CUADERNO DE HISTORIAS (de un pequeño estudiante)

Ion y Oriana

Año 5203. 

Un hombre iba acelerando en su nave magnético por las anchas vías de la Ciudad Futura. Su destino, el Laboratorio Biológico Central. Tras pasar por las puertas, el hombre se detuvo para introducir su huella dactilar e identificarse. Mientras giraba entre los pasillos impecables del edificio, solo había un pensamiento bullendo en su mente: Ya no podía soportar aquello ningún segundo más.

Eso pensaba Ion Estrella, científico espacial, astronauta y explorador de planetas. Tanto su vida como su trabajo era un éxito asegurado, hasta que ocurrió lo que ocurrió hace unos pocos meses. Se había despertado en una cama del hospital, confuso y con un dolor de cabeza insoportable. Según lo que le había contado su jefe de la estación espacial, él había partido en una misión al planeta  PX707 del cual salió gravemente herido tras un ataque de marcianos. Al principio sintió vergüenza por su fracaso, pero la compañía de su mujer le animó a continuar su carrera. 

 Oriana, una mujer intrépida y aventurera. No solo eran marido y mujer, sino también compañeros de trabajo. Siempre investigaban juntos y publicaban con la firma de los dos. La mujer de su vida, la que supuestamente debía acompañarle y acompañar, estaba muerta. Seguía sin estar claro de cómo había ocurrido, tan solo podía recordar su cara pálida tan característico de un cuerpo expirado. Causa de la muerte: natural.

-He estado pensando durante estas últimas semanas, -Empezó a decir Ion hacia su amigo biólogo. -Nada está aclarado, tanto mi expedición por el planeta PX707 como la muerte injustificada de mi mujer. Las cosas se me han ido de las manos desde que desperté en el hospital. Exijo a mi mujer de vuelta.

Dicho aquello, Ion entregó a Binomio Filipos una bolsa con mechas de pelo y un chip verde marcado con el nombre de Oriana Estrella.

-ADN y un chip de memoria... -Binomio alzó su cabeza incrédulo. - ¿Acaso quieres...?

-Quiero un clon. Binomio, eres mi última esperanza de poder recuperarla, te prometo que será el último favor que te pediré. 

-No tienes tus ideas aclaradas, no estás pensando con conciencia Ion. - Binomio intentaba convencerle, -La técnica de clonación no está perfeccionado y hay más de cincuenta por ciento de probabilidad que el clon muera en cuestión de semanas. No puedes clonar a tu mujer teniendo ese riesgo en mente. ¿Me estás escuchando? -Ion ya se había marchado.

Los días pasaban y las noticias de Binomio no llegaban. Había una voz de alerta en la cabeza del astronauta que no paraba de repetir lo mismo: Algo no encaja, algo está escondido. Hacía meses desde que empezó su búsqueda en las redes sociales buscando pistas. Noticias borradas, mensajes desaparecidos que ocultaban la verdad de lo ocurrido. Tras infinitos intentos al fin consiguió recuperar una página web con noticias pérdidas. Su comunicador sonó y cogió la llamada mientras ojeaba en su ordenador.

-Soy yo Ion. -sonó por la otra línea la voz de Binomio Filipos- Siento mucho por no haberte llamado estos días, pero escucha esto. He comprobado el chip de memoria que me diste: no hay nada, está completamente vacío. -La vista de Ion enfocó sobre el titular de una noticia en negrita.  –Nuestras máquinas han conseguido identificar el ADN de Oriana, pero no hay manera de empezar la clonación. Algo va mal Ion, ¿me escuchas? ¿Ion? ¡Responde!

El comunicador cae al suelo y la voz de Binomio va disipando en la sala. Los manos del astronauta temblaban sin cesar mientras agarraba con fuerza su cabeza. Tenía los ojos desorbitados, la mirada congelada sobre la pantalla. Todas las piezas habían encajado.

ION Y ORIANA ESTRELLA: EXPEDICIÓN MORTAL HACIA EL PLANETA PX707. SUS CUERPOS HAN SIDO ENCONTRADOS.
Publicado hace tres años.

No se podía clonar, ni a su mujer ni a él mismo. Claro que no. ¿Cómo iba a ser posible? ¿Cómo podían clonarse ellos cuando en realidad ellos eran los clones?