Capítulo 2: "No juegues conmigo, cariño"

232 12 1
                                    

Hola!

Les comento que a partir de ahora comenzaré a subir capítulos todos los jueves! 

Hasta el jueves! 

Saludos!

____________________________________________________________

-Maldición!

Intenté por quinta vez zafarme de las cadenas que sostenían mis muñecas, pero me fue imposible. Había despertado en una habitación pequeña y cuadrada, de paredes de piedra y en la de enfrente a mí tenía una puerta de acero con una pequeña ventana. A excepción de esa puerta y de las cadenas que me mantenían colgada desde el techo por las muñecas, la habitación se encontraba completamente vacía y en oscuridad. La única señal de luz era la que provenía del pasillo y se filtraba por la pequeña ventana de la puerta.

Mis pies no llegaban a tocar el suelo, mis brazos eran los que sostenían todo el peso de mi cuerpo y ya empezaban a adormecerse. ¿Cuanto tiempo he estado allí colgada? No tenía idea. Mi pierna y cabeza ya no dolían como en la fiesta, lo que quiere decir que esos vampiros me curaron con su sangre. Había usado la sangre de vampiro antes para curarme, claro. Más de una vez después de una pelea quedaba con rasguños y husos rotos y al no poder permitirme estar fuera del negocio por tanto tiempo, tomaba un poco de la sangre del cuerpo del vampiro que había matado y la bebía, curando mis heridas en minutos. No sé hace cuanto me habrán alimentado con ella, pero si fue recientemente debería tener fuerza extra la cual usar a mi favor.

Un repentino frío atravesó todo mi cuerpo y ahí fue cuando noté que estaba en ropa interior, solo en bragas y sostén de encajes negros, esos malditos me quitaron el vestido y mis armas y sin ninguna de las dos cosas me sentía completamente desnuda e indefensa allí colgando.

Tal vez si tiraba más de cerca con la cadena más tensa pueda lograrlo. A pesar de mis brazos adormecidos junté fuerza, agarré las cadenas con mis manos y fleccioné los brazos para así elevarme. Pasé una de mis piernas sobre mi cabeza y la enganché en una de las cadenas, pero cuando iba a hacer lo mismo con la otra una luz se encendió, iluminando la pequeña habitación, y escuché el chirrido de la puerta abriéndose.

-Bueno, no me esperaba esto.

Salté ante el sonido de su voz, lo que me hizo perder el equilibrio y mi pierna cayera, llevando hacia abajo todo el peso de mi cuerpo con ella. Gemí y me mordí el labio para evitar gritar de dolor al sentir a mi hombro izquierdo salirse del lugar ante la fuerza de mi caída y mi cuerpo solo se quedó allí, valanceándose de un lado a otro, colgando de las cadenas que sujetaban mis muñecas.

-¿Interrumpimos?

Cerré mis ojos con fuerza y contuve la respiración, esperando que el dolor pasara, concentrándome en contar hasta diez en mi mente en el proceso. Una vez que el dolor se hizo mas soportable abrí los ojos y observé a los dos vampiros que acaban de entrar en la pequeña habitación. Los dos estuvieron en la fiesta de anoche, uno era el vampiro de los hermosos ojos verdes, el que me había detenido de matar a Kyle y me tiró por los aires, estoy segura que tambíen fue el que me lanzó el cuchillo. El otro también recuerdo haberlo visto hablando con los demás antes de que me llevara a Kyle. Vestía unos pantalones negros de vestir, una camisa blanca y un saco de vestir negro. Era alto, de hombros anchos y pude suponer por su mirada y postura rígida que era un vampiro poderoso, de al menos unos quinientos años, atrapado en un cuerpo de una persona de treinta. El poder que amanaba su cuerpo era más grande de lo que jamás había sentido. Sus ojos oscuros contrastaban contra su piel blanca y cabello oscuro largo hasta sus hombros y cuando esos ojos terminaron de inspeccionar mi cuerpo y se encontraron con mi mirada mi cuerpo se estremeció y supe que no debía meterme con él.

Sed de VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora