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"Hospital"
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Me sentía un tomate.

Me encontraba hospitalizada y postrada en una cama que pedía a gritos un "por favor, ponedme algo de color!", y también, me encontraba con la cara hinchada al igual que una ardilla y roja como la fruta que ya mencioné antes.
Para mí suerte los doctores habían logrado que volviera a recobrar la respiración, también me habían hecho un lavado de estómago y por ende tengo que estar sin comer por algunas horas mientras me inyectan un líquido desconocido por la vena.

Yo odiaba los hospitales, me aburren muchísimo.

Pero ahora, si quería seguir viva debería obedecer a los doctores y quedarme aquí por una semana. Una semana en la que al menos no tendré que asistir a clases. Aunque esto, con ayuda de algún ser divino, podía cambiar ya que todo dependía de cómo valla mi organismo, es decir, si me mejoro antes puedo salir antes también.

— Muy bien, señorita Kim Hye.– La enfermera se encontraba cambiándome aquel líquido extraño–. Ya le he cambiado esto, y en unos minutos más vendrán a visitarles sus parientes.

— Vale, gracias.– Asentí frunciendo el ceño mientras miraba el líquido ese.

Se sentía realmente raro estar conectada a ese aparato, me sentía algo así como el "señor eléctrico".

Suspiré pesadamente.

A pesar de casi haber muerto, no me sentía para nada mal. Mi ánimo estaba como siempre, lo único raro era el caracho que llevaba.

Quien de verdad se debió sentir mal fue Jaemin.

El llamo a la ambulancia y cuando llego, se subió junto conmigo y en ningún momento me dejo sola. Se había ido del trabajo y eso no me gustaba mucho, su madre debe estar preocupada y mucho más que estresada atendiendo ella sola el café. (Bueno, aunque en realidad habían más meseros).
El estaba muy preocupado y nervioso, pude notarlo cuando estábamos en la ambulancia y tomo torpemente mi mano, me di cuenta con los pocos sentidos que poseía en ese momento, que sus manos tiritaban.
No dejaba de susurrarme cosas como;"Estará todo bien,ya veraz", "Yo te cuidaré", "Seré tu enfermero personal, pero por favor, sigue despierta".

Debía sentirse realmente culpable..
Y aunque por más que quiera echarle la culpa a alguien de mi casi muerte, no podía. El no tenía la culpa.
El no tenía ni idea de que yo era alérgica a las nueces, y Lisa no sabía que aquel Café contenía ese fruto seco.

Espabile cuando escuché que la puerta de mi .-ahora nueva habitación-. estaba siendo tocada.

Suspiré pesadamente, seguramente debían ser mis padres quienes no dudarían en preguntarme que me había pasado, y yo tendría que inventarme alguna buena excusa para que no maten al pobre de Jaemin.

Abrí los ojos de golpe al darme cuenta que había sido Jaemin quien había entrado.

Oh no, el no debía verme con este careto, no podía.
A nadie le gustaría que un chico te viera con las pintas que llevo, una cara que ni se podría llamar cara, si no, un tomate, junto a unos pelos de locos que te hacían creer que vivía con 17 gatos y además , la bata del Hospital se veía fenomenal en mi. Sin duda, estaba para modelar en las pasarelas más grandes y exitosas de Corea.

''Nana Coffee'' | Na Jaemin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora