Amor por contrato (EXTRAS)

7 meses 👶

Justin

—Buenos días hijo —me saluda mi padre, yo le sonrió y después me siento en mi puesto, este se sienta al frente de mí— supongo que ya sabes que es lo que me trae a tu oficina.

Me dice él, yo asiento la verdad es que me lo había mencionado un par de semanas anteriores, pero aún no me daba una respuesta como tal, ya que no logran decidirme ante su petición, no es como que fuera algo fácil de responder.

—Bueno Hijo, la verdad es que necesito que me des una respuesta, ¿Te gustaría ir? Es realmente una gran oportunidad y eso le dará una vida mucho más cómoda a Taylor y a tu futuro hijo. ¿Comprendes, verdad? —me dice él. Yo asiento, pero no era fácil. Realmente sabía que no era una idea que le agradaría a Taylor.

—Papá, realmente estoy agradecido de lo que me estás ofreciendo... Es un buen proyecto y sé que me ira mucho mejor si estoy allí... Pero, no puedo aceptarlo —dije, este me miró con extrañeza, esperando una buena justificación a mi rechazo— papá no es fácil llegar y mudarnos así como así... Además no allí, Taylor nació allí, sus padres sé que aún viven en esa ciudad. Realmente no puedo pedirle que vuelva a la ciudad que tan malos recuerdos le trae y sé que me estoy perdiendo de una gran oportunidad para nosotros... Después de todo, sé que esta empresa dará mucho fruto pero debo reclinarlo.

Mi padre asiente y se queda mirando en algún punto, como pensando, sabía que mi respuesta no le agradaba, mi padre abrió una empresa en donde antes vivía Taylor y quería dejarme esa empresa en mis manos, que nos fuéramos con Taylor y nos quedaríamos allá, pero... No podía aceptarlo, no si sabía que eso la lastimaría.

—Esta bien Justin, realmente comprendo lo de Taylor. Sé que es doloroso volver a un lugar donde están esas personas que le hicieron tanto daño... Sin embargo, Taylor debe aprender a aceptar su realidad —Papá le dije molesto, pero este me interrumpió— esto es por un bien mejor para los dos, piensa bien Justin tu decisión —este se levanta y yo le miró con molestia— a veces hay que hacer sacrificios para obtener las cosas.

Antes de que pudiera decirle algo o quejarme de sus palabras este salió de mi oficina. Maldición, a veces me molestaba lo frío que podía ser mi padre, por supuesto que podía notar lo que tenía mi padre de malo, muchas veces pensaba más en el bien de su trabajo que en el bien de las personas, por eso han habido ocasiones en las que han tenido fuertes discusiones con mi madre. Por su mala forma de equilibrar las cosas.

Sabía que está era una excelente oportunidad, pero no podía hacerlo. No quería herir a Taylor, no quería que fuéramos a una ciudad en la que no se sentiría como, en la que le traería malos recuerdos. No podía hacerle eso. No a ella. Intentaría hablarlo con ella, pero si esto le hace daño de alguna manera por supuesto que no lo aceptaría.

×Horas más tarde×

—¡Eh llegado! —menciono, me dispuse a colgar mi chaqueta y en eso ella aparece con una gran sonrisa en los labios. Yo le miré— Creo que con esa sonrisa me dices todo, ¿Te fue bien?

Ella se me acercó y me dio un beso, yo sonreí y le besé nuevamente. Creo que le dijeron lo que esperaba.

—Bueno, te tengo una buena noticia. El médico dijo que era niña —dijo ella. Yo le miró y sonrió ¿De verdad? le preguntó sonriente— Así es, va a ser mujer.

—Eso es genial... Pero, entonces, ¿Por qué tanta felicidad? Tú querías que fuera niño —le dije, está me abraza y se encoge de hombros. Luego me mira.

—Sea lo que sea le querré tal como es, es mi bebé así que le voy a querer tal como sea —me dice ella, yo sonrió, claro que era así. Bese su frente y está me sonrió feliz. Correspondí a su abrazo con cariño, la bebé no nos dejaba estar tan apegados como desearía, pero aún así podía sentir su cuerpo junto al mío. Y eso ya lo hacía perfecto— ¿Y a ti? ¿Cómo te fue en la reunión con tu padre?

Enseguida mi rostro cambia un poco de expresión, para hacerlo menos notorio me separé de ella y me dirigí a la cocina, ella avanzando detrás de mí. ¿Cómo le diría lo que mi padre me dijo?

—Bien —le dije, tome un vaso de agua y me dispuse a beberlo, le miré, está tenía una cara de confusión en su rostro— bueno, hablamos de trabajo. Lo de siempre.

Intenté decirlo sin mayor importancia.

—No, hay algo más. Te noto inquieto, ¿Qué sucedió, Justin? —me pregunta ella con preocupación. Realmente me conocía demasiado bien, rayos, oh bien, soy muy predecible. Deje el vaso en la encimera y me la quedé mirando un momento. Debía de decirle, tarde oh temprano.

—Mi padre abrió otra empresa, quiere que yo la maneje. Básicamente ser el dueño de ella.

—Justin, ¡Esa es una excelente noticia! ¿Por qué no estás conforme? —me pregunta ella confusa.

—No es eso... Es que... Tendremos que mudarnos, no es aquí —le dije. Espera que con tan solo eso entendiera que la noticia no era tan buena. Está hizo una mueca.

—Bueno, si es difícil mudarnos. Pero no imposible, Justin, tu padre te está dando una excelente oportunidad, realmente a visto tu esfuerzo, cuanto has trabajado estos años. Pensar que cuando te dijo que te daría una empresa si te comprometías solo era para que manejaras una de sus empresas. Pero ahora es diferente, ¡Te la está entregando! ¿No te sientes emocionado por eso? Era lo que querías —me dice ella, acercándose. Por supuesto que la noticia me emocionaba, yo realmente sentí una decepción cuando solo me dejó manejar la empresa y no me la entrego por completo. Aunque al mismo tiempo no me arrepiento de haberme casado con Taylor. Y la noticia era estupenda, pero sabía que no había sacado el tema por completo— ¿Cuál es el problema?

Me pregunta, yo respiro hondo y me dispongo a responder. Debía de hacerlo en algún momento después de todo.

—Debemos ir a... —¿Por qué se me era tan difícil decirlo?— Manhattan.

Lo dije al fin, está se quedó con los labios entre abiertos y me quedo mirando unos segundos, sabía que tendría aquella mirada perdida por un par de segundos, o minutos, este después cambio la mirada y dijo:

—Justin, entiendo porque no quieres ir... —esta sonrió y me miró— y agradezco tu consideración, pero está realmente es una gran oportunidad. Debes ir —esta mueve su cabeza de un lado al otro— digo, debemos ir. Iremos juntos. La verdad es que, por más que intente evadir la situación, sé que me los encontraré en cualquier momento. Debes aceptar.

—Pero... —comencé a decir, pero ella me callo en seguida, acercando sus labios a los míos y depositando un pequeño beso. Cuando se alejó me miró y dijo:

—No te voy a decir que me alegra volver allá, pero mientras esté contigo y nuestro bebé, estaré completamente feliz, es todo lo que necesito —me dijo ella, yo sonreí. Tome sus manos y bese cada una de ellas. La verdad es que no pensé que Taylor me diría algo así, tal vez porque me refleje en ella y sabía que yo jamás habría actuado de esa manera. Pero esto, también me hace darme cuenta de cuando a crecido, de cuanto a madurado. Sí algo así hubiera pasado un par de años atrás, de seguro que me habría hecho un berrinche.

Soy el hombre más afortunado del mundo, al tenerla a ella.