A Cat God? || StrangeFrost

No es un gato normal

¿Qué tan normal se puede definir algo?

Quizá Strange no le dio mucha importancia al hecho de que cuando quiso cargar entre sus brazos al pequeño minino este le rasguñara la mano, algo que le molesto bastante ¿Qué rayos le pasaba a ese gato? ¿Quería que lo llevara con él pero no que lo cargara? O ¿Qué rayos? A veces le gustaría entender lo que quieren los animales, en especial lo que quiere ese. Algo exasperado y con menos ganas de llevarse al gato camino en la dirección en la que iba, con el felino azabache a su lado tratando de seguir su paso.

Antes de seguir con el rumbo al santuario, paso a una veterinaria a comprar algo de comida par gato, posteriormente le compraría más cosas siendo que no contaba con suficiente dinero en esos momentos.

Retomo el camino, pero ahora con un gato en sus hombros, no sabía que mosco le había picado para que quisiera irse de esa forma lo que restaba del camino. Le era algo molesto, las personas pasaban y lo miraban por lo simpático que se veía con un gato en su hombro. Que maravilloso, ahora no sólo era considerado un mago, sino que también parecía domador de felinos, o algo parecido.

Al llegar a la que ahora es su hogar, tomo al gato y lo dejo en el piso para luego dirigirse a su pequeño espacio privado donde había una pequeña cocina un baño y su habitación, todo lo necesario para que estuviera cómodo. El pequeño felino se quedó un momento en la entrada, acicalándose y analizando cada parte de ese lugar. Después de todo la iba a pasar bien, hizo una buena elección.

Stephen dejo la bolsa de croquetas sobre la mesa, buscando algún recipiente donde poner un poco de estas, sacando al final un plato y sirviéndole una ración al gato para dejárselo en el piso para que comiera cuando este quisiera, así como le dejo algo de agua a un lado de las croquetas. Se dirigió a un sofá que tenía ahí donde solía gustarle para meditar un poco, se recostó y cerró los ojos para relajarse luego de aquella rara mañana, posteriormente se daría un baño y haría sus actividades respectivas.

El pequeño gato se dirigió por donde había ido el hechicero luego de que terminara de acicalarse, analizo cada parte del lugar, al parecer iba a ser bastante interesante vivir ahí. Al dar con el hombre, quien se encontraba descansando, pudo notar el plato que le había dejado, por su mente paso el que sería demasiado humillante comer esa comida. Por lo que de un salto subió a la encimera en busca de comida decente para él. en la esquina de esta vio una bolsa de la cual sospechaba que había algo bueno, vio el contenido de esta y al pacer era pollo con un poco de papás al horno, no lo dudo en lo más mínimo y se las comenzó a comer.

El hechicero se había sumergido en un sueño profundo, por lo que no se dio cuenta de lo que pasaba hasta que sintió un peso encime de él, abriendo los ojos enseguida, encontrándose con aquel felino sentado en su pecho mientras se lavaba su pata.

— ¿Desde cuando quieres cercanía conmigo? Oh espera, al parecer es cuando quieres ¿cierto? —dijo enarcando una ceja— Cielos, ¿Cuándo me aprenderé que eres un gato y no me darás alguna respuesta? —hecho su cabeza hacia atrás mientras sobaba el puente de su nariz— Bien, supongo que debo acostumbrarme a esto. Ahora, no siempre te puedo llamar criatura o bola de pelos. Debo ponerte un nombre —pensó un momento— Vaya, soy pésimo en esto. Bien... que tal... espera... ¿Por qué hueles a pollo en horno? —dijo al percibir un olor peculiar en él, volteo enseguida a donde estaba la bolsa con su comida— Eres un... —grito poniéndose de pie enseguida, causando que el gato cayera al suelo, algo que pareció darle poca importancia a Stephen—. Genial, he traído un ladrón a mi casa ¿sabes? Creo que tengo un nombre para ti, será "Castigado" ¿Qué te pareces? O mejor aún, preso número 10 —hizo unos movimientos y creo una celda alrededor del pequeño gato—. Bien, supongo que así aprenderás a que no debes tomar lo que no es tuyo —dicho eso entro a su habitación para darse una ducha, definitivamente la necesitaba.