❥Novio de Alquiler | ➳[GyuWoo]

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Luego de la conversación que DongWoo, SungJong y HoWon mantuvieron (y que será contada en otro momento para mantener en la incógnita a todo el mundo), los tres se dirigieron hacia la casa de WooHyun, tocando la puerta a patadas para que el chico no tuviera la excusa de que no oyó nada.

Luego de diez minutos pateando la puerta, esta se abrió, y un desaliñado WooHyun los miró con furia.

—¿Se puede saber qué quieren? —preguntó de forma tosca.

—Nosotros... —SungJong frunció el ceño, viéndolo—. ¡Apestas a alcohol!

Antes de que alguien pudiera hacer algo, HoWon empujó a WooHyun hacia el interior en tanto SungJong pasaba de largo hacia la cocina, viendo todo lleno de botellas de cervezas vacías, tiradas en el suelo sin cuidado. La sola visión lo entristeció a más no poder, pero apretó sus labios tomando una botella, llenándola con agua, para luego volver al comedor en donde DongWoo y HoWon sostenían a WooHyun.

—¡Ustedes...! ¡SungJong! —WooHyun chilló cuando el chico de cabello rosado le lanzó agua en todo el rostro—. ¡Ba-basta! ¡Ji-SungJong! ¡Está... está he-helada!

—¡Lo sé! —SungJong le lanzó más agua a la cara—. ¡Eso es por ser cruel conmigo el otro día, cara de caballo!

Cuando la botella quedó vacía, DongWoo y HoWon lo soltaron. WooHyun cayó al suelo, aturdido, para luego negar con la cabeza.

—Ahora te vas a cambiar —dijo SungJong duramente, sin darle tiempo para replicar—, y vas a salir a comer algo con nosotros si no quieres que te meta esto —levantó la botella— por tu culo ya no virgen, Nambito.

El aludido miró al chico atónito para luego asentir con una mueca de espanto, dirigiéndose a su pieza lo más rápido que pudo. Una vez quedaron solos, DongWoo miró a SungJong.

—¿Cómo hiciste eso?

SungJong tembló.

—No sé.

∞

De manera tosca, WooHyun los siguió hasta un local de comida rápida. Su rostro pálido no demostraba más que rabia y disgusto, sin embargo, sus amigos lo ignoraban deliberadamente, sin prestar atención a los pensamientos de odio que parecía lanzar con la mente.

Una vez dentro de un McDonnald's, se unieron a la fila para pedir algo.

WooHyun se estaba convenciendo de que esa salida no estaba tan mal.

—El imbécil de Juan Luis se puso a coquetearme y quedé sin helado, así que cómprenme uno.

O al menos eso pensaba hasta que escuchó una fría voz detrás de él.

Su corazón bombeó como loco, pero no se volteó, sorprendido.

Llegó su turno en la fila.

—¿Qué va a pedir?

Pero su voz estaba seca.

Luego de unos segundos en silencio, alguien respondió:

—Oh, ¿vas a pedir algo o las mentiras te comieron la lengua?

Se crispó ante el tono desagradable y cínico que SungGyu utilizó.

Se giró, chocando con la fría mirada del rubio.

—Vete a la mierda —le dijo caminando fuera de la fila.

—¡WooHyun! —regañó SungJong.

—No te preocupes, Jjongie —SungGyu sonó desinteresado mientras le despeinaba el cabello a SungJong—. Uno se acostumbra a que WooHyun te mande a la mierda cuando estás más preocupado por él.

La rabia y los celos bulleron en su interior, pero no dijo nada mientras caminaba hacia la salida.

—Porque WooHyun no es más que un niño cobarde y mimado que huye de los problemas apenas puede.

WooHyun no lo soportó más: dando media vuelta, se lanzó a darle un golpe a SungGyu.

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