Principio.

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Simona POV.

No había nada que Simona quisiera menos que mudarse en la mitad de su quinto año de secundaria pero cuando a su mamá, Rosa, le surgió una maravillosa oferta de trabajo con una generosa remuneración y un espacio en donde se podían hospedar, se vieron obligadas a mudarse.

Esto llevó a que el día de hoy se encuentre frente a la oficina de la directora de su nueva escuela, quien le brindaría su horario y la combinación para abrir su locker. Llena de nervios Simona tímidamente toca la puerta de la directora.

— Pase. — Se escucha desde el interior de la oficina.
— Hola, buen día, usted debe ser la alumna nueva, ¿No?
— S-si, soy yo, Simona Sánchez, buenos días. — Contestó cautelosamente la jóven.

— Bueno Simona, veo que tuviste una carrera escolar media tumultuosa, te cambiaste mucho de colegio, vamos a hacer lo posible para que te adaptes a este. Acá tenés tu horario y la combinación de tu locker, en el pasillo está una de tus compañeras, ella te va a mostrar el colegio y te va a llevar a tu aula. — Terminó de explicar la directora.
— Gracias señora directora — Dijo Simona tratando de ser lo más respetuosa posible.
— De nada, y decime Javiera por favor, señora directora me hace sentir vieja.

Simona se da media vuelta para retirarse y cuando abre la puerta de la oficina se cruza con un chico de rulos alborotados, más alto que ella. Llegá a escuchar una pequeña parte de su conversación con la directora.

— Eeeeh Javi, ¿cómo te va? — Simona escucha decir al chico y se ríe por la manera tan informal en la que este se refiere a la directora.
— ¿Otra vez sanción Quevedo Linares? ¿No aprende más usted no?
— Es que me gusta visitarla Javi, si no vengo a su oficina la empiezo a extrañar. — Simona se ve obligada a dejar de escuchar la divertida conversación cuando siente una mano en su hombro.

— ¿Vos sos Simona? — Pregunta una chica de ojos azules cuando esta se da vuelta.
— Sí, ¿Vos quién sos? — Contesta Simona de forma un poco brusca pero sin malas intenciones.
— Yo soy Ailín, soy tu compañera de curso, me mandaron para que te muestre el colegio.
— Ah, que copado pero, ¿No tenemos que ir a clase ya? — Pregunta la rubia sin realmente saber la respuesta ya que los nervios de ingresar a su nueva escuela provocaron que la jóven pierda la noción del tiempo.
— No, quedáte tranqui, es re temprano todavía. Acá si llegas temprano podés ir a donde quieras hasta que arranque la clase así que tenemos tiempo.

Ailín y Simona comienzan a caminar a la par por la escuela, en su camino hacia su aula Ailín se encarga de señalarle las cosas importantes y los lugares que si o si debía conocer, mientras le daba estas indicaciones, comenzaron a pegar onda y a hablar de cualquier cosa, tanto así que sin darse cuenta habían llegado al pasillo donde se encontraban los lockers de los alumnos de secundaria superior.

—Bueno, acá están nuestros lockers, ya sé, parece re de película yankee pe...— Simona estaba completamente segura de que Ailín seguía hablando pero la rubia había dejado de escucharla el segundo en el que sus ojos se posaron sobre un chico morocho con la sonrisa más hermosa que había visto nunca hablando con lo que debía ser su grupo de amigos.

— ¿Simona? ¿Me estás escuchando? — Cuestionó la chica de ojos azules al notar que su compañera no estaba prestándole atención.
— Eeeh, no, perdona, me quedé colgada mirando algo. — Contestó rápidamente Simona.
— ¿Qué miras? — Preguntó Ailín intrigada.
— A él, lo miro a él. — Dijo la rubia en un suspiro, señalando al jóven con la cabeza.
— ¿A Dante? ¿Dante Guerrico? Olvídate, es imposible.
— ¿Qué? ¿Por qué?
— Porque tiene prohibido salir, él y su hermano no pueden salir ni de joda, ni a citas, ni nada. Tienen un tío re estricto que quiere que solo piensen en sus estudios.
— ¿Posta? Que horrible, se deben re aburrir.
— Nah, no creo, Dante es re popular a pesar de lo de no poder salir, se lleva bien con todo el mundo. Junior es otro tema, no lo banca nadie.
— ¿Por qué?
— Ni idea, antes se llevaba bien con todos como su hermano, pero desde de que se corrió la voz de que es gay y los idiotas de sus compañeros se empezaron a alejar de él, se volvió más enojón, lo miras fijo por un rato y casi que te ladra. Solo se habla con su amiga Agus ahora. — Terminó de explicar Ailín.
— Uuf, pobrecito, se debe sentir re solo. - Contestó Simona sintiendo empatía por el jóven Guerrico.
— Sí, igual tampoco se esfuerza por caerle bien a nadie, una vez le fui a hablar y me contestó como el orto, es así con todos.

Cuando Ailín terminó de hablar, la rubia redirigió su mirada a dónde se encontraba Dante y vió que ya no estaba solo con sus amigos, ahora había una chica agarrando su brazo.
— ¿Y esa quién es? — Dijo Simona, queriendo descubrir inmediatamente la identidad de esa chica y cual era su relación con Dante.
— Esa es Romina, es una compañera de Junior que le tiene ganas hace mil años a Dante.
Al escuchar esta respuesta Simona decidió ignorar por el momento a la chica y se concentró nuevamente en Dante, perdiéndose una vez más en el esplendor de su sonrisa.
— Miralo, ¿No es divino?
— Sí, divino e inalcanzable, esos pibes nunca se fijan en chicas como nosotras, se fijan en pibas como Romina.
— No, te equivocas, ¿Por qué no se van a fijar en nosotras?
— Uh, bueno, si querés intentar hablarle intentalo, justo creo que esta buscando alguién que lo ayude con inglés.
— ¡Perfecto! — Celebró la rubia al oír que tenía una excusa para ir a hablar con el chico.
— ¿Sabes inglés?
— No, ¡Pero voy a aprender! — Exclamó animada Simona, totalmente segura de sí misma.

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Espero que les haya gustado, el próximo cap ya es en la perspectiva de Junior, besos ❤

Diez cosas que odio de vos. [Blasnior]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora