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—Despaaaacirooooou, nananara nanananana burirou–

—MyungSoo, mi amor, ¿podrías dejar de cantar eso?

—¡Es el nuevo hit, príncipe!

—Me estás rompiendo el oído.

—Grosero.

SungYeol le sonrió a MyungSoo, rodando los ojos, para luego darle un pequeño beso que lo iba a tener contento por el resto del día y, de seguro, haría que no siguiera cantando.

—¡DESPAAAAAACIROOOOOU!

O tal vez no.

En ese momento, SungJong llegó corriendo donde ellos, sonriendo, mientras un tieso HoWon le seguía haciendo una mueca con cada paso.

—¡HoWon, apúrate! —le gritó SungJong de forma malvada.

HoWon murmuró algo inentendible en voz baja en tanto MyungSoo y SungYeol comenzaban a reírse al notar el por qué su amigo estaba caminando así.

Minutos después, SungGyu y DongWoo aparecieron con expresiones de sueño, pero el chico de sonrisa cuadrada pareció perder todo cansancio cuando se acercó a hablar con SungJong y HoWon. Por otro lado, SungGyu bostezó y se apoyó en MyungSoo.

—¿Ya vamos? —preguntó mirando hacia la entrada del parque de diversiones.

—Sí, sólo hay que esperar a Nambito—comentó SungYeol.

SungGyu asintió, tratando de no lucir un poco afectado por la mención de su exnovio. Después de todo, las cosas entre ellos estaban supuestamente bien, así que tenía motivos para reaccionar así. Por otro lado... habían pasado dos semanas desde que mantuvieron esa conversación, ya era momento de verse otra vez.

—¿Seguimos teniendo prohibido decirle a Nam de que te vas? —preguntó de pronto SungJong, llamando la atención de todos.

SungGyu apretó sus labios en una fina línea por un momento.

—Sí —respondió desviando la vista—. Yo me encargaré de decírselo.

HoWon bufó.

—No me gusta mentirle a mi mejor ami–

—¡Chicos!

Afortunadamente, HoWon dejó de hablar cuando WooHyun apareció con una sonrisa pequeña.

Y detrás de él venía otro chico.

Todos miraron a SungGyu, que seguía con el rostro impasible aunque por dentro algo dolía.

—Lamento la tardanza —dijo sonriendo en modo de disculpa—. Les presento a Junhong... un amigo.

El recién llegado miró a todo el mundo con timidez, saludando en voz baja. Los chicos le devolvieron el saludo respetuosamente, tratando de no fijarse demasiado en el aspecto de SungGyu, que lucía más indiferente y ajeno al resto que nunca.

—Pueden decirme Zelo —dijo Junhong tomando el brazo de WooHyun.

—Vamos —WooHyun le tomó la mano a Junhong, arrastrándolo hacia las boleterías—, podemos subirnos al juego que quieras.

—¿De verdad, Hyunnie? —preguntó Junhong.

SungGyu apretó su mandíbula, sin poder dejar de observar las manos de Nambito y Zelo. Mientras el resto se adelantaba, agarró a HoWon del cuello de la camisa y tiró de él.

—¡Ay, au, SungGyu, cuidado que me duele el culo! —se quejó HoWon frunciendo el ceño.

—¿Nam nunca te mencionó a este chico? —le preguntó con la voz helada.

HoWon lo miró con un poco de mofa.

—¿Celoso? —se burló.

—Ya quisieras.

La sonrisa desapareció del rostro de HoWon, fijando sus ojos en WooHyun y Junhong, que estaban comprando algodones de azúcar. WooHyun le estaba diciendo algo a Zelo, que se reía en voz baja, con las mejillas un poco coloradas.

—No parece tener más de dieciséis años —comentó HoWon—. No, no lo había mencionado antes. Digo... no he hablado mucho con WooHyun estas dos semanas, estaba muy ocupado por algo que no me quiso decir —HoWon miró a SungGyu con simpatía—. No te preocupes, SungGyu, no creo que ellos dos tengan mucho futuro.

—No me importa —mintió SungGyu cruzándose de brazos—. WooHyun puede hacer lo que quiera con su vida.

Siempre y cuando yo esté en ella, pensó ahogando los celos en su interior.

—¿Podemos subirnos a ese juego, WooHyun? —preguntó de pronto Junhong apuntando a la montaña rusa recién estrenada.

Todos pudieron ver como WooHyun palidecía y empezaba a balbucear cosas.

—¿No prefieres ese, Zelo? —dijo WooHyun apuntando a un juego de patitos.

Junhong frunció el ceño, confundido.

—Pero ese es aburrido... —dijo sin mala intención—, pero si tú quieres, entonces...

—¡Está bien! —chilló WooHyun de pronto, pellizcándole la mejilla a Junhong—. Vamos a la montaña rusa.

El rostro de Zelo se iluminó y abrazó a WooHyun, riendo.

—¡Gracias, gracias WooHyun!

SungGyu quería matar a ese mocoso de cabello rosado que estaba abrazando a su chico.

Fueron a hacer la fila para la montaña rusa y toda la atención de WooHyun estaba sobre Junhong, que parecía estar hablándole sobre sus clases o algo que definitivamente no le importaba a SungGyu, quien sólo miraba a WooHyun queriendo llamar su atención, que fijara sus ojos en él y en nadie más.

Por supuesto, lo logró pero no de la forma que deseaba.

Porque luego de subir a la montaña rusa y bajarse, WooHyun salió llorando debido al miedo enorme que sintió por la velocidad y los bruscos movimientos del juego. Junhong parecía totalmente mortificado por ello, tratando de sostenerlo y consolarlo, pero SungGyu no lo soportó más y se acercó a ellos con furia mal contenida.

—¡¿Cómo se te ocurre hacer que se suba a ese juego?! —le gritó sin poder controlarse, asustando a Junhong—. ¡WooHyun le tiene miedo a casi todo!

Bueno, quizás no debía decir eso, pero no podía evitarlo.

—Yo... yo...

—¡¿Qué clase de cita quieres tener con Nam?! —siguió gritando SungGyu atrayendo a WooHyun contra sí, dándole un abrazo—. ¡Eres como el peor novio del mundo, idiota!

Junhong lo miró, confundido, con expresión de miedo, y WooHyun se alejó de SungGyu, parpadeando con sorpresa.

—¿Novio? —WooHyun miró a Junhong—. Zelo no es mi novio ni mi cita...

¿Qué?

—¿Qué? —preguntó DongWoo mirándolos, atónito.

WooHyun se removió, incómodo.

—Junhong es... es mi medio hermano —dijo con voz tímida—. Mamá quería que lo conociera.

Oh.

Bueno, eso era incómodo.

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❥Novio de Alquiler | ➳[GyuWoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora