Un número más ~/ Miguel Rivera x Marco de la Cruz x Hiro Hamada

Una historia más

Un joven moreno de 13 años se encontraba con cierto nipón despeinado, hablando de cosas sin sentido.

El de tez blanca contemplaba a su amigo mientras este relataba su castigo por llegar tarde a la cena de su familia

-Y entonces Mamá Elena me tomó de la oreja y no pude hacer otra cosa más que seguirla a la mesa y escuchar ahora el regaño de los demás- hizo un puchero para finalizar su relato.

El nipón se encontraba perdido contemplando al de menor edad, hace días había empezando a poner más a atención a el aspecto del moreno, desde sus lindos ojos hasta el suave olor que desprendía su piel.

-Hiro?, ¡Hiro!- le gritó el moreno sacándolo de sus pensamientos.

-Este... Qué?, Digo continua

-No me pusiste atención verdad

-De hecho no

-Bueno- suspiró- te comentaba que conocí un nuevo amigo, se llama Marco de la Cruz

-De la Cruz? No ese era el hombre del falso cantautor?

-Si, al parecer es su tataranieto - aclaró - pero no hay rencores -sonrió mostrando el lindo hoyuelo que poseía.

Dejaron abandonado el tema comenzando a hablar de cosas sin sentido. Tiempo después su conversación se vio interrumpida por una tercer persona (desconocía para el mayor)

-Miguel!!!- un moreno muy parecido a Miguel se acercaba al par de amigos.

-Marco!! -Miguel correspondió al saludo. Así que.. ¿Este era el "famoso" Marco?

-Miguel, ¿Cómo a estado mi pedacito de chocolate?

Miguel enrojeció ante tal pregunta, al igual que Hiro solo que este ultimo por un motivo diferente. Le había dicho que era ¿Su pedacito de chocolate? ¿Pedacito de chocolate? A Miguel nadie (que no fuera Hiro) podría llamarlo por dulces apodos (cosa que el no hacia por pena).

-Hooolaa... Mmm... Marco? Verdad? -Se puso enfrente de Miguel.

-Si, Y tú eres?

-Hiro, Hiro Hamada, mejor amigo de Miguel.-Estiró su mano.

-Marco de la Cruz - tomó la mano del nipón apretándola levemente - Y creo que hay una confusión ya que YO soy el mejor amigo de Miguel.

-Oh no lo creo "amigo"- ambos se " mataban con la mirada" mientras apretaban cada vez más fuerte la mano del contrario.

Una rivalidad nació ese día para ganar el amor de cierto morenito con un lindo hoyuelo.