Esa clase de pensamientos me atormentaban día y noche en la soledad de mi estudio cuando de pronto escucho la voz de Elizabeth llamarme desde la entrada; al bajar encuentro no más que una conmovedora escena, mis dos mujeres favoritas reunidas nuevamente, la felicidad inundaba la habitación Angélica había regresado.
- Alexander... - mencionó Angélica con lo brazos abiertos - Es tan bueno ver tu rostro otra vez - dijo encerrándome en un abrazo. En verdad que extrañaba verla, solíamos hablar de una infinidad de cosas mediante cartas pero es más satisfactorio hablarle en persona, es una lastima que sólo dure un par de días puesto que se irá junto con mi familia al norte del estado a visitar a su padre.
- Angélica, ¿Puedes decirle a este hombre que John Adams pasa el verano con su familia? - replicó Eliza detrás de mi.
- Angélica, dile por favor a mi esposa que el señor Adams no tiene un trabajo de todos modos - aunque habíamos hablado sobre el asunto, me era imposible abandonar la ciudad dejando todo este caos detrás.
De un ágil movimiento me aparto de entre sus brazos dejando a la vista su atónita expresión - Espera ¿No te unirás con nosotros al viaje? - preguntó con preocupación.
- Me temo que no podré participar de la reunión familiar. Saben que tengo que conseguir mi plan a través del Congreso, en caso contrario perderé mi trabajo. - me limite a decir.
Podía distinguir la decepción y la tristeza en el rostro de cada hermana por lo cual preferí silenciarme el resto de la noche. A la mañana siguiente el ambiente se mantenía igual, la tensión se había vuelto tan tangible que era capaz de cortarse. Aunque Eliza intentara sonreír como siempre no tenía el mismo resplandor, su bella sonrisa era opacada por un fría mirada que clavaba en mi cada tanto, en cambio, Angélica sólo jugaba con los niños simulando normalidad.
Durante el desayuno todo fue de mal en peor, la mesa estaba sumergida en profundo silencio, se distinguía la incomodidad de todos con facilidad, las miradas fulminantes de Eliza, la preocupación de Philip y de la pequeña Angie, Angélica en un intento de romper el hielo creado en la habitación soltó un comentario al azar.
-¿Escucharon las nuevas noticias sobre el general Mercer?
- No, no me he enterado - respondió Eliza.
- Renombraron a la calle Cleremont por él - aclaró Angélica - oí hablar de eso en el muelle ayer, dicen que tiene su legado asegurado.
-Solo tuvo que morir- comentó bromeando su hermana.
-Eso es mucho menos trabajo, ¿Tal vez debería intentarlo? -murmure.
-¡Papi no! - dijo Philip algo alterado.
-N... no lo decía enserio, era una broma - intente calmarlo, a mis espaldas podía escuchar las contenidas risas de las Angélica y Eliza por mi reacción.
-Es curioso, el mismo comentario escuche de Aaron Burr ayer -observo la mayor.
Aaron Burr, un curioso personaje, a veces me pregunto si el está a favor o en contra de mis planteamientos, suele ser tan reservado con sus opiniones que nunca se si estamos jugando en el mismo equipo o no, nadie conoce sus ideales o a quien apoya realmente puesto que suele seguir un principio al pie de la letra "habla menos y sonríe mas"
De repente esa frase empezó a rebotar en mi cabeza.
Habla menos y sonríe más...
Habla menos y sonríe más,
Habla menos y sonríe más,
¡Habla menos y sonríe más!
¡Esa era la respuesta!
Quizás no puedo saber que quieren pero puedo dejar que ventilen sus intenciones y quizás llegaremos a un acuerdo.
Me levanté de la mesa y frenéticamente llame a la criada mientras buscaba un papel y una pluma - Querida, ¿Podemos retrasar una semana el viaje? ¿O al menos un par de días?- pregunté.
-¿ Que?- contestó instintivamente por la sorpresa de mis acciones - creería que si pero ¿Porque? - pregunto algo alterada
- Si lo que tengo en mente funciona seré capaz de participar del viaje- respondí tomándola por los hombros. Su rostro se iluminó nuevamente, una mirada de esperanza nació en la habitación.
Tragándome el orgullo le escribí una carta Jefferson "suplicando por su ayuda", le proponía una cena donde pudiéramos dialogar, intentando persuadir a Madison de abrirse a diferentes posibilidades y aclarando que estaba dispuesto a negociar en cualquier aspecto que estuviera en mi poder para que ambas partes salieran beneficiadas. Una vez hecho esto le di la carta a la criada para que se la diera al señor Jefferson urgentemente y no se retirará de ahí hasta recibir una respuesta.
◇ ••• ◇
Hola nuevamente :'D
Sólo quería saber que las va pareciendo (?)
Y quizás si les gustaría que agregue a algún personaje más
Por que estoy aburrido <3
Ah, es muy extraño
Lo siento
Aiosh ~☆
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El cuarto donde ocurrió. (Jamilton)
FanfictionDesde que apareció Jefferson la vida de Alexander es una pesadilla, ¿Pero quizás una reunión lo cambie todo? Au: Histórica