- No, no, no. A ese ni lo mires. Es un quilombero. Dicen que estuvo en una correccional.
- Bueno, por lo menos sabemos que se la banca. - Cuando ambas en simultáneo dirigiéron sus miradas hacia el chico de los rulos, se lo encontraron con un encededor en la mano, acercando el fuego a sus dedos y jugando con él.
- Él es nuestro chico. - Sentenció Simona firmemente, y ambas mantuvieron su vista en el chico hasta que este dirigió su mirada hacia ellas repentinamente, haciendo que las muchachas miren para otro lado rápidamente.

- ¿Y cómo hacemos para que salga con Junior?
- A ver, le podríamos pagar pero ninguna de las dos tiene plata. - Dijo Simona resignada.
- Necesitamos un patrocinador.
- ¿Qué es eso?
- Alguién con mucha plata pero que sea un tarado. - Cuando terminó de decir esto, Ailín volteó a ver la mesa de las populares de cuarto, donde se encontraba sentada Romina Neiro.

En ese momento fue como si se le hubiera prendido una lamparita. Con un plan en la mente Ailín se dirigió a esa mesa sin decirle una palabra a Simona. Cuando se sentó, las chicas de cuarto la miraron extrañada.

- ¿Estás pérdida? - Dijo Romina mirando a Ailín de arriba a abajo, juzgandola.
- No, vine a hablar.
- Nosotras no hablamos.
- Tenés razón, pero tengo una idea que comentarte, quiero ver si te interesa.
- No me va a interesar.
- Escúchame igual. ¿Vos querés salir con Dante no? Pero Dante no puede salir hasta que el insoportable del hermano lo haga.
- ¿Esta conversación va a llegar a algún lado? - Interrumpió Romina desinteresada.
- Lo que se me ocurrió que podés hacer es esto, le pagas a un pibe para que lo llevé a salir y vos salís con Dante. Necesitas a un chabón que se la banque. - Dijo Ailín señalando con la cabeza a la mesa donde se encontraba Blas, todavía jugando con el encendedor.
- ¿Blas? Escuché no puede ir a ningún boliche de la zona porque se cagó a trompadas en todos. Es mi compañero pero solo habla con su grupito de pibes quilomberos. Capaz se llevarían bien los dos antisociales.
- Por eso pensé en él.
- ¿Y para vos que hay en todo esto? ¿Por qué me lo decís?
- Sé que te moves en muchos boliches así que si me podés poner en un par de listas cada tanto...
- Si, ya entendí. Lo voy a pensar.

Y con esto, Ailín se retiró de la mesa con una sonrisa en su rostro. Pero esta sonrisa enseguida se borró cuando volvió a sentarse con Simona.

- ¿Qué haces involucrandola a ella?
- Tranquila, hay que hacerla pensar que ella está dirigiendo todo. Mientras ella organiza, vos tenés tiempo para estar con Dante.
- Epa, es una buena idea. Te subestimé eh.
- ¿Viste? - Preguntó Ailín con una sonrisa descarada.

Después de esto, sonó el timbre que indicó el fin del almuerzo y todos los alumnos comenzaron a salir del comedor rápidamente.

Con la posibilidad de que se realice el plan correctamente en el aire Ailín y Simona se dirigieron con la frente en alto hacia su aula.

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grax mel y a godisblasnior por ayudarme a corregir el cap, las amo ❤❤❤ ya sé que este cap es una verga porque es todo el pov de Simona pero tranquis que ya el próximo cap es en una pov que les va a gustar 😉